MARTES 28 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Es posible abrogar la certificación, asegura
México tendrá que ser policía fronterizo de EU: Castañeda
Ť La política bilateral es un cambalache desgarrador, señala
Ť Rechaza intromisión en Cuba, ''a menos que alguien lo pida''
Blanche Petrich Ť Pragmático, el nuevo canciller Jorge G. Castañeda señala que la política se tiene que hacer a partir del diagnóstico descarnado de la realidad: "Hay una superpotencia y no hay más". Bajo esta premisa reconoce que si México quiere un nuevo acuerdo migratorio con Estados Unidos, tendrá a cambio que ser policía de la frontera común; que si quiere sellar la frontera sur al paso de las drogas tiene que optar: o invierte grandes sumas en equipo militar o acepta la injerencia estadunidense.
Es, lo define, "un trade off, un cambalache desgarrador".
Crítico de la revolución cubana en su muy reciente pasado de académico, autor de una biografía del Ché Guevara desautorizada por Fidel Castro, dispuesto hasta hace poco a invitar a personeros de la disidencia de Cuba a la toma de posesión del presidente Vicente Fox, el hombre que en pocos días asumirá la Secretaría de Relaciones Exteriores rectifica. "Rumores. Sólo Castro está invitado".
Abunda sobre "el cariño" entre ambos países y la "buena química" que hay entre Fox y Fidel. Asegura que México "no se va a entrometer" en los asuntos internos cubanos "a menos que alguien lo pida". Pero sostiene que el nuevo gobierno tendrá relaciones con la disidencia cubana, así como con representantes de oposición de todos los demás gobiernos. "No va a haber una política de exclusión de cubanos... yo creo que Cuba no lo pediría".
Y mientras habla en el estudio de su casa de las futuras relaciones con Cuba, funcionarios de la embajada y enviados de Cuba lo esperan en la sala. "šAhí están tus amigos, pregúntales a ellos!", bromea. Terminando la entrevista ultimará detalles de la visita de Fidel a México, y en particular la posibilidad de que acompañe al flamante mandatario el día dos de diciembre a Oaxaca.
Una buena reserva de buena voluntad
-Se dice que entre el presidente Zedillo y Fidel Castro la relación está en su punto más bajo.
-No es apropiado que funcionarios del nuevo gobierno opinen sobre la relación personal del presidente con tal o cual personaje. Pero puedo decir que la química personal entre Fox y Castro es muy buena, se caen bien, tienen muchas cosas en común. México puede capitalizar la enorme buena reserva de buena voluntad de Cuba para con México a raíz de los últimos 40 años de política exterior mexicana.
-ƑHay buena química entre Jorge Castañeda y la cúpula cubana?
-No importa si la hay o no la hay. La política exterior del país la define el presidente. Mis diferencias personales, prejuicios o innovaciones no son pertinentes.
-Algunos países de Iberoamérica tienen una militancia muy activa en promover cambios internos en Cuba.
-Nosotros, si podemos ser útiles, si alguien nos lo pide, lo haremos porque cumplimos muchos requisitos que podrían plantearse hipotéticamente para una función de ese tipo. Pero no vamos a entrometernos donde no nos importa.
-ƑQué tipo de interlocución se va a tener con los grupos disidentes internos de Cuba?
-El nuevo gobierno va a tener relaciones e interlocución con todos los sectores de la sociedad de los países con los que se relaciona. Es premisa de una política internacional que quiere ser sofisticada y polifacética. En el caso de Cuba trataremos de tener interlocución con distintos grupos, internos y externos. Preferiríamos internos porque son más influyentes, más serios. México no va a aceptar una política de exclusión de cubanos.
-El caso de Cuba es singular por la agresividad y la polarización del grupo de Miami...
-...y por lo tanto requiere de mayor tacto. Pero no podemos hacer lo que hacía el PRI con los opositores, que presionaban a otros gobiernos para que no los recibieran. šVaya si lo sabré yo! Nomás falta que un gobierno que proviene de la oposición aceptara ese trato de cualquier país, por amigo que sea. Yo creo que Cuba no lo pediría.
Del lobby intelectual a la Torre de Tlatelolco
-ƑCómo enfrentar el poder unipolar en las relaciones internacionales, la falta absoluta de un contrapeso a Estados Unidos?
-Si no partes de un diagnóstico preciso, descarnado de la realidad, no vas a poder hacer política internacional en serio. Obviamente la política se hace con tesis, sueños, aspiraciones, principios. Pero si no se parte de la realidad no tiene el menor sentido. En el mundo hay una superpotencia y no hay más. México tiene que definir su política en esa realidad. Una vez hecho este diagnóstico los márgenes de acción son mucho más amplios de lo que se puede pensar. No estamos condenados a la subordinación ni a la confrontación.
-En la relación con Estados Unidos, el futuro gobierno ha definido tres prioridades: revisar el Tratado de Libre Comercio, negociar un acuerdo migratorio y buscar un nuevo enfoque en el combate a las drogas, tres temas difíciles. Se parte de un largo periodo en el que la preocupación de México frente a Washington fue evitar irritarlos a toda costa, conceder todo. ƑCuáles son los límites y los márgenes para lograrlo?
