SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť La sede tricolor, desierta durante la asunción foxista 


Seremos una oposición útil a la sociedad, anuncia Sauri

Ť La dirigente declara que apuesta al éxito del pueblo mexicano

Ť Un trabajador prevé un futuro "cabrón" para los priístas

José Gil Olmos Ť "El ambiente es extraño, se siente raro", intentó definir don Carlos al mirar la soledad de la sede del partido al que ha pertenecido los últimos 16 años. "Va a estar cabrón", añadió en un intento de ver su porvenir y en silencio salió del edificio central del PRI, adonde pocos llegaron ayer.

"¿Cómo era antes?", preguntó el único reportero que vio la unción de Vicente Fox en la sala de prensa priísta. "Era jolgorio, como el del PAN ahora", contestó otro comunicador que llegó al final del día, recordando las fiestas en los sexenios pasados, cuando la alegría llenaba las oficinas de los tres edificios y el futurismo se repartía con abrazos y palmadas en la espalda, entre un remolino de periodistas nacionales y extranjeros... Recuerdos.

Sin embargo, ayer un aire de orfandad se respiraba entre las oficinas de los tres edificios de la sede nacional priísta, en el primer día del tricolor como oposición, luego de 71 años de poder omnímodo.

El eco de los pasos de los guardias de seguridad era lo más sonoro que se escuchaba por los pasillos. En las oficinas de la presidencia y de la secretaría general, zedillo-ernesto-llegada-jpg sólo las secretarias atendían llamadas aisladas; en la sala de prensa, las computadoras estaban apagadas y las máquinas de escribir puestas de cabeza.

Días antes del cambio de poder se le preguntó a un ex colaborador de Francisco Labastida dónde iba a estar el ex candidato presidencial del PRI.

"Se va de la ciudad y también muchos de sus cercanos. No quieren ver el show foxista; es mejor estar lejos", confió.

El sinaloense había estado encerrado toda la semana en las mismas oficinas que usó durante la precampaña y donde ahora concentra sus esfuerzos para echar a caminar la fundación o asociación civil dedicada a formular proyectos de educación, de inversión social y de cultura.

Pero ayer el ex candidato priísta no quiso presenciar la ceremonia republicana en la que pudo haber sido el personaje central, ni siquiera estar cerca de los lugares donde Fox y los suyos estarían festejando. Decidió poner distancia e irse lejos.

En el tricolor, en tanto, el nombre de Labastida, que durante meses se leyó en una gigantesca mampara de más de 15 metros de largo, fue sustituido hace unas semanas por una manta de igual tamaño con el lema "Unidos por la Revolución", asidero histórico en el que los priístas se han refugiado para autodefinirse en su nuevo papel de oposición.

Casi estático, tal vez el único lugar en que se veía algo de movimiento era la zona de estacionamiento frente a las oficinas de Jorge Cárdenas, el secretario de Finanzas que Labastida dejó para comprobar los gastos de campaña y las deudas, que algunos estiman en 950 millones de pesos.

A la distancia, en el Congreso de la Unión, la dirigente nacional del tricolor descartaba cualquier clase de pesimismo entre los suyos.

"Estuvimos tristes el 3 de julio; hoy estamos conscientes de que hemos cumplido con el pueblo de México, y como un partido político serio, maduro y responsable que gobernó México por 71 años, casi 72, sabemos y tenemos conciencia de haber cumplido", atajó Dulce María Sauri.

?¿Oposición a ultranza o moderada?

sauri-dulce-jpg?Seremos permanentemente una oposición al Ejecutivo federal, útil a la sociedad, al pueblo de México; ésa es la razón fundamental de nuestra actuación política.

?¿Le apuestan al fracaso del gobierno foxista?

?No apostamos más que al éxito del pueblo de México, y éste tiene que estar basado en el cumplimiento pleno de cada una de las partes que constituyen el gobierno de la República, los poderes de la Unión, y nosotros formamos parte del Legislativo federal; haremos la parte que nos corresponde ?precisó la senadora.

Roberto Madrazo, gobernador de Tabasco, uno de los aspirantes a la directiva del "nuevo PRI", negaba también que hubiera ese sentimiento entre los priístas.

"No, hay un reto; lo veo como una oportunidad de hacer realmente un partido competitivo para los procesos electorales", contestó tras negar la posibilidad de una "rebelión" en las filas priístas a partir de los próximos días.

Dijo que el Revolucionario Institucional "resurgiría" con la militancia, más que con nombres, y así "encontrar el camino del cambio democrático, con unidad".

?¿Se erigirá usted como salvador del PRI?

?No; estoy convencido de que el partido no depende de los hombres ni de los nombres, sino de la militancia que necesita de un mejor espacio de participación. Es el PRI que queremos.

Pero para don Carlos, que trabaja en el subsótano del edificio principal del tricolor, fotocopiando los discursos de la directiva, el escenario era distinto.

"Va a estar cabrón", repitió. "Ojalá mejore como oposición. Lo único que pido es que (Fox) trabaje para la niñez. Eso sería lo mejor", dijo con cierta nostalgia, dirigiendo sus pasos hacia la calle para retirarse a la una y media de la tarde.