SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Anunció el fin del autoritarismo y de la Presidencia omnipresente 


Ni Pemex ni CFE se privatizarán, afirmó Fox en su toma de posesión

Ť Convocó al Poder Legislativo a construir una relación digna, transparente y sin ''servidumbres''

Ť Su discurso irritó a la bancada del tricolor Ť Burlón, el guanajuatense se sumó a los coros priístas

Juan Manuel Venegas Ť Fin al autoritarismo y a la Presidencia omnipresente, ofreció Vicente Fox Quesada en su discurso de toma de posesión como nuevo jefe del Ejecutivo federal. Convocó al Legislativo y a todas las fuerzas políticas del país al diálogo, la convergencia y los acuerdos, y a construir ''sin prejuicios'' una relación digna, transparente y sin ''servidumbres''.

En esta nueva época de ''ejercicio democrático'', el Presidente propone, ''pero el Congreso es el que dispone'', aceptó en un claro reconocimiento a la nueva realidad del poder que hay en México, resultado de los comicios federales del pasado 2 de julio, que pusieron fin a siete décadas de gobiernos del PRI.

A partir de ese diálogo, expuso, se podrá dar respuesta a las siete ''reformas medulares'' que los mexicanos demandan: la que consolide el avance democrático, para que toda persona pueda hablar con libertad y ser escuchada; la reforma que avance en el combate a la pobreza y en la igualdad social; educativa, que asegure la formación de mejor capital humano y que nadie se quede sin cumplir su proyecto educativo por falta de recursos.

fox7De igual importancia, la reforma que garantice el crecimiento con estabilidad en la economía; la reforma para descentralizar facultades y recursos de la Federación, y fortalecer los estados, municipios y comunidades rurales; la reforma que asegure la transparencia y el rendimiento de cuentas en las tareas del gobierno, para anular la corrupción y el engaño, y finalmente la reforma que abata la inseguridad y cancele la impunidad.

Fox Quesada se convirtió ayer en el Presidente número 64 del país, y en el primero de la época posrevolucionaria surgido de un partido distinto al PRI. En el acto de transmisión de poderes, en el recinto legislativo de San Lázaro, aprovechó para despejar dudas respecto a la situación de Petróleos Mexicanos y el sector eléctrico, y la laicidad en el sistema de educación pública: ni Pemex ni la CFE serán privatizados; mientras que en materia educativa fijó su compromiso de respetar el carácter laico, público y gratuito ''que las leyes establecen''.

En cuanto a los pueblos indios del país y el conflicto en Chiapas, el Presidente de la República estableció su compromiso de abrir paso a la construcción de los marcos legales ''que garanticen, dentro del Estado nacional, el ejercicio pleno de su autonomía y su libre determinación''.

Y para encarar el alzamiento zapatista, su primera medida será enviar el próximo martes al Congreso la iniciativa de ley elaborada por la Cocopa, ''que sintetiza el espíritu de los acuerdos de San Andrés''.

En Chiapas, ''serán las acciones ?no las palabras huecas? el eje vertebral de una nueva política federal y presidencial que conduzca a la paz'', apuntó.

Roces con el PRI...

La tribuna de San Lázaro fue escenario para que los priístas manifestaran su rechazo al discurso de su verdugo electoral, quien por su parte no dejó de encararlos, acusarlos de los ''malos'' gobiernos que han encabezado, provocarlos con su publicitado ''¡hoy, hoy, hoy!'' y hasta darles por su lado sumándose a las consignas que lanzaban senadores y diputados del tricolor.

Portando la banda presidencial, Fox Quesada fue para los legisladores del PRI la imagen viva de que llegaba el punto final a los largos años en el poder. Por lo demás, por primera vez ya no tenían que aplaudir incondicionalmente.

