MARTES 28 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Cuotas, uno de los temas centrales: De la Fuente
El congreso no será solución absoluta ni puerta al caos
Ť El rector de la UNAM señala que debe haber una definición legal más clara sobre la gratuidad o no de la educación superior
Karina Avilés /II y última Ť El congreso de la UNAM no será "la solución absoluta a todos los problemas" de la institución ni tampoco será "la puerta de entrada al caos universitario", advierte el rector Juan Ramón de la Fuente al considerar que uno de los "temas centrales" a discutir en la agenda de ese foro será el de las de cuotas. En relación con el reciente planteamiento del Banco Mundial de que la UNAM debe aumentar el cobro de colegiaturas, afirma que "no es admisible" seguir los mandatos de los organismos internacionales porque la política de cobros "es un asunto que tiene que ver con nuestra autonomía".
El rector se refiere a la polémica que ha generado el artículo tercero constitucional en relación con la gratuidad o no de la educación superior, y señala que es necesaria una definición más precisa de ese precepto. "La UNAM podrá tomar una definición al respecto, pero si tenemos un marco constitucional más claro será mucho más viable tomar la mejor decisión", destaca.
Sin embargo, considera que la "clave" del financiamiento radica en que "cualquier planteamiento que se haga no sirva como pretexto para que el gobierno deje de asumir su responsabilidad" con la UNAM, pero también se deben encontrar "las mejores formas" que complementen esos recursos para que la institución "pueda seguir creciendo y desarrollándose".
Asegura que su proyecto académico "sí difiere" del de su antecesor Francisco Barnés de Castro. En la actual administración "ha habido una propuesta de la comunidad para hacer una reforma y una transformación" de la Universidad Nacional, la cual ha permitido "ir destrabando parte del conflicto que tenía atrapada a la UNAM durante 1999".
En plática con La Jornada, el rector habla de las limitaciones que ha tenido en su primer año de gestión y de las perspectivas de la reforma universitaria que constituye "el principal reto en los próximos meses".
-Recientemente, el Banco Mundial y algunos legisladores han planteado que la UNAM incremente cuotas, Ƒesto es posible después del conflicto por el que ha pasado?
-Lo que no es posible, no es admisible para mí -ni como universitario ni como servidor público que fui- es seguir este tipo de mandatos de organismos internacionales. Eso es un asunto que tiene que ver con nuestra autonomía y capacidad que tenemos para definir nuestras políticas.
"Por otro lado, el tema tiene múltiples aristas y no podemos plantearlo simplistamente porque ya vimos que no funciona. Creo que hay que amarrarlo a los aspectos académicos, a los criterios de admisión y de permanencia. Hay que reconocer que la universidad pública cumple una función social muy importante con miles de estudiantes que no tienen recursos para pagar una educación privada, la cual es un principio fundamental que debe mantenerse en la discusión.
"Esto no necesariamente excluye el que pudiera haber mecanismos complementarios de financiamiento. A mi juicio, la clave radica en que cualquier planteamiento que se haga no sirva como pretexto para que el gobierno deje de asumir su responsabilidad".
Revisión constitucional
-ƑEntonces, el incremento de cuotas está descartado en la UNAM?
-Es uno de los puntos que hay que discutir en el congreso y probablemente será uno de los temas centrales y de los que tendrá mayor participación. El planteamiento tiene que darse de una manera diferente. Primero, debe haber una definición más clara del artículo tercero constitucional que se ha prestado a controversias en relación con la gratuidad o no de la educación superior.
"El financiamiento de la UNAM debe seguir siendo fundamentalmente una responsabilidad del Estado. El financiamiento complementario tenemos que vincularlo a los aspectos académicos, porque abordarlo de manera fragmentada nos volvería a llevar a una discusión sin fin y a precipitar inec esariamente, quizá, un nuevo conflicto... La UNAM podrá tomar una definición al respeto, pero si tenemos un marco constitucional más claro será mucho más viable tomar la mejor decisión.
"De todas maneras, el tema lo abordaremos en el congreso universitario, haya o no una definición más puntual por parte del Poder Legislativo que podría considerar la oportunidad de hacer una revisión de algunos párrafos del tercero constitucional".
-Muchos universitarios ven el congreso universitario como el medio que resolverá los problemas de la universidad, Ƒqué tanto es cierto esto?
-Y otros lo ven con gran escepticismo, hasta con cierta resistencia. Es importante generar una perspectiva realista: ni el congreso va a ser la solución absoluta a todos los problemas de la UNAM ni tampoco va a ser la puerta de entrada al caos universitario. El congreso pondrá a prueba la madurez y la capacidad de los universitarios para hacer las transformaciones que la universidad requiere. Allí podrán salir los grandes lineamientos de esa transformación, que después tendremos que ir implementando a través de los cuerpos colegiados correspondientes... La reforma no se agota en un congreso pero se facilita a través de un congreso.
