DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Presentó en la FIL su volumen Aires de familia


Monsiváis: hemos entrado a la etapa del dolor gerencial

Ť Deberemos "administrar rentablemente nuestras aflicciones"

Ť Con Paz, es uno de los polos para entender a México: Herralde

César Güemes, enviado, Guadalajara, Jal., 25 de noviembre Ť Vino a presentar, al lado de Jorge Herralde, editor de Anagrama, el libro con el que obtuvo el premio de ensayo conferido anualmente por esa empresa cultural, Aires de familia. Lo hizo, pero no pudo sustraerse al análisis de los tiempos y sucesos que corren por el país. Del conflicto en que se vio envuelto el Frente Popular Francisco Villa a Carlos Salinas como "ensayista".

Jorge Herralde dijo del autor de A ustedes les consta: "Conocí sus estupendos libros de crónicas, que eran un retablo mexicano de una penetración y una agudeza, un abanico de intereses, una crepitación intelectual y una apostura crítica de veras incomparable. Gracias a Monsiváis empecé a descifrar México, a intentar entenderlo, aunque con resultados precarios. México es un animal poco domesticable. Monsiváis ya era en los años setenta, y lo es ahora, un poder de la inteligencia mexicana, un punto de referencia, lo quiera o no".

Después, el contrapunto, que quizá sólo un editor español puede hacer en público sin ambages: "El otro gran polo era Octavio Paz, que sí lo quería, y que también me ayudó a entender México con El laberinto MONSIV de la soledad, entre otros libros. Dos polos, como es sabido, bien diversos, a menudo políticamente opuestos, pero cuyas opiniones tenían siempre un extremo interés".

E hizo una aclaración necesaria: "Monsiváis en España gozaba de una situación paradójica: por una parte era conocido y muy admirado por los intelectuales bien informados, pero por otra parte, al ser inédito en nuestro país, era un completo desconocido para la mayoría de la gente. Al obtener el Premio Anagrama, que ganó por aclamación, los lectores y la crítica ante la publicación fue unánime: uno de los raros descubrimientos que se da sólo de tarde en tarde. Tras la sorpresa y el aplauso de la crítica vino una pregunta escandalizada: Ƒcómo es posible que un autor como Monsiváis no se hubiera publicado antes en España? Qué fallo por parte de los editores españoles, qué miopía".

Sin embargo, el meollo no carecía de explicación: "Hace unos meses escribí un artículo que se llamaba Busca y captura de Carlos Monsiváis; ahí narro cómo estuve 20 años tratando de convencerlo de que publicara en Anagrama. Y me consta que otros también lo intentaron. Pero siempre después del primer acuerdo verbal y las promesas, llegaban las evasivas. Ahora, después de Aires de familia, los lectores españoles quieren más, tienen 'el mono', el síndrome de abstinencia. En nombre de ellos y por razones humanitarias le reclamo esperanzado a Carlos la antología de crónicas con destino a España que me prometió hace ya muchos meses".

Monsiváis dijo, retomando lo afirmado por Herralde: "De pronto me sentí como la isla La Española, recién descubierto, y eso me dio una emoción enorme. Y de veras que me felicito de haber escrito Pedro Páramo. Lo hice para ganarme el afecto y creo que lo conseguí".

Lo que consiguió fue el aplauso y la risa espontánea del público que vino a escucharlo improvisar. En cuanto a su retraso para publicar en España, refutó, gentil: "Tardé 20 años en llegar a España porque si me ponía a publicar no iba a tener nada qué decir. De eso me di cuenta. No digo que ese sea el caso de todos. Era el mío, absolutamente". Y de ahí saltó al retruécano juguetón: "Luego, tengo que revisar muchos de los conceptos de Aires de familia. En cuanto al melodrama, por ejemplo, ahora pasamos a la etapa del dolor gerencial, donde vamos a tener que administrar rentablemente nuestras aflicciones, y eso va a ser muy difícil".

Una de las dudas que campearon respecto a los planteamientos de su más reciente libro de ensayo era si fue primero el sentimiento o su verbalización o actuación, a lo cual respondió: "Lo primero es la representación. El sentimiento, si no se representa, no se sabe en qué consiste. Un sentimiento no representado no tiene gestos ni palabras. ƑCómo concebir una abuela antes de Sara García? Primero fue Sara García y después vinieron las abuelas. ƑCómo concebir a un padre colérico que logra el milagro de que uno no se duerma en la sobremesa sin Fernando Soler? Estoy convencido de que los arquetipos surgieron para que uno tuviera formas de comportamiento y que antes del cine mexicano no había nación. Se inventó la nación, Hidalgo, Morelos y todo eso simplemente para tener un marco prestigioso, pero en verdad lo primero que hubo fue el cine mexicano".

Luego vino el encuentro con la prensa.

--Aquí en la FIL uno de los libros, si no más vendidos, sí más promovidos, es el de Carlos Salinas. ƑQué le dice Salinas como ensayista?

--Pienso que sería importante que los familiares de todos los escritores tuvieran oportunidad de hablar con franqueza y sus conversaciones telefónicas fueran grabadas y luego transmitidas. Además, creo que sería interesante observar cómo moficaba algo así las relaciones familiares de todos los escritores. Claro, no puedo dejar de ver que el señor Salinas hizo un esfuerzo por justificarse, por comprimir en un libro su querella contra quienes lo han expulsado de la historia: el libro tenía una función argumentativa, propagandística, y de pronto una demolición interna, inesperada, supongo, frenó en seco la venta del libro. Luego, para mí el de Salinas es un libro que empezó como una defensa radical y terminó siendo una suerte de mausoleo.

Feudalización al ritmo del narco

--Cómo interpreta el reciente affaire Tepito, Ƒcomo un acto recurrente de fin de sexenio o como un fenómeno social?

--No es un fenómeno social. Lo que vimos fue un hecho delincuencial. Y era muy interesante el alegato del cardenal primado diciendo que 'en Tepito también hay gente de bien', la frase es textual. Todas las imágenes que vimos, sobre todo las del saqueo de los tráileres, lleva a la convicción de que hay una parte de las grandes ciudades que se está feudalizando al ritmo del narcotrafico. No porque sea un fenómeno del narcotráfico necesariamente, sino porque la introducción de armas y su venta proporciona a los que las adquieren una sensacion de omnipotencia desastrosa. Esta masificacion de las armas en México que nunca ha sido un país desarmado pero que ahora está, sobre todo en regiones campesinas y zonas urbanas, poderosamente armado, da la idea de una negativa o de un rechazo del proceso civilizatorio a cuenta de la omnipotencia que confieren las armas. Y eso me parece absolutamente inaceptable. Además, no sé cómo se pueda resolver porque no es nada más decir que se aplique la ley.

--En el caso de la marcha del Frente Popular Francisco Villa, el niño atropellado y el posterior linchamiento del culpable tampoco es posible decir, sencillamente, qué se haga la ley, como la luz.

--Es un asunto terrible. Desde luego, hay un clima de exasperación, de irritacion, de una premura golpeada por un continuo asalto a los sentidos que puede explicar, no justificar, la conducta del automovilista. Pero en última instancia nada, absolutamenete nada, puede justificar la muerte del niño. Eso es una derrota de todos. También en otro nivel es imposible que una ciudad continúe sometida a esa fragilidad, que una marcha le descompone de pronto toda su fluidez urbana; tienen que darse acuerdos generales, no es posible que cada día algún plantón te interrumpa y te desquicie y no sólo robe tiempo, sino que te lleve a un clima de exasperación que vuelve inahabitable o irrespirable sicológicamente a la ciudad.