JUEVES 30 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Frenk, por impulsar la participación privada en los servicios médicos


Plantean reforma cabal en el sistema nacional de salud

Angeles Cruz Ť El sistema nacional de salud requiere de una "reforma cabal" mediante la cual se impulse la participación de la iniciativa privada en la prestación de servicios médicos; en tanto, la secretaría del ramo tendría la responsabilidad de "dar una dirección estratégica" para asegurar "eficiencia y equidad".

Esa es la visión de Julio Frenk Mora, nuevo titular de la Secretaría de Salud (Ssa), quien hoy será presentado ante los funcionarios de la dependencia.

En su calidad de investigador, Frenk ha promovido el modelo de "pluralismo estructurado" para el sector salud, por medio del cual plantea unificar a las instituciones y organizarlas por funciones, ya no por grupos sociales.

Ello permitiría, considera, terminar con la segregación de los usuarios de servicios médicos, con la duplicación de funciones, con la cobertura incompleta y con el desperdicio de recursos económicos que prevalecen en la actualidad.

El modelo de salud propuesto por Frenk apunta que la problemática del sector refleja las consecuencias de una falta de planeación estratégica, la mala distribución del ingreso en México y la ineficiencia del sistema para traducir las inversiones en beneficios.

Su propuesta señala la necesidad de contar con un sistema de salud que responda a los cambios impuestos por la transición epidemiológica. Se requiere, dice, un modelo flexible y adaptado a las necesidades sanitarias en las diferentes regiones del país.

Con el "pluralismo estructurado", cuya explicación está contenida en el libro La seguridad social en México, editado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas en 1999, la población estaría integrada de manera horizontal y la asignación de funciones sería explícita y especializada.

Una de esas funciones es la de financiamiento, que sería responsabilidad central de la seguridad social y se ampliaría para alcanzar una protección universal.

A diferencia de lo que ocurre en la actualidad, los subsidios estarían más orientados a la demanda que a la oferta.

"En lugar de asignar un presupuesto histórico a cada unidad de servicios independientemente de su desempeño -señala-, cada persona asegurada representaría un pago potencial", dependiendo de la elección de médico, clínica u hospital.

Para Frenk y sus colaboradores, el siguiente paso es que esos recursos financieros fluyan a la producción y el consumo de los servicios sanitarios.

Ello equivale a una afiliación de grupos a planes de salud, la especificación de paquetes explícitos de beneficios o intervenciones, la organización de redes de proveedores -de modo que se estructuren las posibilidades de elección por parte del consumidor-, la elaboración y el establecimiento de incentivos a los oferentes mediante mecanismos de pago y la gestión de la calidad de la atención.

La función de articulación sería responsabilidad de instituciones especializadas -las "organizaciones administradoras de servicios integrales de salud"-, pero que, tras las reformas aprobadas hace un año a la Ley de Instituciones de Seguros y Sociedades Mutualistas, responden al nombre de Institutos de Servicios Especializados en Salud (ISES), cuya reglamentación está aún pendiente.

Con el fin de atender las necesidades de salud de las áreas urbanas, los ISES competirían entre sí para afiliar individuos y familias; mientras, en las zonas rurales, dado que no es factible encontrar las condiciones para la competencia, la alternativa es la licitación pública a organizaciones que se responsabilicen durante un tiempo determinado por la salud de una población definida.

Como resultado de la existencia de mayores opciones, la prestación directa de servicios quedaría abierta a todo un conjunto plural de instituciones, tanto públicas como privadas, apunta.

Otro componente del modelo es la modulación. De esta función se responsabiliza a la Ssa. Consiste en dar una dirección estratégica al sistema en su conjunto. "En lugar de ser un oferente más de servicios, por lo general el más débil (la dependencia), aseguraría una interacción equilibrada, eficiente y equitativa entre todos los actores mediante la estructuración de reglas e incentivos adecuados".

Esa función no debe dar lugar a la concentración burocrática de poder, puntualiza. La Ssa delegaría cada vez más la operación real de muchas de las reglas a organizaciones participantes de la sociedad civil que no estén ligadas a intereses especiales.

Frenk concluye que el actual sistema de salud requiere de una reforma cabal, para la que será importante conservar los elementos de progreso obtenidos durante el pasado medio siglo. A la vez, será necesario identificar y superar los obstáculos que se oponen a un mayor avance.

Se deberá eliminar la carga de problemas acumulados y enfrentar las condiciones emergentes. Subraya que aunque las sociedades corren muchos riesgos al innovar, tienen también el privilegio de inventar un mejor futuro para sí mismas.

Oferta sanitaria por regiones

-El núcleo de extrema pobreza en las áreas rurales, que tendría "paquete de intervenciones esenciales", no se basa en el principio de "lo mínimo para los pobres", sino en "lo mejor para todos". Estaría integrado por las intervenciones que los análisis de costo-efectividad han destacado como las mejores inversiones en salud. Julio Frenk destaca que lo esencial no es lo mismo que "mínimo" o "básico". El financiamiento sería de carácter público en forma de subsidios.

-El sector informal que vive en la pobreza y se encuentra en zonas urbanas y periurbanas está integrado por quienes tienen un acceso parcial a los servicios de salud, pero no cuentan con una protección financiera y están excluidos de la seguridad social. La propuesta es un paquete explícito de beneficios, que serían financiados mediante esquemas de prepago y subsidios orientados a la demanda, según el ingreso de los hogares. Se plantea un financiamiento de carácter público, pero bajo la modalidad de contribuciones obligatorias que anticipan episodios de enfermedad.

-Para el sector formal, concentrado en las áreas urbanas, se plantea aplicar de lleno el modelo de pluralismo estructurado, con la competencia entre los Institutos de Servicios Especializados en Salud (ISES). Habría libertad de elección del servicio médico. Para ello se requiere una oferta de servicios abundante y consumidores informados. La propuesta de financiamiento público es igual a la del inciso anterior.