LUNES 27 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť CIUDAD PERDIDA
Ť Miguel Angel Velázquez Ť
Ť Espino Arévalo mostró el cobre
Ť Sueldo doble, punta del iceberg
En unos días más se anunciará oficialmente el nombramiento de Javier González Garza como nuevo director del Metro en un momento que presagia tormentas.
Por un lado, el descubrimiento de las jugarretas del líder sindical Fernando Espino, que seguramente traerá cambios de conciencia y, tal vez, cambios fundamentales en la dirigencia sindical.
Junto con ello, el análisis y la posibilidad de aumentar las tarifas en el Metro mete mucho ruido entre la gente porque de pronto las necesidades del sistema de transporte no son válidas frente a las grandes urgencias económicas de la población usuaria y es necesario tejer fino en este asunto, como en muchos otros que están a punto de estallar en el STC.
De cualquier forma hoy la discusión se centrará en el caminar de Espino por el sindicato del Metro porque al parecer existen agravios en contra de los trabajadores que ahora han salido a la luz pública gracias a la denuncia de algunos de ellos ante la Asamblea Legislativa.
La situación, la denuncia señala que el legislador cobra tanto en el Metro como en la Asamblea Legislativa, lo que advierte algún hecho ilegal, pero aunque esto es muy grave y puede ser utilizado para seguir hasta un juicio político en contra del líder priísta, es nada más la punta del iceberg.
Los manejos de Espino van mucho más allá del doble cobro de salarios. Según los trabajadores pudiera haber incurrido en otros ilícitos si se comprueba, por ejemplo, que un camión propiedad del sindicato fue a parar a las campañas priístas.
La unidad por lo pronto no existe físicamente en el parque vehicular del sindicato y, según se presume, podría estar estacionado en el PRI, y no se trata de cualquier camión, es, desde luego, según la factura de la empresa Automundo, un vehículo de verdadero lujo que serviría para apoyar al personal sindicalizado en sus traslados.
El mencionado camión tiene, según la factura, una sala ejecutiva, área de baño y cafetería, alfombrado general, revestimiento de madera oak (roble), equipo de audio y de video: tres televisores Sony de 14 pulgadas, una videoreproductora, espejos eléctricos, refrigerador, horno de microondas, planta de luz CNAN .7, instalaciones de planta de luz, sistema eléctrico, sistema hidráulico y sanitario, asientos tipo leito y circuito cerrado de televisión.
Esta maravilla, que fue adquirida en 1993 por el cliente "Sistema de Transporte Colectivo-Metro", apenas un millón 39 mil un pesos y se encuentra desaparecido, así que si usted lo ve por algún lado, llame a los trabajadores del Metro, que ellos se lo agradecerán.
Lo más curioso del caso del "bus perdido" es que el 11 de noviembre de 1993, el director de administración del STC, Guillermo Wilkins, pidió al subgerente de contabilidad, José Luis Alarcón, que girara "sus apreciables instrucciones a quien corresponda para que se realice un pago por la cantidad de seiscientos mil pesos por concepto del finiquito en el compromiso de la comprventa que realizará la organización sindical con la empresa Dina Mundo".
Es decir, la empresa dotó de un poco más de 50 por ciento del total de la operación a los representantes sindicales con el consentimiento del director general, Emilio Mújica Montoya, entre otros, según consta en el memorándum 3909 que con fecha de noviembre 17 de aquel mismo año el sindicato selló con el lema "Pagado", "Caja General", "Egresos".
Lo malo es que la maravilla no existe y esto no es mas que parte de un serie de hechos posiblemente ilegales que denuncian los grupos sindicalistas que lucha por quitarse de encima a Espino.
Y esto, que deberá salir al público en esta misma semana, será parte del trabajo de Javier González, a quien por más que se le desee buena suerte deberá tener algo más para resolver los problemas de este importantísimo sistema de transporte que parece estar podrido por la corrupción. Ya veremos.
La tele
Ayer, un programa de televisión exhibió a Vicente Fox en su fase de cantante y el comentario más rápido para este show es que el señor Fox no canta nada bien las rancheras.
Todo hace pensar que la empresa Disney le impuso a la capital o buena parte de ella un caos vial mucho más grave que el que producen quienes se manifiestan en contra de muchas de la injusticias del gobierno.
Pero Mickey Mouse tuvo un cómplice a quien muy pronto podría llamar la empresa para que le ayude con eficiencia y eficacia a controlar este tipo de asuntos. Se trata del señor Gertz Manero, quien mandó a los policías a ver el desfile y nada más.
Sin un operativo digno de la magnitud del evento, los policías se dedicaron a cerrar calles y conflictuar, de esa manera, aún más, el tránsito de vehículos en varias partes de la ciudad.
Y por más que se quiera decir que las expresiones de este tipo son parte de la democracia y se deben aguantar, lo cierto es que una vez más la carencia de un jefe policiaco avezado en este tipo de problemas se hace notar.
Total, no es más que otra carta de recomendación para la próxima chamba del señor Gertz. ƑQué tal?