Ť Es el segundo documental del cineasta inglés Julien Temple sobre el grupo punk
La suciedad y la furia: la historia infame de los Sex Pistols
Luego de presentarse en diversos festivales internacionales como el Sundance Film Festival y el Festival de Berlín, la décima tercera película Julien Temple, La suciedad y la furia (The filth and the fury, 2000) llega a México para ser exhibida a partir del próximo martes en la XXXVI Muestra Internacional de Cine.
Considerado como uno de los pioneros de los videos musicales, Temple ha dirigido a varias estrellas de Hollywood y personalidades de la música como: The Kinks, Neil Young y Tom Petty.
Aunque apasionado por la música, Temple descubriría su verdadera vocación en 1964 mientras estudiaba arquitectura, tras haber asistido a la proyección de El desprecio (1963) de Jean-Luc Godard, decidió inscribirse en la British National Film School.
Su obra cinematográfica se compone de 14 títulos en los que destacan Absolute Beginners (1986) en la que participa David Bowie; Earth Girls Are Easy (1989), donde dirigió a los entonces desconocidos Jim Carrey y Geena Davies; Rolling Stones: Live at the Max (1991), donde registra uno de los conciertos de los Stones en la gira Steel Wheels/Urban Jungle; y el segmento Rigoletto de la película cuasi-desconocida en México, Aria (1987), filme conjunto de diez directores como: Robert Altman, Bruce Beresford, Derek Jarman, Nicholas Roeg y Ken Russell.
Entre sus rodajes recientes se encuentran Vigo: Una pasión por la vida (1999), inspirada en el malogrado cineasta francés Jean Vigo; y Pandemonium (2000), que atempera la historia de la relación entre los poetas románticos Samuel T. Coleridge y William Wordsworth.
En el contexto británico Temple puede ser alineado junto a: Stephen Frears, Hanif Kureishi, Isaac Julien, Derek Jarman, Terence Davies, Neil Jordan, Mike Leigh y Sally Porter; quienes sobrevivieron al colapso económico británico de 1974, dificultando hacer cine en ese país. Donde experimentaron un profundo apego a su nación y exploraron las fracturas raciales, identidades sexuales y de clase durante el régimen de Margaret Tatcher, enemiga de lo innovador y de la libertad de expresión. Esta fue la vanguardia del verdadero renacimiento inglés en oposición al llamado "Renacimiento del Cine Británico", en el cual se ubican: David Puttnam, John Boorman y Ridley Scott, entre otros.
Siendo ya un estudiante de cine a finales de los setenta, Temple prácticamente robó una cámara de su escuela para capturar los momentos de una incipiente banda de rock inglesa: The Sex Pistols. La experiencia se tradujo en el filme The Great Rock 'n' Roll Swindle (1980), que algunos consideraron el mejor semi-documental punk; este trabajo fue su tesis de graduación y adquirido por el negociante del fenómeno punk y manager del grupo, Malcom McLaren, quien hablaba de "hacer dinero con el caos".
La suciedad y la furia cuenta: "Una de las leyendas más famosas y más infames de Inglaterra" y surgió por iniciativa de Anita Camarata, una de las productoras del filme, luego hallar 20 horas de material en stock (originales de cámara) de los Sex Pistols grabado por Temple. Este documental complementa The Great Rock 'n' Roll Swindle ?que resultó una especie de propaganda manipulado por McLaren? y constituye un intento por reparar la historia completa de la banda inglesa mostrando imágenes que en su mayoría nunca habían sido vistas.
La Historia reconoce a los Sex Pistols como el emblema del movimiento punk que surgió como resultado del descontento general en la Inglaterra de los setenta, como una respuesta a la crisis cultural y financiera; a la acentuación de las desigualdades sociales y a la creciente corrupción gubernamental. Temple critica eso y reafirma su interés por la historia y tradición británicas al abordar un agudo periodo del pasado inglés mediante un discurso áspero colmado de irreverencia, malas palabras, drogas y sexo: "Creo que he hecho esta película para aquellas personas que vivieron esa época. No para aquellos quienes claman que vieron a la banda (...) Espero que esto sea tanto un documento social como una película acerca de una banda". (6degrees, junio de 2000).
Temple trabajó muy de cerca con el grupo, grabó conciertos, borracheras, ensayos y momentos especiales. El vínculo amistoso con Johnny Rotten, Steve Jones, Paul Cook y Sid Vicious, es un medio del que se valió para construir este trabajo en el que jamás enjuicia a los integrantes de la mítica banda. Los Sex Pistols son mostrados como un fenómeno en su pleno contexto y perspectiva. Realizar el documental no fue una experiencia sencilla pues "...en primer lugar parece una locura hacer una película acerca de una banda de rock pero es todavía más loco hacer dos películas acerca de la misma banda (...) Al principio parecía que no había nada que se pudiera utilizar de esas viejas latas de película oxidadas, pero entonces vi fragmentos de actuaciones y todo el mundo detrás de los Sex Pistols".
Temple retomó la figura de Laurence Olivier, símbolo auténtico y tradicional de la cultura británica; mostrando varios cortes del filme dirigido y protagonizado por Olivier, Ricardo III (1956), proyectando un analogismo de la vileza y falta de escrúpulos entre este antiguo rey y McLaren, de quien sólo se escuchan declaraciones como: "... ellos fueron mis pequeñas obras artísticas". Es la denuncia de un MacLaren sospechoso, hipócrita que robó el dinero de la banda y disfrutó su traición.
El documental refuerza el desafío lanzado por varios artistas ingleses en contra de aquellas nociones convencionales del nacionalismo británico impulsado por el Partido Conservador; expone la naturaleza opresiva del Estado y su demanda de conformidad y sometimiento a ciertas normas cívicas, políticas y sexuales. (Alan Rodríguez)