SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť El jefe del Ejecutivo ofreció un brindis por México
La nueva clase política comió con Fox en Palacio Nacional
Ť Cuatro gobernadores priístas respondieron a la invitación del mandatario Ť Los presidentes de las Cámaras, en la mesa principal
Blanche Petrich y Georgina Saldierna Ť El viejo Palacio Nacional fue sede del acto light de la intensa jornada del relevo presidencial. Comida de postín, convivio de casi 2 mil rostros de la nueva clase política y ningún discurso: sólo la copa de champaña que levantó el presidente constitucional, Vicente Fox: "brindemos por México".
Después del postre, el mandatario se encerró tras las puertas de cristal biselado del salón Embajadores para sostener dos de las más esperadas reuniones bilaterales con sus homólogos invitados. Primero una larga charla con el presidente venezolano, Hugo Chávez, y en seguida, 45 minutos de cordial intercambio con el presidente de Cuba, Fidel Castro. Ahí se amarró el primer acuerdo: Fox viajará a La Habana, posiblemente el año próximo.
En esta reunión bilateral -el segundo encuentro Fox-Fidel- estuvieron presentes, por la parte cubana, el presidente del Consejo de Estado, Juan José Millar, el legendario Chomi y el asistente personal del comandante, Carlos Valenciaga. Por la parte mexicana, el canciller, Jorge G. Castañeda, y el secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez. Del encuentro, totalmente privado, dio cuenta el propio Fox. "Fue una reunión muy cordial" en la que no sólo se habló de intercambio comercial y de inversiones, sino también de educación, cultura y deportes.
De las barbas del cubano no se vio más que algunos de sus escoltas. El y su comitiva entraron y salieron de la antigua sede del Poder Ejecutivo por la puerta de acceso exclusivo del Presidente en turno, sin que invitados ni prensa detectaran su presencia.
Aparte de las dos "bilaterales estelares", Fox recibió a varios de sus invitados. En ese mismo sitio hubo tiempo para pequeños diálogos con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, y el zar antigrogas, Barry McCaffrey, y una comitiva de estadunidenses en la que se encontraban congresistas y gobernadores. También saludó brevemente a la titular del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, quien, por cierto, lo acompañará mañana a la fiesta de Oaxaca, uno de los puntos críticos en el mapa de las violaciones a las garantías individuales en México. Ahí se espera que ambos firmen un acuerdo de cooperación técnica sobre derechos humanos, el primer convenio internacional del nuevo régimen.
Robalo en hoja de maíz con miel
En las invitaciones con el sello del águila en papel dorado se especificaba que el Presidente encabezaría el banquete a las 14:30 horas, y los invitados estaban emplazados a llegar con una hora de anticipación. El sol de diciembre se reflejaba sobre los platones de plata y la concurrencia departió con fría champaña y todo tipo de cocteles durante dos horas, ya que la agenda se colgó más de 60 minutos. ƑCuántos contratos políticos no se habrán empezado a fraguar bajo la resolana de esas dos largas horas de preludio?
La decoración lucía exquisita, alcatraces, papelillos verdes y blancos arrojados desde los balcones superiores, manteles deshilados de Aguascalientes y la fuente central en todo su esplendor. Un conjunto de flautas dulces tocaba en una esquina del patio. Los nuevos hombres y mujeres del Presidente, en las mesas que rodeaban la mesa principal, paladeaban el momento, departiendo con varios gobernadores, algunos de ellos, estoicos priístas, poniéndole buena cara al mal tiempo: el poblano, Melquiades Morales; el sinaloense, Juan S. Millán; el veracruzano, Miguel Alemán, y nerviosísimo, ya de salida, sin que nadie le hiciera demasiadas fiestas, el chiapaneco, Roberto Albores.
El comisionado para la negociación de la paz en Chiapas, Luis H. Alvarez, afable, escuchó mil veces la misma pregunta: Ƒqué irá a decir mañana Marcos? Paciente, dio mil veces la misma respuesta: "ya veremos". Por lo pronto, este sábado, en su oficina, no se despegará del teléfono esperando las señales de La Realidad: "ƑLe dará la espalda el zapatismo o el beneficio de la duda?". Y lo mismo: "no sé, no tengo ni idea".
Detrás de las columnas de piedra, Emilio Zebadúa, quien será secretario de Gobierno en Chiapas, hacía sus cálculos en animada plática con el perredista Jesús Zambrano: "Lo malo es que Fox dejó ir la oportunidad. No aterrizó su oferta, no basta con enviar la iniciativa de la Cocopa al Congreso. No se hicieron gestos de distensión concretos. La buena voluntad se quedó a medias".