Desde el arranque mismo de su largo mensaje de más de una hora, el nuevo mandatario lanzaría sus dardos. Así, cuando evocó la figura de Francisco I. Madero, advirtió: ''Su sacrificio en pos de la democracia no fue en vano. Hoy, al cierre de una etapa histórica marcada por el autoritarismo, su figura se levanta de nuevo como un hito que marca el rumbo que nunca debió abandonarse''.

Luego, cuando hizo un reconocimiento a los hombres que ''creyeron y enseñaron a creer en el triunfo de un México democrático'', puso énfasis al mencionar los nombres del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, y de los fallecidos dirigentes del mismo partido, Carlos Castillo Peraza y Manuel J. Clouthier.

Con ellos, Fox mencionó a Luis Donaldo Colosio, a José Vasconcelos, a Vicente Lombardo Toledano, a Valentín Campa, a José Revueltas, a Salvador Nava y a Heberto Castillo. Los únicos que aplaudieron fueron los panistas.

Fox Quesada seguiría: ''En esta nueva época de ejercicio democrático, el Presidente propone y el Congreso dispone... el presidencialismo tradicional impuso por muchos años su monólogo. Ahora, más que nunca, gobernar exige dialogar. La fuerza de la nación no puede venir ya de un solo punto de vista, de un solo partido o de una sola filosofía. 

''Convoco a todas las fuerzas políticas a construir, sin prejuicios, una relación digna, transparente y sin servidumbres, a un intercambio franco y espontáneo de argumentos y razones con el nuevo gobierno para avanzar juntos en el encuadramiento jurídico del proceso del cambio... ratifico el compromiso de mi gobierno de rendir cuentas ante esta representación nacional, tan amplia y frecuentemente como sea necesario''.

Como casi todo el tiempo, Ernesto Zedillo mantuvo la mirada perdida, sentado a un lado de Fox. Abajo, desde sus curules, los priístas no esperaron para gritarle al panista: ''mentirooso... farsaante''.

Fox abordó el tema de la reforma del Estado: ''El gran reto (de esa reforma) es inaugurar un nuevo futuro político después de 71 años. Ello nos obliga a ser audaces para romper paradigmas, inercias y atavismos de una cultura política que ha visto en el acuerdo un acto de capitulación, y en la coincidencia política, prueba plena de cooptación... el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una concentración excesiva del poder, por lo que la reforma del Estado deberá garantizar el fortalecimiento de un ejercicio del poder cada vez más equilibrado y democrático".

Punzó: ''¡Procedamos con sensatez y valentía a demoler todo vestigio de autoritarismo y a edificar una genuina democracia..! El voto ciudadano del 2 de julio fue, ante todo, un plebiscito a favor del cambio". Pasó luego a dibujar su concepto de gobierno; a exponer las líneas generales que regirán su administración. En materia municipalista, señaló que el centralismo absorbente y un federalismo simulado han impedido que México sea un auténtico ''Estado federal''.
 
Proximidad al Presidente de la República, simpatías probadas o simuladas, complicidades, obediencias, desobediencias o irreverencias políticas han hecho del federalismo un concepto aleatorio sujeto a los vaivenes sexenales.

Hay que dejar atrás esos vicios, propuso, y ''encontrar nuevas vías para conducir las relaciones del Ejecutivo federal con los gobiernos estatales, a través de formas ajenas al cómodo mecanismo de control político y financiero subyacente en el actual sistema''.

En ese sentido, convocó a una ''gran alianza federal'' para diseñar un esquema coherente en el que cada uno de los ámbitos ?federal, estatal y municipal? lleve a cabo con eficiencia y transparencia las labores que le sean encomendadas.
 
Legalidad, la premisa
 
En este renglón, el nuevo jefe del Ejecutivo volvió a arremeter contra los gobiernos priístas, señalando que en las décadas pasadas, el uso de la violencia en México ''ha sido una prerrogativa del gobierno más que del Estado. No pocos actos de coerción del Estado han sido motivados por conveniencias políticas de algún funcionario o grupo de poder. La enemistad o la discrepancia política con quienes han detentado el poder, han sido causa frecuente para que el ciudadano común sea víctima de la 'fuerza del Estado'. Sin embargo, no se puede gobernar por la fuerza. Para gobernar y preservar la seguridad política del Estado, no es válido usar aparatos de espionaje, de vigilancia e intimidación contra sindicatos, organizaciones sociales, personajes políticos o líderes de opinión''.

