MARTES 28 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Exigen participar en el Estado y su reforma
Indígenas debaten si viven un reflujo en su accionar nacional
Ť Señalan en un coloquio que no hay que esperar nada espectacular del gobierno de Fox, porque es neoliberal como sus predecesores
Rosa Rojas, enviada, Oaxaca, Oax. Ť Con posiciones encontradas sobre la situación actual del movimiento indígena nacional -hay quienes consideran que está viviendo un reflujo, en tanto otros sostienen lo contrario- una cincuentena de integrantes de organizaciones étnicas y algunos intelectuales indios y mestizos, coincidieron en la exigencia de que estos pueblos tengan una participación en el Estado nacional y en su reforma.
Durante el coloquio Las organizaciones indígenas y el nuevo gobierno: la búsqueda de nuevos caminos, organizado por el CIESAS-Unidad Istmo, diversas voces se escucharon para advertir que del gobierno de Vicente Fox no cabe esperar cambios espectaculares en favor de los pueblos indios, dado que seguirá aplicando la misma política neoliberal de los gobiernos precedentes.
En el curso de los trabajos -que concluirán mañana- se analizaron los avances y retrocesos del movimiento indio nacional y, en medio de críticas y autocríticas fue surgiendo el consenso de que existe la necesidad de una instancia organizativa nacional indígena que tendría que irse construyendo en un proceso en el que es necesario tender puentes, tanto entre las propias organizaciones y pueblos indios como con las organizaciones y la sociedad no indígenas.
Hay que tender puentes -se dijo- a partir de la búsqueda de acuerdos mínimos en planteamientos que, como el de la autonomía, es exigencia común de todas las organizaciones, así como la opinión mayoritaria que plantea la demanda de que el gobierno cumpla los acuerdos de San Andrés firmados con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Participan en el coloquio representantes de organizaciones integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI); de la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA); del Congreso Indígena Mexicano -priísta-; Escritores en Lenguas Indígenas; del Seminario Permanente sobre Experiencias Indígenas; la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (Conami); el Frente Indígena Oaxaqueño Binacional (FIOB); Consejo Regional de la Montaña de Guerrero; el Consejo Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón (CIPO-RFM); de la Tribu Yaqui; del Comité de Defensa Popular de Zaragoza, Veracruz (CDPZ).
La discusión sobre la situación del movimiento indígena, despegó a partir del planteamiento lanzado en la convocatoria al coloquio -"provocación para la discusión", lo denominó Sergio Sarmiento Silva, coordinador de la institución convocante- en el sentido de que "las organizaciones indígenas de todo tipo se encuentran en este final de milenio en un momento de reflujo y con graves problemas de consolidación".
Compartir espacios de poder
Frente a esa hipótesis la ponencia enviada por Juan Anzaldo, de Ce-Acatl, integrante del CNI, sostuvo que en los últimos meses "hay muestras evidentes del empuje y ánimo de muy diversas organizaciones y regiones indígenas por modificar el estado de relaciones sociales y políticas existentes".
Citó como ejemplo diversos foros realizados en las últimas semanas en la región de Loxichas, Oaxaca, San Gregorio y el ejido Amador Hernández, Chiapas; la peregrinación de indígenas de Acteal a la Basílica de Guadalupe; foros y encuentros llevados a cabo en Michoacán, Yucatán, las ciudades de México y Ensenada; encuentros del CNI y la ANIPA, y la presencia de diversas organizaciones indígenas en espacios internacionales. Un panorama que no es de "reflujo ni pasmo o inactividad conformista; muy por el contrario".
Aunque Anzaldo criticó que se trate de poner todo "en blanco y negro" pasó a establecer un paralelismo entre el CNI y la ANIPA tomando elementos como caracterización, estructura, articulación, programa, identidad, estrategia. En esta última, por ejemplo, anotó, del lado del CNI: "Mantener la lucha de resistencia de los pueblos indígenas. Transformar radicalmente el sistema político mexicano". Del lado de la ANIPA: "Insertarse en el sistema político mexicano, para compartir espacios de poder, sin importar el partido o grupo político gobernante".
