DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Los hijos del actor de Hollywood enterraron sus cenizas en una cripta en Suiza


A 16 años de su muerte, James Mason por fin descanza en paz

Reuters, Londres, 25 de noviembre Ť La legendaria estrella de Hollywood James Mason descansa finalmente en paz, 16 años después de su muerte, dijo el sábado el diario Daily Telegraph.

Los hijos de Mason sepultaron sus cenizas en un cementerio suizo el viernes, después de mantener una ácida batalla legal por el testamento del actor británico, primero con su madrastra, Clarissa Kaye, y más tarde con los administradores de los bienes de Kaye, dijo el diario.

La pelea llegó a ser tan intensa que durante muchos años los descendientes de Mason, su hija Portland y su hijo Morgan, no supieron dónde estaban las cenizas de su padre. Portland ha conseguido finalmente guardarlas en una cripta en Ginebra.

"Es como un sueño", dijo Portland Mason tras el funeral, en declaraciones citadas por el Daily Telegraph.

"A veces pensé que nunca ocurriría. Ha pasado mucho, mucho tiempo", agregó.

Mason, quien murió de un ataque cardíaco en 1984 a la edad de 75 años, protagonizó clásicos del cine como Ha nacido una estrella, Lolita y El Zorro del Desierto, entre muchas otras.

Según el periódico británico, el actor creía que su segunda mujer. Clarissa, sacrificó su carrera cinematográfica en Hollywood cuando aceptó trasladarse a vivir con el cerca de Ginebra en 1963.

Mason le dejó su fortuna para que a su muerte ella pudiera vivir con holgura.

Los hijos de la estrella creyeron que el deseo de su padre era que a la muerte de Clarissa ellos heredarán los 15 millones de libras esterlinas (21 millones de dólares) en los que estaba valorado su patrimonio. Pero Clarissa, quien falleció hace seis años, donó toda la fortuna a unos desconocidos.

Los descendientes de Mason creen que los desconocidos son devotos de una secta religiosa india, a la que Clarissa se había acercado mucho en los últimos años de su vida. Por ello, continúan litigando con la esperanza de recobrar el control de al menos una parte de la herencia de su padre.