Mi gobierno, subrayó entonces, ''no tolerará que continúen impunemente estas prácticas. La represión nunca más será medio para resolver diferencias políticas. Mi gobierno no distraerá a los órganos de seguridad para disuadir a sus críticos o para neutralizar a sus opositores''.

México no será ya más referencia de descrédito en materia de derechos humanos, ''¡vamos a respetarlos como nunca'', expuso.
 
Contra la corrupción e impunidad,  no habrá borrón y cuenta nueva
 
Continuó el deslinde con el pasado. ''La corrupción ha dejado exhausta la credibilidad social en el gobierno'', por lo que ''no vamos a repetir los errores'' que antes se cometieron.

Ofreció enseguida investigar todos ''los episodios sensibles de nuestra historia reciente que no han sido resueltos... (pues) no es posible contener la justa indignación social: los grandes corruptos del pasado, del presente y del futuro rendirán cuentas: no habrá para ellos borrón y cuenta nueva. No habrá piadoso olvido para quienes delinquieron; tampoco habrá tolerancia para quienes pretendan continuar con privilegios hoy inaceptables''.

Eso sí, aclaró que ningún acto relacionado con el pasado estará ''inspirado por resentimientos, venganzas, ansias de reivindicación personal o aspiraciones a reinterpretar la historia''.
 
Autonomía y libre determinación  de los pueblos indios, ofrece
 
El presidente Fox dedicó especial atención a la parte de su discurso referente a las condiciones de los pueblos indios del país. ''Con las comunidades indígenas tenemos una deuda que habremos de saldar... ellos siguen sufriendo una intolerable situación de injusticia, marginación y desigualdad''.

Fijó sus compromisos: ''Aplicaré programas dirigidos al mejoramiento de sus comunidades, que ellos mismos (los indígenas) habrán de administrar. Esta será una responsabilidad directa del Presidente de la República, ¡en el cumplimiento de este compromiso voy por delante!''

Sin embargo, advirtió el Presidente, todo esfuerzo será insuficiente sin la participación plena, constante de los propios pueblos indios y sus representantes en las deliberaciones, en las propuestas y en las decisiones. Por ello, ''asumo responsablemente el compromiso de crear condiciones que hagan posible la participación permanente de todas las comunidades y pueblos en la construcción de los marcos legales que garanticen, dentro del Estado nacional, el ejercicio pleno de su autonomía y su libre determinación en la unidad nacional''.
 
Las botas puestas sobre la tierra...
 
Terminó su discurso reconociendo el enorme reto que tiene enfrente como Presidente. No obstante, dijo, para enfrentarlo contará con un gabinete compuesto pluralmente, con personas ''capaces, honestas y con sentido de Estado; ajenos a una visión política de clan o cofradía''.

Terminó por definirse ante la realidad: ''¡Tengo las botas bien puestas sobre la tierra! A la realidad la veo de frente y nunca le doy la espalda. Gobernaré alejado del culto a la personalidad y de toda concepción patrimonialista del poder. No buscaré más privilegio que el de servir''.

Y concluyó recurriendo a lo que ya parece será la frase sexenal: ''Empezaremos a construir un México exitoso y triunfador, a partir de ¡hoy..!''


Ť Hubo dos heridos y dos manifestantes detenidos


Contra el neoliberalismo, la primera protesta del sexenio

Ť La policía utilizó balas de goma contra miembros del CGH

Ť Los descontentos pretendían encarar al mandatario

Fabiola Martínez y Claudia Herrera Ť La primera movilización en el gobierno foxista, convocada por organizaciones sociales y sindicales en contra de la "política económica neoliberal", derivó en un choque entre elementos de Seguridad Pública y un grupo de integrantes del Consejo General de Huelga de la UNAM, con un saldo de varios jóvenes golpeados, un policía y un niño lesionados, y dos detenidos.