-Esta caracterización de lo que ha hecho México en el pasado reciente es tuya, no la acepto tal cual. No me corresponde en este momento hacer un análisis de cuál ha sido la postura de México. Sobre el TLC Vicente Fox ha hablado de ampliar el tratado, complementarlo. Sobretodo el tema migratorio. ƑHay márgenes? Los hay. Dimitri Papadimitri, el principal experto norteamericano en materia migratoria y funcionario del INS en la administración de George Bush ha opinado sobre la ventana de oportunidad que se abre a México y a Estados Unidos en materia migratoria. La posición de Alan Greenspan sobre el tema de la insuficiencia de la oferta de mano de obra no altamente calificada en Estados Unidos ha evolucionado, lo mismo la AFL-CIO desde su congreso en febrero en materia de amnistía a indocumentados.
-Estados Unidos impondría un costo muy alto para México a cambio de un acuerdo migratorio: que aquí se frene el flujo migratorio del sur al norte. ƑNo es jugar el papel de policía de la frontera norteamericana?
-Bueno, sí. Pero los mecanismos más eficaces van a ser los mecanismos de mercado, no los coercitivos. Premios y castigos. Premios por quedarse: fondos de desarrollo regional, proyectos regionales, remesas, subsidios, becas. Castigos de mercado, si te vas pierdes tu lugar en la cola. Podemos disuadir la partida en comunidades que tienen una alta propensión; a cambio, contar con mejores condiciones para los que sí se van.
-En cuestión de drogas, plantean negociar un nuevo enfoque, abrogar la certificación; incluso hablan de la legalización de las drogas, que para Estados Unidos es un hueso muy duro de roer.
-Esto último lo expuse en foros estadunidenses, incluso con personalidades muy conservadoras como Milton Friedman, George Soros: hay que ver internamente estos elementos de manera más flexible, moderna y actualizada. Esto no pertenece al ámbito de la negociación bilateral. Sobre la certificación, la abrogación de la certificación no es imposible. En 1997 se perdió en el congreso una iniciativa por 12 votos. De éstos, 10 congresistas ya cambiaron de posición. Y el Senado nuevo, si bien está empatado, es mucho más liberal que el anterior.
Injerencia o ahorro, un dilema
-Después de la guerra fría, Estados Unidos ha recurrido al expediente del combate a las drogas como un mecanismo de intervención en América Latina. ƑCómo lo vive México?
-Es un tema bilateral muy sensible, sería absurdo negarlo, en el que hay un trade off, un cambalache, entre lo que los actores externos se proponen hacer y lo que nosotros podemos hacer. México podría tomar la decisión de sellar la frontera sur. Pero es algo que cuesta muchísimo dinero: lanchas, radares, aviones, plataformas terrestres muy costosas. Si bien hay opciones, es dinero que viene muy atado a todo tipo de condiciones. Son decisiones de sociedad. ƑGastamos o no? ƑO se acepta una mayor intervención extranjera, que tiene un costo de injerencia nacional pero representa un ahorro de recursos?
-El problema es cuando el combate a las drogas se ha convertido en un problema de intervención en asuntos internos de un país.
-En un mundo ideal yo preferiría tener los recursos suficientes para llevar la lucha contra el narcotráfico conforme a nuestros intereses y sin ninguna injerencia externa. Pero en el mundo real, hay que escoger. Predicar šno, jamás permitiremos que nadie se meta en la lucha contra el narcotráfico! no es una tesis sensata.
-Y en la política internacional, Ƒqué papel se va a jugar? Pregunto porque en los foros regionales actuales, las cumbres de las Américas, la Iberoamericana, la de Río los temas económicos, sobre todo los comerciales, han hecho a un lado la política.
-No sé si ha sido así o no. Lo que sí creo es que en las relaciones internacionales lo económico es central. Ser cada vez más activos se traduce en hacer presencia en el máximo órgano político multilateral que existe en el mundo: el Consejo de Seguridad. Podemos optar a nuestro turno como país no permanente. Para un país de las dimensiones que tiene México, por los intereses que tiene que defender, no podemos aspirar a ser -no por ahora, es parte de la negociación de la reforma estructural de la ONU- miembro permanente del Consejo. Podemos ser miembro no permanente con una cierta regularidad. Lo hicimos con Luis Padilla Nervo en 1948, lo hicimos con mi padre (el supercanciller Jorge Castañeda) en 1980, me parece perfectamente lógico que esto se haga también ahora.
''Hay ahora otro tema fundamental: derechos humanos y democracia. En el pasado no fuimos respetuosos ni de los derechos humanos ni de la democracia en lo interno ni éramos grandes defensores, ni de los derechos humanos, ni de la democracia externa. Ahora va a ser al revés, el gobierno va a ser un luchador a favor de los derechos humanos y en materia democrática hay un enorme avance. En lo externo también vamos a ser defensores de los derechos humanos y de la democracia representativa''.
-En estos dos temas, democracia y derechos humanos, hay un mayor escrutinio de la comunidad internacional y hay lo que se conoce como cesión de soberanía. ƑMéxico lo asume así?
-No comparto la idea. México ha firmado compromisos internacionales explícitos y debe pronunciarse sobre los derechos humanos y la democracia de otros países, como por cierto lo ha hecho en el pasado: en 1973, ante el golpe de Estado de Chile; la ruptura de relaciones con Somoza en Nicaragua, en 1973; la declaración francomexicana de El Salvador en 1981. Anteriormente eran hechos puntuales, esporádicos, aislados. Ahora va a ser una tendencia, una política acorde con los tiempos que vive México.
-Hablar de democracia y de derechos humanos en algunos foros internacionales en boca de algunos gobiernos parece tener dedicatoria: presionar a Cuba para que haga cambios internos.
-Aquí no hay name calling, no tiene destinatario.