La fotografía digital permite renovar la inspiración: Meyer
Ť Es como tocar un piano con más teclas y ampliar el repertorio
Mónica Mateos Ť Frente a su computadora, el fotógrafo Pedro Mayer explora el infinito.
Con ayuda de las nuevas herramientas digitales, sus imágenes adquieren matices que antes de la llegada de esta tecnología ni el mejor de los laboratorios tradicionales de foto podía brindarle. Por eso, asegura, hay una nueva vida para la fotografía, contando las viejas historias de la humanidad, si se quiere, pero de tantas maneras que los artistas de la lente se encuentran ante "inspiraciones renovadas".
Difuminando el tiempo y escaneando la ilusión, en el estudio de Meyer han renacido muchas de las escenas que captó hace 40 años. Estos Retratos de ayer y de hoy se expondrán a partir de mañana en la Galería Digital Epson; se trata de rostros de personajes como Jorge Luis Borges, Carlos Monsiváis, Juan de la Cabada, Raquel Tibol, Gabriel García Márquez, Mariana Yampolsky, Manuel Alvarez Bravo y David Alfaro Siqueiros, entre otros que confirman una de las tesis del artista: el valor de cada obra digitalizada debe residir en el porqué fue hecha, no en el cómo.
"Existe una gran confusión --explica-- al creerse que la fotografía digital es otro tipo de fotografía. Lo es sólo en el sentido de que abre un abanico de posibilidades, pero lo único que ha cambiado es que la tecnología que hemos usado para hacer fotografías dejó de ser química para ser electrónica. De las dos maneras se puede hacer fotoperiodismo, paisajes, fotografías alteradas, es decir, los géneros se mantienen igual, con el añadido de que en el proceso digital se abren nuevas posibilidades de expresión."
En la exposición Retratos de ayer y hoy se podrán apreciar fotos que Meyer tomó en película hace 30 o 40 años. "Los negativos viejos ahora también están digitalizados, y presento un buen número de fotografías captadas por una cámara sin película. No hago ningún distingo entre ambos tipos de foto, la obra es un continuo. Lo que puedo hacer hoy significa para mí ampliar el repertorio, como si tocara un piano con más teclas. Las nuevas herramientas hacen posible mejorar el trabajo que se hacía antes, más todo lo nuevo."
De esta manera ha sido posible que un retrato del pintor Arnold Belkin, de 1970, que Meyer nunca dio a conocer, sea presentado en su versión 2000, mejorada. Con las nuevas herramientas, asegura, "puedo ampliar lo que quiero decir y entro en una serie de nuevas posibilidades. La fotografía tiene para mí dos aspectos: la búsqueda de un tema depende de lo que en ese particular momento me interese. Por ejemplo, estuve fotografiando en Nicaragua, en Estados Unidos, o todo lo acontecido en 1968. El retrato es un tema que he manejado con cierta constancia."
--¿Qué le llama la atención de la luz o las sombras de un rostro para que decida captar esa imagen?
--La luz es un elemento adicional al contenido y a la forma. Para mí, la imagen solamente de luz no es suficiente. Si tuviera enfrente una escena con bonita iluminación pero sin un fuerte contenido, no me parecería interesante para fotografiarla. El reverso de esto es que, si la imagen es interesante, pero no está bien iluminada, se puede captar. Un ejemplo de lo que digo es la foto que le hice a Belkin hace 30 años: nunca me gustó, la luz estaba mal, nunca la imprimí. Ahora, con las herramientas digitales, tuve la posibilidad de componer todas las luces, de una manera que nunca fue posible con la química. La luz es parte integral del discurso y la tecnología digital puede corregir desperfectos de luz con una amplitud de escala cromática que no era posible antes.
En tanto, Alejandro Castellanos señala, en el catálogo de presentación de la reciente muestra de Meyer: "El registro directo del personaje retratado no tiene que ver con el hecho de grabar en haluros de plata o pixeles su efigie, sino con la ética y la voluntad estilística del autor de la fotografía. Por ello, el proceso de impresión de estas imágenes con el auxilio de técnicas diferentes no es la condición fundamental de las mismas. Los procedimientos utilizados, sean fisicoquímicos o digitales, son únicamente el soporte para el objetivo de la obra: el deseo de aprehender con precisión el encuentro con el otro".
Meyer es el impulsor de la página Zone Zero, de Internet, dedicada a la fotografía, "una viaje del mundo análogo al digital" que tiene como objetivos dejar al visitante un sentimiento de que valió la pena invertir tiempo en mirar las imágenes ahí presentadas, así como cuestionar constantemente todo lo relacionado con la representación de la realidad y los temas afines; principalemente, el sitio pretende "promover el entendimiento del lugar que ocupa, en el contexto de la era digital, la tradición de la imagen fija."
(La exposición Retratos de ayer y de hoy, 40 impresiones digitales de gran formato, de Pedro Meyer, se inaugura mañana a las 19:30 horas en la Galería Digital Epson, ubicada en Ejército Nacional 926, entre Sófocles y Plinio, colonia Polanco. El día 30 el fotógrafo ofrecerá, en el mismo lugar, una conferencia en la cual hablará de su trabajo y de la fotografía digital.)