MIERCOLES 29 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť La mejor manera de terminar el sexenio, con algunos de mis ídolos, dijo 


Con los deportistas del siglo, la última reunión de Ernesto Zedillo

Ť Nostalgia de quienes aprovecharon la ceremonia para despedir al sistema que representaron

Abril del Río, Rosalía A. Villanueva y Jorge Sepúlveda Marín Ť Una ceremonia de reconocimiento a 76 deportistas mexicanos considerados los mejores del siglo XX fue la última recepción que hizo el presidente Ernesto Zedillo en la residencia oficial de Los Pinos.

Ahí, el primer mandatario reveló que "no encuentro mejor manera de acabar el sexenio que reuniéndome con gente como ustedes", y sin personalizar dijo que muchos de ellos, en distintas etapas de su vida, fueron su inspiración.

zedillo-puas-jpg"Aquí están algunos de mis ídolos de cuando era niño, de joven y también de adulto, y en nombre del pueblo de México les doy las gracias", expresó.

Grandes glorias del deporte de antaño y de la actualidad, incluidos atletas discapacitados, acudieron a la premiación esperada desde marzo pasado, cuando la Comisión Nacional del Deporte recabó la votación que solicitó a los medios informativos para definir a los mejores atletas del siglo.

Pero a lo largo del año, entre reclamos y conciliaciones de protagonistas o familiares de algunos finados, la lista creció y hubo disciplinas hasta con cinco reconocimientos; al parecer, fueron pocos los sentidos por quedar marginados.

En la última cita en el salón Adolfo López Mateos, donde el espacio resultó insuficiente para los galardonados y sus familiares, se intentó recordar en un video las hazañas del deporte mexicano.

Sin embargo, las imágenes se perdieron en dos enormes pantallas mal reflejadas con la luz que se filtraba por los domos, así que sólo alcanzó a escucharse el fondo musical, el de la serie Misión imposible.

Sin tiempo para discursos largos, salvo el del cuatro veces medallista olímpico, el ex clavadista Joaquín Capilla, y el improvisado de Zedillo, los homenajeados, o los representantes de algunos fallecidos o ausentes, fueron llamados para recibir sus placas de cristal en madera.

No se estableció un orden cronológico ni por disciplina, y solamente se escucharon ovaciones cuando aparecieron los ídolos de mayor peso como Francisco Cabañas, primer medallista olímpico en boxeo, en Los Angeles 32.

Asimismo, Rubén Púas Olivares, Roberto Beto Avila, Antonio La Tota Carbajal, Fernando Toro Valenzuela, Manuel Raga, Hugo Sánchez, éste fue representado por su hijo del mismo nombre, y desde luego los recientes medallistas de Sydney: Soraya Jiménez, Saúl Mendoza y Juan Ignacio Reyes.

Se mostraron especialmente agradecidos con el reconocimiento aquellos líderes de actividades no populares que, sin embargo, han tenido importantes alcances mundiales como los montañistas Ricardo Torres Nava, Elsa Avila, Hugo Rodríguez y Carlos Carsolio.

Asimismo, el ciclista Raúl Alcalá, el esquiador acuático Jorge Font, el de motonáutica Carlos Kuri, el velerista Erik Mergenthaler, los polistas Rubén y Guillermo Gracida, la bolichista Edda Piccini, y los fallecidos Rafael Pelón Osuna, Joe Chamaco Conde y Pedro Rodríguez, entre otros.

Adiós al sistema

Algunos, invadidos por la nostalgia ante ese fin del sistema con el que se identificaron, representaron y se beneficiaron de acuerdo con sus logros deportivos, aprovecharon la ocasión como una despedida, y entre los más añejos se escuchaba la frase : "perdió nuestro gallo".

Otros ya tenían la mira puesta en el futuro, en lo que le espera al deporte, como Soraya, quien apresuraba la salida para acudir a una reunión que Nelson Vargas ofrecía a los medallistas.

Hubo quienes abiertamente buscaban la foto del recuerdo y el Púas vio frustrado su intento al ser detenido en la puerta de seguridad, pues los guardias lo conminaron a regresar su cámara.

"Estos están dementes; yo ya me voy a mi casa", pero el ex campeón mundial demostró que todavía es bueno para las fintas y regresó a ocupar su lugar de primera fila, para después bromear con el jefe del Ejecutivo.

Sin perder el humor, ya afuera diría que con el premio "no les voy a dar de comer a mis hijos, o ¿lo llevaré al Monte (de Piedad) a ver cuánto me dan?".

La siguiente administración deportiva era el tema. Los presidentes de federaciones se preguntaban quién será la persona que nombrará Vicente Fox, como lo marca el estatuto, para sustituir a Felipe Muñoz al frente de la Codeme (Confederación Deportiva Mexicana), pero nadie se aventuró a mencionar al o los posibles favoritos.

Los deportistas permanecieron en el salón mientras el presidente Zedillo agitó la mano en señal de adiós, antes de desaparecer por la puerta trasera.