El zafarrancho comenzó cuando un contingente de estudiantes, maestros disidentes y campesinos provenientes de Guerrero, que intentaba llegar al Zócalo, fue detenido en el cruce de Eje Central y Avenida Juárez por una enorme valla que formaron cientos de granaderos y elementos de la Policía Montada.

Justo a las dos de la tarde, un proyectil alcanzó a un policía a caballo, lo que provocó la orden de replegar a los manifestantes, que insistían en violar el cerco. En el enfrentamiento la policía utilizó balas de goma en respuesta a la lluvia de petardos, palos, piedras, botellas y trozos de hielo que provenían del lado de los manifestantes.

La marcha pretendía encarar al presidente Vicente Fox a su paso hacia el Palacio Nacional, como una muestra de repudio a su proyecto de gobierno. Debido al fuerte dispositivo de seguridad, el mandatario avanzó sin problema alguno a bordo de un automóvil descubierto que lo condujo a la Plaza de la Constitución, una vez que los granaderos retiraron con golpes a los jóvenes más rijosos.

Fueron dos horas de tensión, durante las cuales policías y manifestantes midieron fuerzas. Unos, quienes se identificaron como integrantes del CGH, retaron a los cuerpos de seguridad cuando derribaron la valla metálica que impedía el paso hacia el Zócalo. En su intento por avanzar más allá del Eje Central Lázaro Cárdenas, tomaron como ariete un enorme cilindro de madera y, también por dos horas, lanzaron insultos contra la "autoridad".

En tanto, algunos granaderos y elementos de la Montada no dudaron en avanzar sobre la multitud y en propinar golpizas a quienes no lograron escapar de la línea de choque. El ambiente de violencia en ambos bandos llegó al extremo cuando un joven que ya había recibido un toletazo fue arrastrado hacia la valla y golpeado por una docena de granaderos.

A nombre del CGH, dos jóvenes aseguraron que el contingente de estudiantes fue el "agredido" e "infiltrado por provocadores" e incluso sostuvieron que los petardos lanzados en las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes provinieron del lado de los granaderos.

Jornada de protesta

La "jornada de protesta" se inició con un mitin en el Monumento a la Revolución convocado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y otras organizaciones que integran el Frente Nacional de Resistencia en Contra de la Privatización de la Industria Eléctrica.

Desde las diez de la mañana, miles de trabajadores, estudiantes y campesinos atiborraron la Plaza de la República y las calles aledañas para exigir que el gobierno de Vicente Fox escuche la opinión del pueblo, "porque el reclamo popular no puede ser ignorado", advirtió Rosendo Flores, líder del SME.

Como en 1999, se alzó un enorme dirigible rojo en medio de la multitud con la leyenda "no a la privatización de la industria eléctrica" y también, como en aquel año, los electricistas aseguraron que los argumentos del gobierno federal para abrir este sector al capital privado son un "claro chantaje".

Ahora, con el nuevo gobierno, las consignas e insultos también cambiaron de destinatario para advertir al Presidente que no tendrá el apoyo de los trabajadores si insiste en privatizar sectores estratégicos como la industria eléctrica, la educación o la salud.

Una enorme manta roja, colocada bajo el lábaro nacional que ondea en el Monumento a la Revolución, resumió la protesta de los trabajadores: "Fox: la industria eléctrica es propiedad de la Nación. Principio de Soberanía". Los dirigentes sindicales que encabezaron el mitin manifestaron una y otra vez, desde el gran templete, "no a seis años más de neoliberalismo". Luego, como en una sola voz, se escuchó el ya tradicional: šduro!, šduro!, šduro!

