VIERNES 1o. DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Estado de emergencia por las exageradas tarifas


Cuestionan en California control privado de la electricidad

Ť El gobernador acusó a 3 principales distribuidoras de obtener ganancias obscenas, pues en un trimestre cobraron 6 mil mdd

Notimex, San Diego, 30 de noviembre Ť El gobierno estadunidense de California fue conminado por un grupo civil a realizar un referendo para determinar el control de la industria eléctrica, y poner fin a la crisis que generó el primer intento de liberalización de precios de Estados Unidos.

La demanda de transparencia en el manejo de la industria eléctrica cobró fuerza luego de ponerse en práctica el primer proyecto de liberalización de precios de la electricidad en el país, que derivó en un incremento tan exagerado de tarifas que fue decretado un estado de emergencia energética desde el verano pasado.

El gobernador del estado, Gray Davis, acusó a las tres principales distribuidoras de electricidad de obtener ganancias ''obscenas'' de más de 6 mil millones de dólares en un solo trimestre del año.

La firma de abogados Krause y Kalfayan, de San Diego, presentó el miércoles una demanda para exigir la devolución de al menos 4 mil millones de dólares que la compañía San Diego Gas and Electric (SDGE) habría cobrado al imponer precios elevados de manera unilateral.

Como consecuencia de lo anterior, la Fundación pro Derechos de Consumidores y Contribuyentes propuso que el electorado de California decida en los comicios de noviembre del 2002 si el estado debe administrar la producción y distribución de la energía eléctrica.

El ex gobernador de California, Pete Wilson, aprobó en 1996 una ley para liberalizar el precio de la electricidad, pero las tres principales empresas --Pacificas Gas and Electric, Edison y la SDGE-- sólo subieron los precios en sus respectivas regiones de influencia, sin competir en reducir tarifas y ganar mercado. Las cuotas aumentaron en más de 225 por ciento desde junio pasado en todo el estado.

El gobernador Gray Davis decretó en agosto un precio tope de seis y medio centavos de dólar por kilowatt hora, igual al que rige en el resto del país.

La tarifa tope tendrá vigencia hasta enero del 2003.

Mientras, las compañías envían recibos con dos precios simultáneos: uno del consumo con el costo que impuso California, y otro con una deuda más los intereses que cada cliente acumula y que deberá saldar en el 2003.