MIERCOLES 29 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Sirven al GDF, dice
Esquiroles, detrás de la denuncia en mi contra: Espino
Raúl Llanos Samaniego Ť "Las denuncias en mi contra son como llamados a misa... no hay nada irregular", afirmó ayer el líder sindical y diputado del PRI, Fernando Espino Arévalo, quien revirtió la acusación y señala que la gente que lo señala son "esquiroles" al servicio de funcionarios del Gobierno del DF y del Sistema de Transporte Colectivo-Metro.
Visiblemente molesto, el dirigente obrero fue reacio a comentar la queja que presentó ante la Asamblea Legislativa un grupo de trabajadores del STC, quienes consideran que Espino viola la Constitución y demás leyes al devengar un sueldo por parte del Poder Legislativo y otro del sector público, pero ante la insistencia soltó sus opiniones:
"Yo creo que esa es una respuesta de las autoridades del Metro por las denuncias que hemos hecho de las malas administraciones de algunos funcionarios", y acusa directamente a Saúl Escobar, subsecretario del Trabajo del GDF, y a Mario Zepeda y José González Quintero, directivos de la empresa pública.
De hecho, durante la sesión ordinaria de ayer en la ALDF, el legislador priísta buscó subir a tribuna para presentar un pronunciamiento en respuesta al señalamiento que se le hace, sólo que en el interior de su fracción se acordó no hacerlo. En el documento señala que los denunciantes "hace tiempo fueron expulsados de las filas de nuestra organización sindical" y que detrás de la "infundada acusación" hay "claros fines políticos".
Alega ahí que por lo establecido en el artículo 43 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, y 63 y 137 del Reglamento de Condiciones Generales de Trabajo, aplicable en el STC, tiene licencia con goce de sueldo, por lo que no desempaña hoy ningún cargo o empleo del gobierno local. Este tipo de licencias "son un derecho de los trabajadores, ganado a pulso y reconocido en todos los contratos colectivos y reglamentos de condiciones generales de trabajo en la República Mexicana".
Entonces, comentó brevemente en entrevista, "no estoy incurriendo en ninguna ilegalidad, y por eso no tengo motivo alguno para renunciar a mi plaza de base, de la que he sido titular durante 30 años en el STC", y menos cuando lo exige un grupo que no es de nuestro sindicato y que no representan ni uno por ciento de los trabajadores.
Uno de los que intervinieron para no llevar al pleno el pronunciamiento de Fernando Espino fue precisamente Miguel González Compeán, integrante también de la fracción priísta, quien argumentó que "lanzarse contra Fernando porque cobra dos salarios es la reacción más grande del mundo contra las organizaciones sindicales y sociales, porque el artículo 123 constitucional establece que ese tipo de personas no son empleados directos del sector público, sino pagados por su organización sindical".
A final de cuentas, dijo, el objetivo es que en las cámaras legislativas estén representados diversos sectores sociales, y "de querer llegar a los extremos, entonces tendremos que decirle a Alejandra Barrales (diputada federal) que renuncie a su cargo".