VIERNES 1o. DE DICIEMBRE DE 2000

ANDANZAS

Por siempre el tango

Colombia Moya Ť Al centro de una larga mesa, acompañado de sus artistas, Luis Bravo, maduro, canoso, con el largo pelo atado en la nuca, no sólo es la imagen del macho criollo argentino, es además el cerebro, el creador de una refulgente veta artística que se llama Forever Tango. La compañía bajo su dirección y cuidado, apenas formada hace algunos años, ahora concentrada en un sólo grupo de treinta artistas, bailarines y músicos, uno de los espectáculos más vistos y atractivos del teatro de revista en Broadway, así como campeón de las giras mundiales que comprenden los cuatro puntos cardinales del orbe, dialoga brevemente con los periodistas, a quienes presenta con eficacia y casi sin olvidar nada, el panorama del espectáculo que ahora se presentará en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México del 5 al 10 de Diciembre.

Las preguntas van y vienen, Bravo aclara todo con respuestas medidas y certeras. La compañía que otrora tuviera tanto éxito en esta ciudad, ahora trae nuevas rutinas, nuevos rostros, todo nuevo y a la vez, el mismo tango siempre, "porque el tango se renueva constantemente''.

Tal vez por eso Bravo no usa coreógrafo alguno. Son los propios bailarines quienes arman secuencias y rutinas en base a la idea central y personajes o caracteres del espectáculo. En ellos, Luis Bravo ha tratado de reflejar al alma de su pueblo, los tipos humanos que en esta tierra asolada por los conflictos políticos, el tango, sublimado, más allá del bien y del mal, flota y permanece sobre todas las cosas conteniendo en sí, con poderosa vitalidad, la esencia pura del juego del amor y la vida; la ternura infinita, la pasión, el juego amoroso y sus devaneos, salpicado todo con el rol invariable del macho dominante, ya sea con la delicadeza de cadencias sutiles, o con el rigor y dominio del mando del hombre sobre la mujer, siempre en los deslices fugaces o retorcidos de piernas caderas y cinturas enredadas en un eterno abrazo, apenas por instantes separados para volverse a entrepiernar y entregar con más ardor y desmayo. El tango, según Luis Bravo, es lo único que la Argentina puede exportar al mundo. El mundo ha absorbido el tango, lo sabe, lo siente y lo conoce, esa es la aportación de Forever Tango al mundo. Alguien de la compañía mencionó que "es como el espectáculo de la recién fallecida Amalia Hernandez, difundiendo el alma de México por el mundo".

El infortunado comentario, harto discutible, se comprende como el intento de buena voluntad por acercarse al corazón de los periodistas y del público mexicano, cosa que en lo particular nos pareció absolutamente gratuita. Afortunadamente, el tango de Luis Bravo, enclavado en las raíces del pueblo en constante y permanente uso, aún con las complicadas variaciones corporales desarrolladas por bailarines de escuela, no parece haber traspasado los linderos hacia terrenos, aún con las exigencias del espacio escénico, de la exageración grotesca que en no pocas ocasiones desvirtúa la difícil alquimia de mezclar lo auténtico, con lo espectacular y comercial. Por último, entre otras cosas, Luis Bravo, con su tango "legitimo, inigualable, e inimitable", según sus propias palabras, agradeció públicamente a OCESA, sus empresarios, por haberlo traído una vez más a éste maravilloso país, que tanto gusta a sus artistas.