SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Además, el Ejército desaloja el campamento ubicado en el ejido Esperanza


Desmantelan retén en Guadalupe Tepeyac

Ť A la mejor mañana ya no estamos aquí, dice un general

Jaime Avilés, enviado, Comitán, Chis., 1o. de diciembre Ť Hoy, en horas de la madrugada, el Ejército Mexicano desmanteló totalmente el retén que tenía a la salida de la extinta comunidad zapatista de Guadalupe Tepeyac.

Asimismo, el campamento militar ubicado en el ejido Esperanza, a 20 kilómetros de Guadalupe Tepeyac, fue desalojado por completo. Los habitantes de la aldea expresaron a este enviado que tanto las tropas como los equipos bélicos se fueron de allí hace tres días.

Mientras tanto, en el retén colocado sobre la carretera Lagos de Montebello-Palenque, a la altura del ejido zapatista de Amparo Aguatinta, cabeza del municipio autónomo Tierra y Libertad, los soldados estaban trabajando en ropa de faena, aparentemente para desarmar las casetas de madera donde todavía ayer (jueves) inspeccionaban a personas y vehículos que transitaban por allí.

Aunque todo daba la impresión de que esta mañana el Ejército comenzaba a preparar su retiro del lugar, el oficial al mando en Amparo Aguatinta negó que hubiese recibido instrucciones de eliminar el puesto de vigilancia, pero expresó: "Ojalá que ya me manden a mi casa".

Que nunca nos volvamos a ver

Para entender mejor la novedad de los hechos, hay que regresar la película. Este enviado partió ayer de San Cristóbal de Las Casas en pos de la caravana Del sueño a La Realidad (ver nota contigua). Al pasar frente a la base militar de Rancho Nuevo, a sólo 13 kilómetros de la ciudad de los "coletos auténticos", había un piquete de soldados que obligaba a los choferes a aminorar la velocidad para echar un vistazo al interior de los vehículos, pero sin tomar placas ni preguntar nombres o destinos.

En la carretera hacia Comitán no estaban los llamados "retenes volantes" de la Procuraduría General de la República y del Instituto Nacional de Migración, pero la ausencia de éstos, precisamente porque son volantes, no quería decir nada.

Sobre el trayecto de Comitán hacia el parque de los Lagos de Montebello la vigilancia militar, policiaca o migratoria era nula. Y de allí, a lo largo de la carretera "escénica" hasta Amparo Aguatinta, funcionaba un solo retén, del Ejército y de la migra. En ese punto, los soldados solicitaron la identificación de este reportero, anotaron la matrícula de su transporte, preguntaron adónde se dirigía, pero no examinaron el interior del coche, como suelen hacerlo de rutina.

De Amparo Aguatinta a Guadalupe Tepeyac la ruta estaba absolutamente despejada, a grado tal que en el ejido Esperanza, donde el Ejército había establecido un campamento de cierta importancia, dotado incluso con una cancha de futbol en magníficas condiciones, la nula presencia de elementos castrenses resultó imperceptible para el periodista.

Sólo al llegar a Guadalupe Tepeyac -población que el viernes 10 de febrero de 1995 fue ocupada por órdenes del ex presidente Ernesto Zedillo, y donde el Ejército instaló dos enormes campamentos, camuflados en sus muros externos con ramas de plátano-, la mañana de ayer (jueves) había sólo un pequeño piquete de vigilancia.

Lo primero que sorprendió a los viajantes fue que el puesto estuviese a las órdenes de un general, un hombre que se condujo en todo momento con extrema amabilidad y que al despedirse del reportero usó las siguientes palabras: "Espero que no volvamos a vernos nunca".

Un poco en serio y otro poco en broma, el general, que en el bolsillo izquierdo de su guerrera ostentaba en bordado de hilo negro la inicial de su nombre (R), su apellido paterno (Grado) y la inicial de su apellido materno (H), confió al periodista: "A la mejor mañana ya no estamos aquí".

Y esta mañana, en efecto, no sólo no estaban los hombres a su mando, ni los cuatro hummer que ayer se mojaban debajo de la llovizna, sino tampoco las casetas de madera y techo de lámina de cartón que eran parte habitual del paisaje. Era como si nunca hubiesen estado allí.

Picado por la curiosidad, el reportero se dio una vuelta para ver por fuera los dos campamentos de Guadalupe Tepeyac (dentro de uno de los cuales estuvo el primer Aguascalientes zapatista, regalado por el comandante Tacho del EZLN a la sociedad civil el 8 de agosto de 1994 y destruido por órdenes de Zedillo el 16 de febrero de 1995), y a primera vista no había señales de actividad en su interior.