El mitin fue breve y de inmediato los miles de integrantes del SME se dispersaron. Para el arranque de la marcha sólo quedaron maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, normalistas rurales, miembros del Frente Popular Francisco Villa, integrantes del Consejo General de Huelga y un pequeño grupo de jóvenes vestidos de negro que proclaman el anarquismo.

La marcha se inició en el cruce de Paseo de la Reforma y avenida Juárez en un ambiente de calma. Miembros del CLETA pusieron el toque festivo con personajes montados en zancos que bailaban al ritmo de samba en torno a una enorme figura de hule espuma que delineaba un gran dedo medio, en la cúspide la imagen de Fox y en la base dos grandes botas en las que se leía: "tengan lo que les prometí".

Tras los integrantes del FPFV y los cegeacheros, avanzaron los maestros de Oaxaca, Michoacán y el Distrito Federal, granaderos-jovenes-1-jpg disidentes al Comité Ejecutivo Nacional de este gremio. En el cruce de avenida Juárez y la calle López, el dirigente de la sección 22 de Oaxaca, Humberto Alcalá, advirtió que el magisterio rechazará cualquier intento de privatización del sector educativo y exigió que se destine 12 por ciento del producto interno bruto a este rubro.

El oaxaqueño anunció que los maestros de esa entidad realizarán hoy movilizaciones durante la visita de Vicente Fox a esa entidad y calificó como un insulto para los mexicanos que se hayan gastado 7 millones de pesos en la "foxifiesta" que el Presidente de la República ofreció anoche en el Castillo de Chapultepec.

El enfrentamiento

Cerca de la una de la tarde, la protesta pacífica empezó a tomar rasgos distintos cuando un grupo de jóvenes con el rostro cubierto hizo pintas en algunos edificios cercanos al Palacio de Bellas Artes y de paso desmanteló la marquesina del restaurante McDonald's, donde con pintura de aerosol escribieron: "Muera Fox... šPueblo, es hora de comenzar la Revolución!".

El ambiente se empezó a tensar cuando elementos del Estado Mayor Presidencial descendieron de varios autobuses y tuvieron que caminar frente a los muchachos que para entonces gritaban insultos contra los policías. Los autodenominados anarquistas arrancaron del jardín de Bellas Artes un enorme muñeco de madera para arrojarlo después contra un camión de granaderos.

Fue entonces, a las dos de la tarde, cuando algunos jóvenes derribaron la malla de metal que resguardaban 22 elementos de la policía montada. Alguien de los manifestantes lanzó una botella contra los oficiales y enseguida se ordenó la avanzada. Un niño alcanzó a ser golpeado por un caballo, mientras que un joven que se dijo estudiante de la ENEP Acatlán fue el primero en quedar atrapado entre los toletes y escudos de los granaderos.

Poco después parecía que había llegado la calma, pero el paso de Fox por atrás de Bellas Artes encendió nuevamente los ánimos, pero ahora sólo quedaba un grupo de aproximadamente 150 personas que insistía en acercarse al lugar del bloqueo policiaco. Apenas lograron ingresar los vehículos oficiales, pero algunas camionetas que se dirigían a la comida en Palacio Nacional fueron alcanzadas por palos y piedras, motivo por el cual el resto de la comitiva tuvo que circular por una ruta alterna.

Llegaron más granaderos para reforzar la valla. Por grupos se lanzaban en ofensiva contra los chavos que tras los primeros golpeados y detenidos exigían la "presentación" de éstos.

Casi a las tres de la tarde explotó el primer petardo, por lo que los policías repelieron la agresión con balas de goma y lograron aprehender y golpear a varios jóvenes. "šAl tiro, compañeros, al tiro, nos están rodeando los puercos!", gritaban quienes llamaban a la calma. Minutos después optaron por emitir un "pronunciamiento", ante los reporteros, a nombre de "estudiantes de la UAM, UNAM y Politécnico", quienes hemos sido, afirmaron, víctimas de una agresión.