MIERCOLES 29 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Sólo referencias vagas en la Dirección de Obras del municipio morelense
Nadie en el DF y en Yecapixtla saben del balneario de los trabajadores del Metro
Ť En la zona existe un proyecto de centro vacacional, pero se desconoce su verdadero dueño
Ť Sólo se observan decenas de vacas, caballos y uno que otro burro pacer en las instalaciones
Raúl Llanos, enviado, Yecapixtla, Mor. Ť Para los habitantes de esta localidad, el centro vacacional de los trabajadores del Metro es inexistente. Nadie lo conoce, nadie sabe dónde está.
Los taxistas que a la entrada de este lugar prestan sus servicios nunca han escuchado hablar de él, ni aquellos vecinos que fueron consultados y que han nacido aquí, ni siquiera el presidente municipal, Benito Jiménez, a pesar de que antes de ocupar su actual cargo fue diputado local por este mismo distrito electoral.
"Si alguien estuviera construyendo algo nosotros lo sabríamos, pero no hay nada. Si hubiera una nueva construcción o la estuvieran ampliando ya la hubiéramos conocido. Yo ya tengo tiempo aquí y conozco todas las tierras, los ejidos y que yo sepa de una obra que esté construyéndose, pues no", puntualiza el alcalde ante la insistencia del reportero.
El recorrido efectuado por este diario abarca una amplia zona de este municipio, famoso, principalmente, por la calidad de su cecina y la majestuosidad de su convento de San Juan Bautista, que llevó nueve años a los agustinos construirlo y terminarlo en 1541. Lo mismo se pregunta a los encargados de pequeños estanquillos y tiendas como a los elementos de seguridad pública o a vecinos en las calles. Pero nadie conoce un centro vacacional de los trabajadores del Metro.
El inmueble no puede pasar desapercibido, ya que según el órgano oficial de los trabajadores sindicalizados del Metro, Trinchera (número 164/enero de 1999), el terreno tiene una extensión de 42 mil 565 metros cuadrados. De hecho se precisa que está inscrito en el Registro Público de la Propiedad de Cuautla, Morelos, bajo el número 643/4 a fojas 465/5, "encontrándose en la actualidad al corriente en su pago predial".
Pero es en la Dirección de Obras de Yecapixtla donde personal que labora ya desde hace tiempo da una referencia vaga: "hay un terreno, el de La Ballena, que e stá junto a los viveros y que es de un sindicato de trabajadores del DDF (sic). Allí construyeron albercas, pero ya hace mucho tiempo. Tiene como 10 años, pero desde hace como cinco años no se ha movido nada".
Hacia esa referencia es el destino. Allí, pegado a los "Viveros de Yecapixtla" --propiedad de la Secretaría del Medio Ambiente del DF-- y pegado al camino a Huextla, se localiza un extenso predio que no tiene ninguna identificación. No se sabe si es del Metro o de otro organismo. Su límite con la carretera lo marca un alambrado de púas, y a 60 metros de terreno escalpado se divisa una construcción. El camino es de terracería y pasto seco.
Ya en la parte alta se observan decenas de vacas, caballos y uno que otro burro. Ahí también está levantada una reja de dos metros de largo, por medio de la cual se observan dos albercas y chozas con asadores. Una caseta con vidrios rotos es muestra de lo que pretendió ser el punto de acceso al proyecto de balneario.
Es en ese lugar donde se encuentra una placa metálica que reza: "Centro Vacacional Yecapixtla para los Trabajadores del DDF. Construido con las aportaciones de las cuotas sindicales de nuestros agremiados. Inversión en esta primera etapa: 42 millones de pesos. Yecapixtla, Mor., 28 de abril de 1983. Secretario general del SUTGDF Diputado Miguel Angel Morado Garrido".
Un joven oriundo ordeña las vacas. Ve el ingreso de los enviados de este periódico y no pone objeción a que se adentren en lo que pretende ser un balneario. Recorriendo el lugar se ven dos albercas con agua verdosa; ocho chozas con dos asadores cada una; más ganado vacuno; una construcción en la que están fuera de servicio dos cisternas; un área de vestidores; dos baños. Todo descuidado, todo en completo olvido.
Las áreas que deberían servir para el ingreso de paseantes es hoy almacén de pastura o bien fue adaptado para caballerizas. No se advierte ninguna barda levantada, y su único límite del lado contrario a la entrada es la barranca profunda de Yecapixtla, esa que nace en el estado de México.
Se pregunta al encargado del lugar si el terreno es propiedad de los trabajadores del Metro. No lo sabe. Sólo alcanza a mencionar que el encargado del lugar es Eduardo Arias, pero "regresa hasta mañana". Quizá él, como muchos empleados del STC, desconoce dónde está el centro vacacional de los trabajadores del Metro.