MARTES 28 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Denuncian irregularidades laborales en los dos años que tiene el organismo


Buscan registro trabajadores del Instituto de Vivienda

Susana González G. Ť Los dos años que cumple el Instituto de Vivienda (INVI) de haber sido creado resultaron insuficientes para que sus directivos regularizaran la situación laboral de los alrededor de 200 trabajadores con los que cuenta y quienes consideran la posibilidad de afiliarse a un sindicato nacional para obtener su propio registro y poder emplazar a huelga si no obtienen respuesta a sus demandas, aseguró el Centro de Orientación Laboral (COL).

El INVI fue creado por decreto como un organismo descentralizado en noviembre de 1998 pero no ha contado con un reglamento interno que regularice las funciones de los trabajadores por lo que se ha incurrido en diversas arbitrariedades que atentan contra la Ley Federal del Trabajo, según el organismo civil.

Así, por ejemplo, hasta hace poco los trabajadores no tenían determinado su horario laboral y fueron numerosos los casos de aquellos que trabajaban desde las nueve hasta las 21 horas, lo que motivó una incipiente organización de los trabajadores que al paso del tiempo se convirtió en un movimiento que desde julio de 1999 pugna por obtener su registro como sindicato ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.

Los abogados del COL revelaron que la directora del instituto, Elena Solís, se ha reunido muy pocas veces con los trabajadores e incluso anoche faltó a una reunión prevista para abordar sus peticiones de prestaciones sociales para las madres trabajadoras.

Pese a ello, refirieron que, como nunca sucedió en los meses previos la Dirección Jurídica del organismo ha accedido a reunirse con la representación de los trabajadores "en lo que parecería un intento de último momento para no heredarle al gobierno de López Obrador el problema".

Sin embargo, pocos resultados se han obtenido de dichos encuentros porque la Asociación Sindical de Trabajadores del INVI, que a la fecha cuenta con casi cien afiliados, ya no busca únicamente que se establezca un reglamento sino que tiene lista su propuesta para un contrato colectivo de trabajo y pretende que cualquier decisión que afecte a la plantilla laboral se tome de manera bilateral.

En la negociación, indicaron los abogados del COL, las autoridades "han cedido muy poco" ante las demandas de capacitación, el establecimiento de un escalafón de acuerdo a la antigüedad y preparación de los trabajadores así como el apoyo a las mujeres como la instalación de guarderías y el establecimiento de las horas de lactancia.

La Asociación, presidida por Asunción Camacho, ha pugnado por obtener su registro ante las autoridades laborales pero sus afiliados analizan la posibilidad de unirse a un sindicato ya constituido para que acortar los tiempos y reforzar su lucha por la aprobación de un contrato colectivo de trabajo.

Incluso en una asamblea general realizada apenas la semana pasada no descartaron que una vez obtenido el registro y en caso de que las autoridades no atiendan sus demandas determinen emplazar a huelga.

Anoche en la reunión prevista con Elena Solís, funcionarios de la subsecretaría del Trabajo, la cual preside Saúl Escobar, acordaron con la representación sindical interceder para que sean discutidas las peticiones de la base trabajadora.