SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Alberga fragmentos de obras que se remontan a ocho siglos


Inauguran el Museo de la Pintura Mural Teotihuacana

Arturo Jiménez, enviado, Teotihuacán, Méx., 30 de noviembre Ť En el que fue su último acto oficial como titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Teresa Franco inauguró la noche del jueves, en medio del aire frío y el impresionante paisaje de la zona arqueológica, el Museo de la Pintura Mural Teotihuacana.

Al parecer único en su género, en el mundo, el recinto alberga fragmentos de los murales que durante ocho siglos cubrieron de colores a la ciudad pintada, la de los dioses. En el espacio cultural, cuyas obras en realidad no han concluido y que abrirá sus puertas en mes y medio, se invirtieron unos 13 millones de pesos, considerado un costo reducido por el museógrafo Francisco Villaseñor.

Instalado al lado poniente de la pirámide de la Luna, en el remodelado edificio conocido como El Corzo, donde se frustró un impugnado proyecto de plaza comercial, el nuevo espacio museístico se comenzó a construir apenas en mayo pasado con un donativo de Pemex y estuvo a cargo del arquitecto José Carlos Lozano. A su vez, la curaduría y el proyecto museográfico correspondieron a María Elena Ruiz Gallut, directora del Centro de Estudios Teotihuacanos.

De poca altura y buscando su integración con el entorno, este Museo de la Pintura Mural Teotihuacana da la apariencia de estar en subterráneo. Cuenta además con una amplia terraza desde donde se observan las pirámides del Sol y de la Luna.

Dividido en dos alas, en una se exhiben más de 30 obras importantes, entre ellas una devuelta por las autoridades de Australia. Mientras, unas 118 piezas se encuentran en bodegas, en proceso de restauración, informó Villaseñor. En la parte opuesta se ubica el área de servicios educativos, como biblioteca, videoteca, tres talleres, dos auditorios y una tienda.

Nada de privatizaciones: Franco

Al final de la inauguración, con retraso de hora y media, y luego de un recorrido, Franco, quien tras ocho años deja la dirección del INAH, consideró a su gestión ''la más activa" en la historia del instituto. Y ante el comentario de que su administración fue vista por varios sectores como inclinada a intenciones comercializadoras o privatizadoras del patrimonio cultural, respondió:

''Nunca se privatizó nada ni se intentó privatizar. Nunca me han podido poner un ejemplo quienes ejercen una crítica sin sustento. En cambio sí logramos que se ampliara el patrimonio público y un reconocimiento a los esfuerzos de las comunidades indígenas, locales, ejidales o de los grandes empresarios cuando han actuado en favor del patrimonio.

''Puedo afirmar que ninguna contribución importante de la iniciativa privada pretendió incursionar en el control de ninguno de los proyectos. Jamás hubo ese propósito ni mucho menos se privatizó nada. Creo que se amplió la cobertura de los servicios públicos y se hizo un rescate impresionante de un patrimonio público.

''Lo demás pueden ser fantasmas, posiciones ideológicas o una mala información. Los datos están a la vista. Si encuentran alguna privatización que haya favorecido mi administración, pues ruego me la señalen", dijo.

Acerca de qué espera de la próxima administración del INAH, la cual aún no es designada, dijo: ''Un respeto por los proyectos estructurales que la institución ha diseñado a lo largo de muchos años. Son los grandes proyectos de protección del patrimonio cultural, en sus aspectos técnicos y legales, los de investigación.

''La nueva administración encontrará un instituto que se presenta a sí mismo con cifras muy claras, con una expresión documentada de sus proyectos. Deseo que los más importantes y sólidos puedan continuar. Que sea escuchada la voz de quienes con responsabilidad los realizan. Y también deseo que la capacidad de innovación mexicana haga que el próximo gobierno tenga creatividades, si se puede, mayores que las nuestras".