JUEVES 30 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Conclusiones de intelectuales, políticos e IP
Está en riesgo el desarrollo en Iberoamérica si persiste pobreza
Ť Enfrentar unidos los retos de la globalización, proponen
Roberto González Amador, Roberto Garduño y Juan Manuel Venegas Ť El modelo de desarrollo seguido por los países de Iberoamérica es insostenible, mientras naciones de esta región no logren acabar con la pobreza, generar mayores oportunidades de igualdad y una mejor distribución del ingreso, concluyó un grupo de intelectuales, políticos y empresarios al término de una reunión de un día celebrada ayer en la ciudad de México.
"El principal objetivo de lo que pueden ser las acciones políticas, económicas y culturales es la eliminación de la exclusión, de la marginación y de la pobreza", expresó Felipe González, ex presidente del gobierno español, al presentar las conclusiones del Foro Iberoamérica, un mecanismo de debate creado en agosto pasado a iniciativa del escritor mexicano Carlos Fuentes y del argentino Ricardo Esteves, y que agrupa a creadores, políticos y empresarios de diez países de Latinoamérica, España y Portugal.
En particular, manifestó que un continente como América Latina tiene una enorme fragilidad, y por eso "seguirá siendo emergente como región", mientras no tenga una sociedad más cohesionada, con mayor igualdad de oportunidades, mejor distribución del ingreso y por tanto eliminando progresivamente la pobreza.
La discusión que ocupó todo el día de ayer tuvo como anfitriones a los empresarios mexicanos Carlos Slim Helú, del grupo Carso, y a Manuel Arango, del grupo Concord.
La idea de que los países iberoamericanos deben acometer juntos los retos de la globalización y poner por delante la riqueza cultural de estas naciones para hacer frente a esos desafíos, prevaleció a lo largo de la sesión "de reflexión" ocurrida ayer, según expresó el propio Felipe González.
"La globalización -expresó el ex canciller mexicano Bernardo Sepúlveda- está produciendo un cambio fundamental y, sin embargo, los conceptos iberoamericanos para interpretar ese cambio siguen siendo antiguos; conceptos que no han sido suficientemente renovados y, en función de ello, requerimos un andamiaje intelectual nuevo para ajustarnos a las novedades que se están planteando ahora".
Bernardo Sepúlveda consideró que en Iberoamérica es necesario "inventar un nuevo instrumental" con el propósito de otorgar una mejor explicación al cambio que se está produciendo. Por ello, anunció, el Foro Iberoamérica ha decidido dar continuidad a los ejercicios de reflexión como el realizado ayer, y por tanto convocó a una próxima reunión, sin fecha definida, en Buenos Aires, Argentina, "a efectos de lograr esas interpretaciones propias que nos son tan indispensables".
Para ampliar la aportación de ideas, Felipe González anunció que al próximo foro serán invitados tecnólogos y representantes de la comunidad de habla española que residen en Estados Unidos.
El Foro Iberoamérica, expresó el político español, constituye el primer ejercicio de reflexión de su tipo, que realizan pensadores, empresarios y políticos de la región. "La novedad que aporta este ejercicio es que pocas veces se produce en sesiones de trabajo una relación entre políticos, empresarios y gente del mundo de la creación cultural".
Pero para tratarse de un primer ejercicio de este tipo, los participantes, según las conclusiones ofrecidas a la prensa, dejaron claro que las naciones iberoamericanas tienen más que ganar si enfrentan de manera común los retos de la globalización.
"Ninguno de nuestros países, solo, tiene dimensión para enfrentar con alguna ventaja comparativa el desafío de la globalización", comentó Felipe González.
Expuso que este conjunto de naciones representa "una identidad de identidades, que forman una proximidad cultural más poderosa que la cultura anglosajona, no digo que la lengua inglesa. Tenemos una buena oportunidad si hay un sentimiento de coordinación del esfuerzo y de sumar propósitos dentro de ese nosotros".
Por tanto, dijo, el razonamiento de los participantes en el debate es que si la información, la economía y las finanzas se globalizan, los políticos, empresarios y creadores culturales deben discutir qué pueden hacer para definir el papel de las naciones iberoamericanas dentro de esa globalización y dar una respuesta conjunta.
"Tenemos algo que hacer mucho más juntos que separados, esto es evidente. Por tanto, no hay ninguna desventaja en actuar unidos y existen todas las ventajas posibles de unir esfuerzos", agregó.
En su turno, el ex canciller brasileño Celso Lafer manifestó que un punto que unificó la percepción de los participantes en el foro fue la verificación de que el mundo cambió, y que no podrían quedarse aislados en su propia tarea; que los retos por enfrentar son conjuntos; "que el mundo funciona por medio de redes, y que estas redes no pueden ignorarse".
Entonces, añadió, el mundo de la creación cultural y artística, el de la empresa, el de las cadenas productivas y el de los políticos tienen que buscar un camino común para enfrentar los retos.