JUEVES 30 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Senadores de PRI y PRD


Muñoz Leos no es la persona idónea para dirigir Pemex

Andrea Becerril y Víctor Ballinas Ť Las fracciones del PRI y del PRD en el Senado pidieron a Vicente Fox reconsiderar el nombramiento de Raúl Muñoz Leos como director de Pemex, debido al gran riesgo que significa dejar la principal empresa del país en manos de quien hasta hace poco fue director de una de las dos más poderosas trasnacionales de la petroquímica.

''Atemoriza un nombramiento en ese sentido toda vez que, además de un serio conflicto de intereses, están en juego asuntos de seguridad nacional, ya que el directivo de Dupont podrá disponer de información muy delicada, como las reservas probadas, los costos de producción de petróleo y otra igualmente relevante'', advirtió la dirigente nacional del PRI, Dulce María Sauri Riancho.

Entrevistada antes de que los 60 senadores del tricolor dieran inicio a una reunión en la que analizaron su postura en materia de energéticos, Sauri advirtió que los legisladores de su partido se mantendrán particularmente vigilantes para impedir que ''de manera abierta o encubierta'' Fox intente privatizar Pemex.

Agregó que pedirán a quien mañana habrá de asumir la Presidencia adoptar una actitud nacionalista y reconsiderar el nombramiento de Muñoz Leos.

Por separado, el senador perredista Lázaro Cárdenas Batel dijo que su bancada considera muy delicado que al frente de Pemex se nombre a un alto directivo de la trasnacional que tiene intereses muy fuertes para la privatización de la petroquímica. ''Ello sólo viene a confirmar lo que el PRD ha venido denunciando sobre la política de Fox en materia de energéticos'', agregó el nieto del artífice de la expropiación petrolera.

Agregó que debe pedirse a Fox el reconsiderar tal nombramiento. ''Creo que como presidente electo debe tener la sensibilidad de atender la preocupación que el PRD y otras fuerzas políticas le plantean''.

Por su parte, la senadora Sauri dijo que los legisladores del PRI trabajan para presentar una política de Estado en materia de energéticos, además de vigilar que quien dirija Pemex y las demás paraestatales ''cumplan escrupulosamente la ley''. No se trata, aclaró, de acosar a la Presidencia de la República, sino de acotarla y ''evitar que se ponga la iglesia en manos de Lutero. Los priístas estamos obligados a vigilar que ninguna empresa prioritaria se venda''.