DOMINGO 3 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Evalúa el gobierno asignar, en el 2001, $10 mil millones a 15 mil planteles
Primarias y secundarias competirán por recursos extra
Claudia Herrera Beltrán Ť Para promover la calidad de la educación básica, el gobierno estudia la posibilidad de asignar el próximo año 10 mil millones de pesos a 15 mil primarias y secundarias, con el objetivo de atender rezagos en infraestructura y dar incentivos para que los centros escolares busquen su superación.
El plan, denominado Escuelas de Calidad, consiste en poner a competir a los planteles "contra ellos mismos", para que puedan obtener recursos adicionales, a cambio de que se sometan a una evaluación, establezcan metas y rindan cuentas a la sociedad.
Las bases del programa sectorial de educación, que elaboró el equipo de transición y que son analizadas por el secretario de Educación Pública, Reyes Tamez, señalan que la idea es elevar la calidad de la educación, pero partiendo de que la clave no está sólo en la mejoría de los insumos, sino en la organización de las escuelas en torno a un propósito: "que los estudiantes aprendan".
Los asesores, coordinados por el rector del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Rafael Rangel -también presidente del Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo-, confían en que este proyecto se va a llevar a cabo, ya que tanto el "Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación como la Secretaría de Educación Pública (la administración que concluyó) han expresado públicamente su compromiso con la escuela".
El proyecto consiste en atender los rezagos en infraestructura, con énfasis en las escuelas marginadas; dar incentivos para que los planteles se superen mediante una "competencia de las escuelas contra ellas mismas"; promover la progresiva incorporación de los centros escolares, y vincular la política de transformación educativa con los nuevos proyectos sobre evaluación externa.
La escuela de calidad tiene el siguiente perfil: "Es la que demuestra un fuerte compromiso con el aprovechamiento escolar de todos sus estudiantes; en ella se encuentran las condiciones idóneas para que los alumnos adquieran los conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para lograr éxito en la vida".
De esta manera, las escuelas participantes se comprometen a realizar un proyecto con una visión compartida con la comunidad; centrarse en el aprendizaje de sus alumnos; someterse a una evaluación continua; promover la participación efectiva de la comunidad; trabajar en equipo, e impulsar la formación y práctica de valores.
Por su parte, las autoridades educativas tendrían que dar a la escuela mayor autonomía en la toma de decisiones, pero al mismo tiempo exigirle la rendición de cuentas; invitar a participar al supervisor y capacitarlo; actualizar al director para que ejerza un "fuerte liderazgo"; preparar y motivar al personal, y dar la infraestructura adecuada para las funciones del plantel escolar.
Para poner en marcha este plan, la Federación tendría que aportar cinco mil millones de pesos y, el resto, los gobiernos estatales y municipales, así como los sectores social y privado.
La meta es que al término del sexenio haya 50 mil escuelas incorporadas en el programa de calidad, así como 50 mil directores, 15 mil supervisores, 350 mil docentes, y de que en cada estado haya un fideicomiso para la calidad.
Por otra parte, a dos días de la toma de posesión de Tamez Guerra ya se menciona como posibles integrantes de su gabinete al secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, Julio Rubio Oca, como subsecretario de Educación Superior, y a la investigadora y ex directora de la Fundación SNTE, María de Ibarrola, como subsecretaria de Educación Básica y Normal.