Convenio 169 de la OIT
Al respecto, Pedro de Jesús, del Consejo Guerrerense, repuso que esa caracterización, maniquea, soslayaba que la ANIPA se ha asumido siempre como parte del CNI o que en el programa de trabajo de ANIPA se defiende también el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés y la aprobación de la iniciativa de la Cocopa. Saludó, sin embargo, la exposición en público de estas cuestiones para que se puedan ventilar, si bien no podía discutir con la ponencia.
Subrayó que la ANIPA ha buscado un acercamiento con organizaciones o personas que tengan diferencias de concepción buscando puntos de coincidencia para caminar juntos, como podría ser la ratificación por parte del gobierno mexicano del Convenio 169 de la OIT, el tema de la mujer indígena, el cese a la represión y la desmilitarización de las regiones indias. Aclarar las diferencias y malos entendidos y encontrar los puntos de coincidencia.
Eucario de los Santos, presidente municipal de Zaragoza, manifestó por su parte que la autonomía no se pide, se ejerce, y que su organización ha logrado construir espacios plurales en los barrios. Ellos llegaron al ayuntamiento en alianza con el PRD, pero han tendido puentes incluso con los priístas. Hay que hacer de la pluralidad una filosofía, dijo. Planteó la urgencia de que las organizaciones indígenas construyan acuerdos mínimos a escala nacional. "Eso no lo va a resolver Fox sino nosotros en nuestro quehacer", indicó.
Roberto Pablo, de Codep, planteó que nadie tiene la verdad, cada quien tiene su palabra y la verdad "la construimos juntos". Llamó también a buscar acuerdos mínimos y criticó la división que producen los partidos "porque cada quien habla lo suyo y no hay un retomar de la lucha de los pueblos indígenas".
Víctor de la Cruz, intelectual zapoteco, mencionó que en el coloquio hay dos posiciones: una contra el Estado y otra por luchar por posiciones dentro del Estado. No hay que concebir el Estado como enemigo, pero hay que reconocer el poder corruptor del Estado, apuntó, señalando que la opinión de Enrique Ku, del Consejo Indígena Mexicano, de que se cree una secretaría de asuntos indígenas, o que un indígena ocupe la coordinación del INI, conlleva el riesgo de que quienes luchen por los cargos se pueden corromper.
Llamó a concebir una instancia organizativa para que el movimiento indígena tenga una participación en la reforma del Estado, con respeto a la pluralidad, buscando que se plasmen en la Constitución los derechos de los pueblos indígenas, que se plasman en los acuerdos de San Andrés y la iniciativa de la Cocopa, pero además luchar por un Estado de derecho democrático y plural.
Juan Gregorio Regino, de Escritores en Lenguas Indígenas, cuestionó si cada quien haciendo lo suyo en su región integra un movimiento nacional. Planteó la necesidad de buscar acompañamiento, alianzas de movimientos e intelectuales no indígenas que compartan la idea de pluralidad para avanzar en propuestas basadas en la interculturalidad.
Irineo Rojas, intelectual purépecha, apuntó que si no hay un movimiento nacional indígena habrá que hacerlo desde todas las trincheras, buscando denominadores comunes, sin olvidar que las culturas tienen éxito cuando tienen a sus académicos investigando sus propias propuestas, de lo contrario se quedarán sólo en la protesta.
Héctor Díaz Polanco sostuvo, a su vez, que no existe en este momento un movimiento indígena que tenga una estructura nacional y metas nacionales ni procedimientos y estructuras para lograr esos objetivos. El movimiento indígena está atravesando por una crisis, uno de cuyos factores radica en puntos de vista diferentes, no de fondo, que se plantean como si lo fueran. Falta la discusión de los malentendidos.
A partir del levantamiento zapatista de 1994 hay coincidencia en diferentes organizaciones, como el CNI, la ANIPA, CIPO y otras, de que un elemento fundamental del movimiento indígena es la cuestión de la autonomía, pero no hay acuerdos de qué significa ésta y cómo lograrla. Se requiere, dijo, un acercamiento entre las organizaciones indígenas para alcanzar acuerdos sobre esto, debido al peligro de que el gobierno empresarial de Fox se salga con la suya de hacernos creer que se reconocen los derechos de los pueblos indígenas, sin hacerlo.