SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Crea condiciones riesgosas para migrantes, dicen


Protestan ONG en Juárez contra la militarización en la frontera

Ť La presencia castrense tampoco es garantía anticorrupción

Rubén Villalpando, corresponsal, Ciudad Juárez, Chih., 1o. de diciembre Ť Una protesta contra la militarización de la zona fronteriza entre México y Estados Unidos realizaron en esta ciudad organizaciones no gubernamentales de Chihua-hua, Texas y Nuevo México.

En el marco del cuarto Encuentro Regional Fronterizo por la Humanidad, la Vida Digna y los Derechos Humanos, efectuado en la zona de El Chamizal, al norte de la ciudad y a unos 100 metros de la línea divisoria con Estados Unidos, los activistas colocaron una pancarta de unos 30 metros de largo, en la que exigen freno a la presencia militar en la región.

La militarización es una situación que perjudica a toda la población, en especial a los migrantes, quienes se ven forzados a buscar rutas peligrosas para cruzar de un país a otro y eso ha ocasionado la muerte de más de 400 personas este año, dijo Félix Pérez Verdugo, activista de la Alianza Internacional Ecologista del Bravo.

Además, señaló, los migrantes tienen que enfrentar los ataques de grupos radicales en Estados Unidos, que detienen a los indocumentados y los golpean.

Manuel Robles, de la Coalición Binacional contra Tiraderos Tóxicos y Radiactivos, dijo que los activistas están contra la militarización de la frontera como ha ocurrido en otras regiones del país.

Enfatizó que si ya hay militares en los mandos policiacos no es garantía para que no se vayan a corromper y la prueba es que hay generales detenidos por cuestiones de tipo legal.

María Sáenz, del Comité Independiente de Derechos Humanos, dijo que la militarización en Chiapas, Veracruz, Oaxaca y otras entidades sólo ha ocasionado situaciones difíciles en perjuicio de la población, y en esta zona fronteriza los militares que vigilan la línea divisoria con frecuencia tienen problemas legales porque en su afán de perseguir a indocumentados hasta han entrado a territorio estadunidense.

Edward Patrickus, activista de derechos humanos en El Paso, Texas, destacó que la vigilancia excesiva en la frontera es como si hubiera militares, pero además del lado estadunidense hay soldados cuidando en las garitas donde están Migración y Aduanas, lo cual intimida a la gente.

Desde la aplicación de la Operación Río Grande y la Hold the Line la violación a los derechos humanos de los migrantes se ha incrementado en 38 por ciento, pues los policías fronterizos aplican técnicas agresivas de interrogación, insultos y hasta abusos físicos, agregó.