-Pareciera que su gestión ha tenido que actuar entre coyunturas: primero, la huelga, luego, la normalización de la vida académica, y ahora un cambio de gobierno. ƑCuáles han sido los verdaderos márgenes de movilidad del rector en estos tres escenarios?
-En efecto, ha sido un año en que hemos estado en medio de esas coyunturas que nos han limitado la posibilidad de avanzar en algunos proyectos de largo aliento, de mayor alcance, en un ejercicio de planeación más profundo. Hemos tenido diversos programas en las áreas de ciencias, división cultural y estudios de licenciatura derivados de reuniones de planeación.
"Bueno, esta es la universidad que me ha tocado dirigir en tiempos de enorme complejidad. Para un universitario servir a la UNAM en tiempos difíciles siempre es un privilegio. Confío en que, librando este tramo de transición política y ya habiéndose normalizado la vida académica, podamos entrar a la siguiente etapa de la transformación y del congreso. Antes, debemos tener claro el subsidio del próximo año, que ha sido otra de las coyunturas que me han tenido acotado, porque yo entré a la UNAM con un presupuesto que estaba prácticamente definido. Sí, ha sido un año que se ha caracterizado por salir de un acotamiento para entrar al siguiente".
-ƑExiste o no continuidad en su proyecto respecto del que lo antecedió, y si hay un cambio, en qué consiste el proyecto de Juan Ramón de la Fuente?
-Básicamente en lo que planteamos desde el inicio: hacer una transformación de la universidad en su estructura administrativa, en su marco jurídico, en el fortalecimiento de lo académico que es lo sustancial y en una mayor participación de la comunidad en la toma de decisiones a través del fortalecimiento de los cuerpos colegiados....
"A lo largo de este año iniciamos ya algunos cambios que son de la competencia del rector, hemos procurado disminuir la estructura administrativa, restituir la vigencia de los cuerpos colegiados que estaban vencidos, del Consejo Universitario (CU), de los consejos técnicos, de la Junta de Gobierno, del patronato mismo. Ahora, todos los órganos de autoridad están vigentes con nuevos universitarios que han sido nombrados por los conductos institucionales. Lo anterior permitirá llegar al inicio del próximo año en mejores condiciones para iniciar el congreso y la reforma...
"Ahora mismo estamos inmersos en la discusión del presupuesto para 2001 y tratando de responder uno a uno los múltiples argumentos esgrimidos contra la universidad pública y nacional. Esto ha sido parte importante de la gestión de este año. Dejar en claro que la UNAM tiene una filosofía muy precisa que es la de ser una universidad pública, nacional, autónoma y que su modelo, si bien requiere de algunas transformaciones y considero que por lo menos algunas de ellas serán profundas, sigue siendo viable".
-ƑPero hay o no ruptura con el proyecto de Barnés?
-Hay un planteamiento que sí difiere en cuanto a que ha habido una propuesta de la comunidad para hacer una reforma y una transformación de la universidad. Esto ha sido uno de los elementos que ha permitido ir destrabando parte del conflicto que tenía atrapada a la UNAM durante 1999.
-ƑCree que deberían existir otras formas de consulta en donde la participación de la comunidad fuera más amplia?
-šPor supuesto! Pero si por democracia entendemos que las decisiones se tomen en asambleas y que por cada universitario un voto, eso no nos lleva más que al populismo y a un modelo de universidad con el que no estoy de acuerdo. Pero si por democracia entendemos abrir los espacios en los cuerpos colegiados y procurar que las decisiones sean menos discrecionales y más el producto de la opinión colegiada de la comunidad, estoy absolutamente a favor de hacer los cambios en ese sentido.
-ƑEl plebiscito podría ser un instrumento que se institucionalice para la toma de decisiones fundamentales en la vida de la UNAM?
-Considero que no debería ser un ejercicio cotidiano en la vida de la institución. La primera vez que se realizó fue en condiciones muy específicas, y mostró en su momento una gran participación y entusiasmo, y permitió validar una propuesta que el CU aprobó para que se sometiera a la consulta. Lo que mostró es que sí hay posibilidades de generar mecanismos innovadores para hacer más participativa la toma de decisiones. Habrá que ser cuidadosos sobre cuáles son los que mejor se adaptan al tipo de decisiones que se toman.
"Habrá que ver si los consejeros técnicos requieren de una ampliación para lo cual tendría que modificarse la legislación o necesitan de una mayor rotación. Habrá que ver también cómo puede fortalecerse el CU... En fin, no creo que haya una fórmula única para ampliar la participación de la comunidad".