MARTES 28 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť La titular del Alto Comisionado logra la firma que no obtuvo de Ernesto Zedillo


Fox se estrenará firmando convenio de derechos humanos

Kyra Núñez, corresponsal, Ginebra 27 de noviembre Ť En su primer día de mandato, el presidente electo de México, Vicente Fox Quezada, firmará el Proyecto de Cooperación Técnica en Derechos Humanos, anunció hoy Mary Robinson, responsable del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.

Con el gusto reflejado en su rostro, la irlandesa expresó lo anterior a La Jornada en vísperas de su salida a la ciudad de México, a donde va invitada por Fox a la ceremonia de toma de posesión. "No quiero exagerar las implicaciones de la firma, pero lo que significa es claro: el presidente entrante prioriza los derechos humanos en los programas del nuevo gobierno".

Será en la ciudad de Oaxaca donde el nuevo presidente de México y la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos firmen el 2 de diciembre el Acuerdo de Cooperación Técnica; éste será para el país, especialmente para la sociedad civil, un parteaguas en la historia nacional cuyas proporciones las determinará la voluntad política que se dé para enfrentar los retos que trae aparejados.

Hace un año exactamente estaba en México, donde "tuve una visita fructífera por cuanto se me hizo claro que en el país hay gran necesidad de llevar a cabo un programa como el que estamos haciendo", recuerda Robinson; sin embargo, no pudo lograr que el compromiso se hiciera en serio con la administración de Ernesto Zedillo.

"No pusimos nosotros los obstáculos", adujo, y abundó: "en ciertos momentos nos hicieron sentir que estabamos apresurándolos, pero al final consideramos que era mejor tratar con el nuevo gobierno". Cierto es que el proyecto de cooperación estuvo listo en el tiempo previsto por Robinson --un semestre-- pero se encontró con una situación que rayó en lo grotesco: las "observaciones" del gobierno saliente al proyecto en sí se hicieron interminables, las reticencias aumentadas con la presión del tiempo se volvieron bloqueadoras y ya, con un presidente electo, la oficina del Alto Comisionado optó por lo inteligente: esperar el cambio de gobierno.

A un año de su primera visita, Robinson se dice "contenta de regresar tan rápido, porque concede mucha prioridad al programa de cooperación técnica y también al hecho de que trabajaremos directamente con el gobierno y la sociedad civil para reforzar la protección y promoción de los derechos humanos en México".

"Me siento motivada al saber que el presidente entrante, Vicente Fox, intenta sobresaltar el programa como símbolo de su compromiso en derechos humanos", compromiso de alto rango por llevar, en este caso, la firma presidencial, pues "será quien firme conmigo el programa de cooperación técnica el 2 de diciembre, en su primer día como presidente de México".

"Espero que nuestro proyecto reforzará esa imagen", además de que "el presidente entrante personalmente ha mostrado su voluntad política y se ha hecho conciente de que la situación de los derechos humanos requiere cooperación internacional", y ésta podemos darla desde la oficina del Alto Comisionado", dijo Robinson a este diario.

La firma en Oaxaca da luz verde al comienzo de un trabajo que se intensificará en los próximos tres años. El proyecto es básicamente el mismo que a Zedillo se le hizo imposible honrar. Cubre cuatro unidades: dos relacionadas con la administración de la justicia (tortura e investigación forense), pueblos indígenas, e instituciones de derechos humanos, que incluye a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a los ONG como participantes directos.

Funcionarios de derechos humanos que participaron estructurando el proyecto dijeron a La Jornada que la próxima firma "es un excelente comienzo en un ambiente social y político propicio"; recordaron que la visita de la alta comisionada hace un año fue difícil, pero en su transcurso se reflejó un interés muy especial del pueblo de México por la protección y promoción de los derechos humanos; a su regreso, la orden fue clara: dar prioridad al proyecto de programa de cooperación técnica, acorde con las necesidades y expectativas recabadas.

El proyecto por firmarse incorpora en sus fases inicial y subsecuentes dos compromisos asumidos por Mary Robinson en encuentros con representantes de la sociedad civil en noviembre y diciembre de 1999 y que, en gran parte, fueron la manzana de la discordia con la administración zedillista pero en los cuales la irlandesa no se retractó: respeto y promoción de derechos de los pueblos indígenas incluyendo en éstos las demandas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y la eliminación de la tortura, la impunidad y la injusticia social.