A pocos metros de distancia, José Woldenberg, consejero presidente del IFE, puro y whisky en mano, filosofaba con el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Luis de la Barreda: "después de esto, al IFE le toca ir perdiendo centralidad en los procesos electorales. Sólo queda consolidar la normalidad".
Como en las bodas, los miembros de la nueva clase política recorrían las mesas brindando y prometiendo futuras amistades: Lino Korrodi, Carlos Abascal, secretario del Trabajo; el consejero de Seguridad Nacional, Adolfo Aguilar Zinser. A otros más verdes en las lides políticas les faltaron tablas para navegar entre los invitados y permanecieron solos en sus mesas, entre ellos, notablemente, la nueva comisionada para asuntos indígenas, Xóchitl Gálvez.
Al fin apareció el festejado. Eran ya las 15:30. A su vera sentó a dos mujeres: a la derecha, la ex gobernadora de Colima Griselda Alvarez, pionera de la causa de las mujeres, y a su izquierda, a una yalalteca, portadora de uno de los más hermosos vestidos del mundo indio mexicano: el yalalteco, al que remata el tocado de lana negra, símbolo de las serpientes, criaturas sagradas para los zapotecas. Otros en la mesa principal: el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda; los presidentes en turno del Senado, Enrique Jackson, y de la Cámara de Diputados, Ricardo García Cervantes.
Debido a la premura del tiempo se procedió sin mayor trámite. Fox propuso un brindis por México y luego, a atacar: queso brie hojaldrado con salsa de chipotle dulce, crema de manzana al cilantro con nuez, robalo en hoja de maíz con miel y turrón helado, café y chocolates. Al centro de cada mesa una botella de tequila "Corralejo Fox 2000".
"Fue una jornada larga que quisimos compartir con el mundo"
David Aponte Ť Ya en la última actividad de su primer día de gobierno, Vicente Fox Quesada dijo que México quiso compartir con el mundo el ingreso a la transición política, en un país que tiene todo para entrar al futuro.
"Aquí están líderes empresariales, políticos, académicos, de la intelectualidad, de la cultura. Aquí estamos ciudadanos dispuestos a luchar por nuestro país. Quiero entonces anticiparme y brindar con todos ustedes por este México que hemos soñado, este México que nos reclaman nuestros hijos, este México que vamos a construir juntos
en una gran alianza con talento, con esfuerzo, con trabajo, con dedicación, con amor, con cariño y con pasión. šSalud, y viva México!", brindó el nuevo mandatario.
El jefe del Ejecutivo ofreció anoche una cena en el Castillo de Chapultepec a los jefes de Estado y de Gobierno que asistieron a su toma de posesión, realizada en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Estuvieron empresarios, banqueros, intelectuales, directores de medios de comunicación e intérpretes de música popular.
Por uno de los accesos al Bosque de Chapultepec entraron también dirigentes y legisladores de la oposición, entre ellos la perredista Amalia García y el senador priísta Enrique Jackson.
Fox Quesada recibió a los invitados en las puertas del Castillo. Los periodistas de medios nacionales no tuvieron acceso al Bosque de Chapultepec. Permanecieron en la puerta de Paseo de la Reforma, ubicada frente al Museo de Antropología.
Antes de que los meseros sirvieran los alimentos, preparados por Banquetes Mayita, ofreció un breve mensaje a los invitados, entre los que destacaron el presidente de Cuba, Fidel Castro, y la titular del Departamento de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright.
"Ha sido una jornada larga la del día de hoy, una jornada histórica que quisimos compartir con el mundo entero, porque los mexicanos y las mexicanas estamos bien, orgullosos de nuestra democracia conquistada palmo a palmo, que llegó a su conclusión el 2 de julio pasado", expresó Fox Quesada.
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, dio también un breve mensaje, para resaltar que México está dando ejemplo mundial de unidad y cohesión.
Como titular de la presidencia pro tempore del Mercosur, dijo que Fox está empeñado en construir una Sudamérica unida. "Juntarnos no para excluirnos del mundo, sino para participar en él, para sentirnos parte de este mundo que hoy en día sabemos que está interrelacionado, pero nunca perdiendo la identidad, lo propio, lo nuestro.
"Quiero saludar al presidente Fox, a todos los mexicanos, las mexicanas, y decirles que pueden contar con nosotros en lo que sea, para que juntos construyamos el futuro", agregó el brasileño.
Así, con la cena de gala en el Alcázar, culminaron las actividades de Fox Quesada en su primer e intenso día como Presidente de la República.