MARTES 28 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Latentes, crecimiento urbano, despojo y degradación de recursos naturales
Indígenas denuncian amenaza a sus tierras
Ť Asistentes al Primer Congreso de los Pueblos de Anáhuac acuerdan organizar la defensa de su patrimonio
Jesús Ramírez Cuevas Ť Más de 300 representantes de pueblos y comunidades indígenas del Distrito Federal, Morelos y el estado de México acordaron "organizar la defensa de sus territorios amenazados por el crecimiento urbano, el despojo y la degradación de los recursos naturales".
Los participantes del "Primer Congreso de los Pueblos Indígenas del Anáhuac" se reunieron este fin de semana en el Convento del Parque Nacional Desierto de los Leones, ubicado en San Mateo Tlaltenango, en Cuajimalpa. Ahí expresaron la "voluntad inquebrantable por reconstituir nuestros pueblos, así como su historia, cultura, lengua, organización y territorios", a través de la autonomía, la autodeterminación y el desarrollo social y económico.
En el marco del 89 aniversario de la firma del Plan de Ayala promulgado por Emiliano Zapata en 1911, los delegados signaron la "Declaración del Desierto de los Leones" en la que exigen a los gobiernos federal y locales, "el respeto total a los territorios, a la autonomía, a la autodeterminación y a las formas de organización y decisión de los pueblos indígenas".
"Si los gobiernos en turno, no frenan el crecimiento urbano sobre nuestros pueblos y bosques" -advirtieron-, los indígenas de la zona iniciarán acciones que "podrían concluir en el cierre de carreteras y la insurgencia indígena pacífica".
Como "condición previa para la reconstrucción de los pueblos originarios", los participantes del Congreso se pronunciaron "por la desmilitarización de Chiapas y de todas las Comunidades Indígenas del país". A su vez, exigieron "el cumplimiento cabal de los Acuerdos de San Andrés" firmados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal en 1996; "y la aprobación de la reforma constitucional propuesta por la Comisión de Concordia y Pacificación".
Los indígenas de la capital y zonas aledañas al DF que asistieron al encuentro, se acordaron defender "por todos los medios", "la integridad de las tierras y territorios que en forma ancestral nos pertenecen. Hoy como ayer nos pronunciamos zapatistas contra el despojo, las expropiaciones, y la privatización de nuestras tierras".
"Nos pronunciamos contra la destrucción de los montes, tierras y aguas que dan vida a las ciudades y exigimos de todos los gobiernos el respeto a la autodeterminación de nuestros pueblos en el manejo de los recursos naturales", señalaron en su declaración conjunta.
Entre los pronunciamientos, los indígenas manifestaron que "cualquier ley, reglamento, acuerdo o acto de autoridad que pueda afectar a nuestros pueblos, nos sean previamente consultados". También exigieron reformar el artículo 27 constitucional "para que se proteja en forma efectiva la propiedad territorial de nuestros pueblos" y propusieron la aplicación plena del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo firmado por México.
Los delegados de este foro llamaron a todos los indígenas del Anáhuac a defender "nuestros derechos, siempre menoscabados por el poder político y económico". Subrayaron que estos son "difíciles momentos para nuestros pueblos ante un gobierno federal entrante que amenaza con la continuación de las políticas neoliberales de depredación".
sEntre los asistentes al Congreso hubo representantes de más de 20 pueblos y comunidades de las delegaciones de Milpa Alta, Xochimilco, Tlalpan. Magdalena Contreras, Cuajimalpa y Tláhuac del Distrito Federal. También participaron por Morelos representaciones comunales y grupos campesinos de Tepoztlán, San Juan Tlacotenco, Ocotepec, Amatlán y Xoxocotla. Del Estado de México estuvieron presentes comuneros de San Pedro Atlapulco, San Jerónimo Acazulco, Unión de Pueblos de Ecatepec y el Consejo de la Nacionalidad Otomí. Como observadores asistieron representantes del Congreso Nacional Indígena, del Consejo Mazahua del D.F. y de organizaciones de Michoacán, Yucatán y Oaxaca.