DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Indígenas de la zona dicen que los soldados ''protegen a la invasores''
Presencia militar en San Miguel Chimalapas
Ť Ganaderos de Cintalapa, Chiapas, cultivan ya tierras en esa zona del Istmo de Tehuantepec
Matilde Pérez U. Ť La tensión e inquietud aumentaron entre los indígenas zoques de San Miguel Chimalapas, ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec, por la presencia de elementos del Ejército que comenzaron sus rondines en esa región, que disputan como suya ganaderos de Cintalapa, Chiapas, quienes este viernes introdujeron un tractor y empezaron el cultivo de tierras en la zona de La Hondonada.
Disgustados por lo que calificaron como ''una traición del gobierno federal a los acuerdos suscritos el miércoles 22 en la Procuraduría Agraria'', los indígenas oaxaqueños convocaron ayer a una reunión urgente en la congregación Benito Juárez para decidir las acciones de defensa de las 120 mil hectáreas que -recordaron- pretenden quitarles los chiapanecos.
Domingo Jiménez, de la congregación de Benito Juárez, informó por vía telefónica que al encuentro acudieron las familias de San Alonso, Sol y Luna, La Cristalina, así como las autoridades municipales y comunales. "No somos guerrilleros ni rebeldes, como nos han calificado los chiapanecos. Sólo defendemos nuestro legítimo derecho ancestral agrario", dijo.
En la reunión, los indígenas zoques analizaron la situación y consideraron que es ''crítica y difícil'', porque el Ejército aparentemente protege a los ''invasores chiapanecos''.
"No nos quedaremos así, tomaremos decisiones y no dejaremos que pisoteen nuestros derechos, pero sin violencia", destacaron los comuneros, y mencionaron que hasta ayer, debido a la tensión en la zona, habían detectado la presencia de siete jornaleros chiapanecos. "Pero puede ser un mayor número y podrían estar apoyados por algunos funcionarios del gobierno federal".
Los indígenas zoques acordaron enviar escritos al presidente electo, Vicente Fox; al gobernador electo, Pablo Salazar Mendiguchía, así como a los secretarios de Reforma Agraria, Eduardo Robledo Rincón, y de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Julia Carabias -estos dos últimos responsables del Programa de Conciliación Agraria de las Comunidades de Chimalapas y Poblados del Noroeste de Cintalapa, Chiapas, firmado en agosto del año pasado-, a fin de exigir respeto a los acuerdos y la salida del Ejército y de los ''invasores chiapanecos''.
Destacaron que esta situación sí compete a la actual Semarnap y no aceptaron el argumento de que por ser un conflicto agrario no tiene ningún vínculo con esa dependencia. ''Sabemos que los chiapanecos no sólo quieren permanecer ilegalmente en esta región para cultivar y extender sus terrenos ganaderos; también para sacar la madera de la selva'', abundaron los comuneros de los Chimalapas.
La región de los Chimalapas se considera la superficie más importante de las selvas tropicales húmedas del sureste y constituye la cuenca alta de los ríos Coatzacoalcos y Uxpanapa y de una parte del Grijalva-Usumacinta, uno de los sistemas hidrológicos más importantes del país.