SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť En el Campo Marte asumió el mando de las tropas 


Ofrece el Ejecutivo mejorar la situación de las fuerzas armadas

Ť Aumentará el combate militar contra el narcotráfico

Ť Nunca hubo heridas entre los secretariables: Palmerín

Jesús Aranda Ť Después de asumir formalmente el mando como comandante supremo de las fuerzas armadas, el presidente Vicente Fox se comprometió ante militares, soldados y marinos a que "los frutos del esfuerzo que a partir de hoy iniciamos a favor de la equidad y las oportunidades" lleguen también a los hombres y mujeres que forman esas instituciones".

Al término del breve pero emotivo desfile militar en el Campo Marte, en el que participaron 3 mil cadetes y soldados de las tres armas, el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Clemente Vega García, destacó que una de sus principales tareas será "ver el beneficio del soldado que tanto nos preocupa, porque es la razón de ser de nosotros los generales". A nombre del alto mando dijo que se continuará la lucha permanente e integral contra el narcotráfico, la cual involucrará tantos efectivos como sea necesario, de acuerdo con las áreas de mayor incidencia en la República y que, "desde luego, cada día que pasa, si aumenta la población y aumenta el consumo, se hace mayor la demanda, aumenta la producción, tenemos que incrementar los esfuerzos también para combatirlo".

FOX39En razón de estos factores, dijo en entrevista el subsecretario de la Defensa, Mario Palmerín Cordero, "tendremos que aumentar los esfuerzos para combatirlo (al narcotráfico)".

Emocionado por el discurso de Vicente Fox Quesada, en el que se destacó el patriotismo, la lealtad, el sentido de honor y el compromiso "inquebrantable" de los soldados con las instituciones y el pueblo de México, el subsecretario de la Defensa Nacional, Palmerín Cordero, se levantó solitario en el graderío que ocupaban los altos mandos del Ejército y la Armada para aplaudir de pie las palabras presidenciales; sin embargo, al notar que era el único en hacerlo, volvió a sentarse de inmediato.

"Parece que se le fue la onda", comentó un general al término del evento.

Después, en breve entrevista, Palmerín ?quien fue el más serio aspirante a la titularidad de la Defensa Nacional, hasta el nombramiento de Vega García?, señaló con relación al proceso de selección del secretario de la Defensa Nacional que "nunca ha habido heridas" entre los que eran secretariables, porque "lo primero que aprendemos los generales de división en activo son los principios de compañ  erismo, lealtad y, sobre todo, obediencia. Somos un equipo muy sólido que está cimentado en lazos fraternales, en el espíritu de cuerpo que nos fue imbuido desde cadetes, así es como funcionamos", aseguró el militar.

En su momento fuimos señalados por los medios de comunicación como aspirantes, "pero hasta ahí las cosas". El habernos "encerrado tanto" provocó más prejuicios que beneficios al intentar evitar protagonismos que conducen a nada y que han sido malinterpretados.

Los 30 minutos de espera

Acompañado por su gabinete legal y ampliado, Vicente Fox Quesada llegó con más de media hora de retraso al Campo Marte proveniente del Auditorio Nacional. El subsecretario anunció que en la administración que se inició ayer habrá un cambio radical en su política informativa, pues habrá más apertura hacia los medios de comunicación y al interior de la dependencia.

Por primera vez en la historia, un Presidente de la República recibió el mando supremo del Ejército y le fue manifestada la lealtad de las fuerzas armadas en el Campo Marte. En ocasiones anteriores esto se había llevado a cabo en la plancha del Zócalo capitalino.

Alrededor de 3 mil cadetes del Heroico Colegio Militar, de la Heroica Escuela Naval y del Colegio del Aire aguardaban en formación el inicio de la ceremonia.

En ambos lados y frente a la zona del templete, contingentes de infantería, paracaidistas, Grupo Aéreo de Fuerzas Especiales, Policía Militar y tres cuerpos de marinos (dos de hombres y uno de mujeres) enmarcaban el cuadro por el que más tarde marcharían en formación los cadetes, seguidos por carretas tiradas por caballos que llevaban cuatro cañones antiguos.

Ahí estaban todos los generales y almirantes que aspiraron a dirigir la Defensa Nacional y la Armada de México; sentados a espaldas de la gran mesa que ocuparía Vicente Fox, junto con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los representantes de las cámaras de Diputados y Senadores, y el gabinete legal y ampliado.

También estaba ahí el flamante jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, general Manuel Orozco Pimentel, y el comandante de la Fuerza Aérea, quien fue ratificado en su cargo, general Ernesto Arcos Oropeza.

Los gobernadores priístas aguardaron pacientes el inicio de la ceremonia. Cuando terminó el acto en el Auditorio Nacional, comenzaron a llegar los miembros del gabinete legal y ampliado.

El más sonriente era el ex secretario particular de Luis Donaldo Colosio, Alfonso Durazo, quien ocupará ese cargo a seis años de distancia de la muerte del sonorense, ahora al servicio del Presidente. Abrazaba a quienes se volvían a saludarlo; sólo el gobernador de Veracruz, Miguel Alemán, lo recibió con un distante saludo de mano.

Todo estaba listo para la llegada de Vicente Fox. Por el sonido local se anunció su arribo. El comandante supremo de las fuerzas armadas llegó flanqueado por el secretario de la Defensa Nacional, general de división Ricardo Clemente Vega García, y por el secretario de Marina, vicealmirante Marco Antonio Peyrot González, quien sin contar aún con el grado de almirante portó el uniforme del "alto mando" de la Armada; dos pasos atrás iba el jefe del Estado Mayor Presidencial, general José Armando Tamayo.

La postura de los generales

Sentados en la primera fila de las gradas ubicadas atrás del templete estaban Palmerín y Mario Renán Castillo Fernández. Una fila atrás estaban los generales Domingo Ramírez Garrido Abreu ?quien aspiró también a la titularidad de la Defensa Nacional? y José Angel García Elizalde (también ex secretarible), quien mantuvo todo el tiempo la mirada fija hacia el frente y no intercambió palabra alguna con los oficiales que estaban a su lado.

fox37Después de que Fox llegó, se dirigió por una tarima de color rosa mexicano hacia el centro del campo, en donde recibió los honores correspondientes a su investidura de comandante supremo de las fuerzas armadas y Presidente de la República.

Acto seguido, el coro y la orquesta del Ejército interpretaron el Canto a la Bandera, al tiempo que Fox izaba el lábaro monumental ubicada a un costado de las gradas principales del lugar.

Escoltado por los dos generales y el vicealmirante, Fox escuchó 21 salvas en su honor y se dirigió a pasar revista a las tropas ubicadas a los lados y enfrente del templete de honor.

Después, Fox tomó la palabra. Señaló que México cuenta con cada uno de los militares del país en esta nueva etapa de su historia. Pero es muy importante ?aseveró? "que cada uno de ustedes tenga la certeza de que contará con México y su presidente en los años que vienen.

"Mucho ha recibido la nación de sus soldados, firmes centinelas de nuestra soberanía, que han sabido mantener siempre al lado del pueblo, sin condiciones ni prerrogativas, en momentos muy difíciles de emergencias y desastres", indicó el Presidente de la República al destacar también que en la tarea por crear nuevas y mejores oportunidades para el bienestar de los mexicanos "estarán siempre presentes los soldados de México".