SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Publica obra


Herralde, uno de los últimos editores independientes: Pitol

Yanireth Israde Ť Los editores son una clase de personas que no reciben el cegador impacto de los reflectores, tampoco proporcionan autógrafos y los lectores no suelen aplaudirles, pero sin ellos no existirían los libros. Leen manuscritos, dictaminan, hacen posible la publicación de textos y no acostumbran tomar la pluma. Hay excepciones, sin embargo, como la del barcelonés Jorge Herralde, fundador y director de Anagrama, quien anoche presentó Opiniones mohicanas, de su autoría.

En compañía de Sergio Pitol y Juan Villoro, Herralde refrendó el carácter independiente de Anagrama, sello que fundó a finales de los años sesenta hasta convertirlo en ineludible referencia literaria.

Herralde demuestra que los editores tienen mucho que decir, aun si el tema es sobre el quehacer editorial, como sucede en Opiniones mohicanas, publicado por Aldus y el Parlamento Internacional de Escritores, donde reúne artículos diversos -para la prensa o leídos en congresos- en los que Anagrama es la protagonista o bien detonadora de relatos

El es uno de los los últimos editores independientes de España, aseguró Pitol y destacó su estilo ''humano", el ''regocijante" trato personal con los autores y su compromiso para visitar librerías y garantizar la distribución de los libros. Asimismo se refirió al espíritu libertario de Anagrama. Hizo eco de las palabras de Herralde, contenidas en sus Opiniones mohicanas: ''La editorial se propuso hacer el cuestionamiento de la cloroformizada vida cotidiana de las sociedades burguesas y la reivindicación de una sexualidad libre, con atención expresa al feminismo y a los movimientos gays".

Villoro también destacó ese aspecto: ''Desde su fundación, la editorial se distinguió por su ecuménica heterodoxia: la contracultura, el marxismo alternativo, el situacionismo, los discursos pop, la antisiquiatría y el nuevo periodismo estadunidense encontraron allí su mejor foro. Para mi generación -continuó- Anagrama representó una universidad abierta que jamás se rebajo a la ofensa burocrático de expedir títulos.

Augusto Monterroso y Alejandro Rossi, presentes en el acto, consideraron a Herralde uno de los pocos editores que profesan un genuino amor por la literatura.