JUEVES 30 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Aumentaron exportaciones de crudo y no se logró impulsar la refinación
A extracción, la inversión sexenal destinada a Pemex
Miriam Posada García Ť Durante el sexenio por concluir el gobierno federal impulsó una política de incremento en las exportaciones de petróleo, mantuvo su dependencia de los ingresos petroleros, puso en marcha los más importantes proyectos de producción de crudo y gas, permitió la entrada de capital privado en la rama del gas natural, no logró impulsar la refinación, y continuó con el hundimiento de la petroquímica.
Petróleo
Entre 1995 y el 2000 las inversiones en Petróleos Mexicanos (Pemex) ascendieron a 375 mil millones de pesos, monto superior en 65 por ciento a lo invertido durante el sexenio anterior, y en su mayoría fueron destinados al desarrollo de rehabilitación del megacampo Cantarell para lograr la mayor extracción de crudo en la historia del país, y también de gas natural con el proyecto de la Cuenca de Burgos.
En este periodo la producción de petróleo se incrementó de 3 millones 62 mil barriles por día a 3 millones 453 mil barriles diarios, mientras la producción de gas natural pasó de 3 millones 759 mil de pies cúbicos por día, a 4 millones 699 mil pies cúbicos. Durante los primeros cuatro años del sexenio se elevaron también las exportaciones de un millón 305 mil barriles al día a un millón 638 mil, que a lo largo de seis años sumaron ventas por 56 mil 445 millones de dólares; casi 80 por ciento de esos ingresos provinieron de ventas a Estados Unidos.
Al cierre del 2000 los ingresos petroleros del gobierno federal serán superiores a los 232 mil 593 millones de pesos, equivalentes a más de 35.9 por ciento de lo que percibirá en total la hacienda pública, porcentaje que fue la constante de seis años.
Gas natural
En el caso del gas los resultados no fueron tan alentadores debido a que la alta demanda de este combustible en especial para la industria eléctrica obligó a México a incrementar sus importaciones y a suspender exportaciones. A mediados de este año los grandes consumidores de gas natural sufrieron un fuerte descalabro debido a que los precios se elevaron de manera inusitada al pasar de 2.50 dólares por millón de Btu hasta 5 y 8 dólares.
Pemex Gas y Petroquímica Básica se vio obligada a hacer descuentos, a flexibilizar contratos y a dar prórrogas de pago a los industriales para que contrataran coberturas de riesgo, todo esto a cargo de la subsidiaria la cual desde 1996 puso en marcha el desarrollo del proyecto de la Cuenca de Burgos, y a principios del 2000 el Programa Estratégico de Gas con los que se pretende producir el gas natural suficiente para satisfacer la demanda, en especial del sector eléctrico cuyo crecimiento se sustenta en el consumo de gas natural.
En materia de transporte y distribución las modificaciones legales permitieron el ingreso de capital privado en estos dos rubros, por lo que la Comisión Reguladora de Energía otorgó 84 permisos que representan compromisos de inversión por 2 mil 156 millones de dólares y el desarrollo de infraestructura energética en 39 mil kilómetros de gasoductos en 24 estados del país. La mayoría de las empresas involucradas en esta industria son de origen español, francés, canadiense y estadunidense.
La tentativa para la próxima administración es que los particulares participen en la explotación de yacimientos de gas natural no asociado, dejó entrever el secretario saliente, Luis Téllez Kuenzler.
Refinación
Durante este sexenio se puso en marcha el desarrollo del programa de reconfiguración del Sistema Nacional de Refinerías con el que se pretende disminuir las importaciones de gasolinas que actualmente se ubican en 140 mil barriles por día -casi el 30 por ciento de lo requerido en el país-, y cuya demanda crecerá a una tasa de 4.2 por ciento anual. A la fecha las únicas dos refinerías que están fuera del proyecto son Minatitlán y Salina Cruz.
Petroquímica
La industria petroquímica nacional fue la que menos atención le mereció al gobierno saliente, las inversiones destinadas fueron sólo para el mantenimiento de las plantas existentes, y el empeño por privatizarlas obligó a por lo menos dos sonados intentos que fueron un fracaso porque la oferta gubernamental no resultó atractiva para los potenciales inversionistas.
Al cierre del sexenio el secretario Téllez sugirió reunificar a la industria que por cuestiones ''administrativas'' se dividió en petroquímica básica y secundaria provocando la desintegración de las cadenas productivas, el cierre de plantas, la pérdida de empleos y de millones de pesos que a decir de especialistas deberían haber ingresado al país al procesar los petroquímicos en productos de mayor valor agregado.
Los pendientes
Raúl Muñoz Laos recibirá una paraestatal por la que pasaron durante un sexenio tres directores. El fugaz Carlos Ruiz Sacristán, el hombre formado en Pemex y responsable de su restructuración, Adrián Lajous, y el político Rogelio Montemayor. Asimismo, será quien coseche los resultados de los proyectos energéticos más importantes del país, como Cantarell y Burgos, quien concluya la reconfiguración de las refinerías, decida sobre la construcción de dos más que son necesarias para la producción de gasolinas, y quien anuncie la explotación de yacimientos recién descubiertos como el Sihil y algunos otros.