SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000

 
Ť Basílica de Guadalupe 


Oró el guanajuatense ante la imagen de la tilma de Juan Diego

José Antonio Román Ť En un hecho insólito en la política mexicana y en la historia de los relevos presidenciales, Vicente Fox visitó la Basílica de Guadalupe y oró por varios minutos ante la imagen de la tilma de Juan Diego, apenas dos horas antes de rendir protesta constitucional como el sexagésimo cuarto presidente en la historia del país.

MEXICO_FOX_7Fox llegó al santuario guadalupano desde el hotel Fiesta Americana, donde ha vivido en el último año en la ciudad de México; lo acompañaban sus cuatro hijos: Ana Cristina, Vicente, Paulina y Rodrigo. Ya lo esperaban los presbíteros del cabildo de Guadalupe y miles de feligreses que se habían enterado por los medios electrónicos de su visita y que empezaron a llenar rápidamente el atrio y las calles aledañas a la Basílica.

El nuevo titular del Ejecutivo, que empezó a serlo desde el primer minuto de ayer viernes, recibió la comunión de manos del rector interino de la Basílica, Antonio Macedo, quien pidió a los miles de feligreses orar por el Presidente de la República que es, además ?dijo? "el primer mandatario guadalupano que viene hasta los pies y el corazón de la madre de los mexicanos, para poner sus manos y su corazón al servicio del país y pedirle porque todo salga bien".

A bordo de su camioneta, sin la escolta tradicional y sólo con varios motociclistas, el presidente Fox arribó al templo mariano a las 8:35; lo hizo con dificultad, enmedio de una multitud que quería acercársele y saludarlo; sus guardias le abrieron paso hasta el altar mayor, donde fue colocado especialmente un reclinatorio, desde el cual oró a la Virgen de Guadalupe.

Gritos de apoyo, aplausos y hasta porras se escucharon a su arribo al templo mariano más importante para la Iglesia católica en todo el continente americano. En la Basílica decenas de gentes lo empezaron a esperar poco antes de las siete de la mañana, hora en que originalmente estaba previsto que llegara, según se había informado una noche antes, cuando se oficializó su visita.

MEXICO_FOX_4Vestido con jeans, camisa azul claro y sus tradicionales botas, el presidente Fox visitó la Basílica. Luego de la comunión, que también recibieron sus cuatro hijos adoptados, pasó unos minutos al interior de la sacristía, junto con algunos sacerdotes que lo acompañaron, en un hecho sin precedente en la historia de los relevos presidenciales en México.

Si bien es inédito dicho acto, esencialmente por el cargo que ostenta, Fox ya había visitado hace algunos meses a la Virgen de Guadalupe, cuando era el candidato presidencial de la Alianza por el Cambio. Lo hizo en aquella mañana del 25 de abril, apenas unas cuantas horas antes de que se realizara el primer debate de los aspirantes presidenciales.

Aquella ocasión fue solo, sin pull de prensa y acompañado únicamente por su hija Ana Cristina, su secretario particular Felipe Zavala y la señora Verónica de la Concha, familiar política. Durante casi diez minutos rezó debajo de la tilma de Juan Diego, a un costado del pasador eléctrico, y escuchó parte de la misa que ofició aquel día el obispo de la diócesis jalisciense de Autlán, Lázaro Pérez, con quien al final de la misa intercambió un saludo.

Pretendió ese día rehuir a la prensa, que de manera circunstancial se percató de su presencia en la Basílica. "Se va a pensar que los traje para que me tomaran fotos y me vieran aquí", dijo a los pocos reporteros de la fuente religiosa que cubrían la misa con la que concluyó la peregrinación anual de la diócesis de Autlán.

"Vine a la Basílica como Vicente Fox ciudadano, como padre de familia", fue una de las pocas frases que declaró en aquella ocasión.

Ayer viernes, cuando ya era Presidente y faltaba sólo su protesta constitucional, estuvo nuevamente en la Basílica.