Ť A más tardar en dos meses La Realidad contará con energía eléctrica; llegó al poblado la turbina donada por europeos

Jaime Avilés, enviado, Comitán, Chis., 1o. de diciembre Ť Tras un penosísimo recorrido que empezó el martes a las tres de la tarde y culminó ayer (jueves) a las ocho de la noche, hoy al mediodía los representantes simbólicos de 40 gobiernos municipales de Italia y de los partidos Refundación Comunista y de los Verdes, descargaron aquí una hermosa turbina hidroeléctrica, construida en Roma por maestros y alumnos de la Universitá della Sapienza, que "a lo máximo en dos meses" iluminará las viviendas, el templo, la escuela, la clínica, la biblioteca y las dependencias del Aguascalientes y las callecitas de La Realidad.

Tiziana Valpiani, diputada de Refundación Comunista, Mauro Bungarelli, dirigente del Partido de los Verdes y Luca Casarini de la Asociación Ya Basta, hablaron este medio día para las autoridades civiles de esta población, y después de narrar cómo -a raíz de una iniciativa lanzada en 1996 por los alcaldes de Venecia, Padua, Mestre, Pescara y Rovigo, en la provincia del Véneto (noreste de Italia)-, muchos otros municipios de la península de la bota contribuyeron de mil maneras para recaudar los fondos necesarios para construir esta máquina que, girando con la fuerza de los arroyos que atraviesan La Realidad, producirá la luz artificial que representa, como dijo Casarini a su turno, "la solidaridad de los zapatistas de Europa con los zapatistas de Chiapas".

En el acto estuvieron presentes militantes del Sindicato Mexicano de Electricistas y estudiantes de la Universidad Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional, que a lo largo de muchos meses y en distintas e innumerables caravanas vinieron a La Realidad para ayudar a los técnicos italianos en la construcción de la base de concreto armado sobre la cual pronto descansará y se pondrá en marcha la turbina.

Visita en Semana Santa

Miembros de estas tres instituciones mexicanas visitaron La Realidad en Semana Santa y en jornadas de intenso trabajo colocaron las líneas de transmisión de la energía eléctrica y los interruptores domésticos de todas y cada una de las viviendas, sin reparar si los habitantes de éstas son priístas o zapatistas, pues, como se recordará, en el marco de la guerra de baja intensidad patrocinada por el ex presidente Ernesto Zedillo, seis familias de este lugar sucumbieron a las presiones gubernamentales, cedieron ante el hambre impuesta por el cerco político y militar del régimen y aceptaron la ayuda económica del PRI, abandonando tanto las filas del EZLN como el acuerdo comunitario de no beber alcohol.

En la actualidad, pintadas con colores chillones y groseros, rodeadas con alambre de púas y visibles por la gordura de los cerdos, gallinas y perros que holgazanean sobre sus prados, las casas de los priístas se encuentran conectadas por igual a la red de energía eléctrica, autónoma e independiente, que enlaza a todos los lugareños.

Felices por la culminación de este singular esfuerzo, los italianos fueron agasajados esta tarde con un banquete ofrecido por los realitenses, quienes para expresar su agradecimiento a los internacionalistas europeos sacrificaron algunos pollos y comalearon montañas de tostadas para organizar una muy modesta "comilona" en honor de sus huéspedes.

Con el ojo cuadrado

Por la noche, si las condiciones climatológicas lo permiten -pues desde hace varias semanas llueve en forma inclemente y la selva luce más pachona y feraz que nunca-, habrá un baile en el que actuarán dos conjuntos locales así como el famoso grupo de rock napolitano 99 Posse, cuyos elementos tienen a los niños de aquí literalmente con el ojo cuadrado.

Uno de estos músicos virtuosos trae la cabeza completamente rapada, usa argollas enormes en la nariz y en las orejas y cubre sus fornidos brazos con densos y garigoleados tatuajes en tinta verde que son, para la chiquillada zapatista, de no creerse. Otro de los elementos de 99 Posse, que no ha visto al peluquero desde 1989, luce una espectacular melena de rastafari que le llega hasta la cintura y que cuida con cera de abeja. Pero sin duda la que arroba las miradas de grandes y pequeños es la esbelta y simpática María, que hace años se encajó sendos tornillos a los lados del nacimiento del puente de la nariz, y por donde quiera que va ilumina la selva con su sonrisa.

A punto de lograr la hazaña de contar con su propia Comisión Zapatista de Electricidad, los habitantes del pueblo se dicen que todavía existe un riesgo, y éste dicen, es que "el rico venga y desvíe los arroyos para que el agua deje de llegar", pero confían en que nunca sucederá esto.