VIERNES 1o. DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Depende de avances en el diálogo: Camilo Gómez
Estudia Bogotá si mantiene la zona de distensión a las FARC
Ť Exigen rebeldes al gobierno pruebas de que se combate a grupos paramilitares Ť Choques en Santander causan 26 bajas a alzados
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Santafé de Bogotá, 30 de noviembre Ť El gobierno de Colombia analiza si prorroga o no a partir del 7 de diciembre el plazo legal de la zona desmilitarizada de 42 mil kilómetros cuadrados en el sur del país, que ha sido escenario de los diálogos de paz entre el gobierno y la mayor insurgencia colombiana.
El comisionado gubernamental para la paz, Camilo Gómez, señaló que ya comenzaron los análisis pero que de momento no se puede anticipar nada acerca de la decisión que habrá de tomar el presidente Andrés Pastrana, y que la eventual prórroga depende de diversos factores y avances para destrabar el diálogo.
Gómez, quien se apresta a sostener una nueva reunión con la directiva de las Fuerzas Armadas Revolucionrias de Colombia (FARC), indicó que la guerrilla no puede ser ajena a las últimas declaraciones para que vuelvan a la mesa de diálogo formuladas por el Frente Común por la Paz y contra la Violencia y el Consejo Nacional de Paz, un órgano asesor del Ejecutivo.
En torno a la exigencia de las FARC de que sólo volverá a las negociaciones cuando el gobierno responda por las acciones de los paramilitares de derecha, Gómez aseveró que el Ejecutivo "lucha contra el paramilitarismo y no por una imposición, y menos de las FARC, sino por el convencimiento que tiene de que esto debe ser así".
El presidente llamó la víspera a las FARC a retornar al diálogo, que esa guerrilla suspendió unilateralmente el 14 de noviembre, hasta agotar todos los esfuerzos por la pacificación. Y si bien no mencionó la zona de distensión con las FARC, apuntó que una eventual área de despeje para dialogar con el Ejército de Liberación Nacional sería objeto de estricto control, incluso de observadores internacionales.
No obstante, el vocero rebelde Raúl Reyes reclamó pruebas de la lucha del Estado contra el paramilitarismo y preguntó si van a pagar por sus crímenes, e insistió en que la actual zona desmilitarizada bajo su control se mantenga.
El enviado especial de Naciones Unidas para Colombia, el noruego Jan Egeland, llamó por su parte al gobierno y a las FARC a superar sus diferencias y reanudar cuanto antes las negociaciones de paz. Tras entrevistarse con ambos bandos, destacó que la ONU quiere que continúe el proceso de paz con el regreso de la guerrilla a las pláticas y el gobierno refrende la zona de distensión.
Por su parte, el ejército afirmó haberle causado 26 bajas a las FARC en combates en Santander, tras cercar a una columna rebelde de 360 efectivos, y que además 30 fueron capturados y 12 desertaron.