DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Combatir la cirrosis y la caries, entre sus aportaciones


Alcanzan investigadores avances para atacar males degenerativos

Ť En la Ciudad de las ciencias, especialistas de la UNAM y la UAQ también trabajan para pronosticar desastres naturales

Alma E. Muñoz Ť En la Ciudad de las ciencias, centro de desarrollo científico, las fórmulas para atacar enfermedades degenerativas alcanzaron grandes resultados en tres años de trabajo. El combate a la cirrosis, la caries, a partir de desechos marinos, y la elaboración de prótesis óseas podrían patentarse a mediano plazo, después de que investigadores de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM) de México aplicaron los métodos desarrollados en animales con características afines a las de los seres humanos.

Desde ese lugar, ubicado en Juriquilla, Querétaro, los científicos trabajan sobre más de 100 líneas de investigación para encontrar el origen de padecimientos clínicos; prevenir sobre posibles desastres -volcánicos, sismológicos o hidrológicos- y hasta métodos alternativos para reducir índices de contaminación, como el elaborar una aleación nueva para que el pistón de los automotores queme casi en su totalidad la gasolina.

Con un presupuesto actual de alrededor de 80 millones de pesos, los especialistas trabajan en cuatro áreas específicas: Centro de Neurobiología, Unidad de Ciencias de la Tierra, Departamento de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (FATA) -estas dos a punto de pasar de subdependencias a centros de investigación de la UNAM-, así como el Centro de Estudios de Posgrado y de Educación Continua.

A sabiendas de que lograr la cura del síndrome de inmunodeficiencia adquirida aún está lejos, las investigaciones, a partir de alcances desarrollados por japoneses, permiten en el FATA aislar enzimas que produce el virus. No obstante, ya encontraron fórmulas para eliminar trastornos por desnutrición, además de establecer una relación entre la proliferación de vasos sanguíneos y el surgimiento de tumores cancerígenos.

Con dichos avances, la Ciudad de las ciencias, cuyo proyecto de edificación surgió en enero de 1995, pero hasta dos años después comenzaron los trabajos, se convirtió en el polo de desarrollo más importante fuera de Ciudad Universitaria, incluso por su extensión, ya que está asentado en más de 100 hectáreas de terreno.

El campus Juriquilla nació de la conjunción de esfuerzos de instituciones públicas de educación superior: la UNAM, la Universidad Autónoma de Querétaro y el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional, y en sus instalaciones se realizan innovaciones tecnológicas en beneficio del desarrollo regional y nacional.

Allí laboran 117 expertos, 77 de los cuales tienen el grado de doctor, 22 de maestría y 18 de licenciatura. 80 científicos forman parte del Sistema Nacional de Investigadores y con ello se logró que la UNAM pasara del lugar 26 al sexto o séptimo sitio de posición en esta institución.

Algunos investigadores ya han sido o están por ser galadornados a nivel nacional e internacional. Ricardo Miledi obtuvo, en 1999, el Premio Príncipe de Asturias y fue nominado al Nobel de Ciencias; Flavio Mena Jara fue Premio Nacional de Ciencias en 1996; Gonzalo Martínez de la Escalera, Premio UNAM a Jóvenes Investigadores y Premio de la Academia Mexicana de Ciencias; Roberto Prado Alcalá fue designado al Premio UNAM a la Docencia 2000; Humberto Terrones Maldonado, Premio de la Academia Mexicana de Ciencias.

Este es uno de los cuatro polos de desarrollo académico con los que cuenta la UNAM -los otros se encuentran en Cuernavaca, Ensenada y Morelia- y uno de sus objetivos es contribuir a la descentralización de la actividad científica del país; al fortalecimiento de la docencia e investigación en las universidades estatales y fortalecer el desarrollo de grupos inter y multidisciplinarios en las distintas áreas del conocimiento.

Por parte de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) está en construcción la Facultad de Ciencias Naturales, que albergará las carreras de Biología, Nutrición y Medicina Veterinaria y Zootecnia. Los del Cinvestav ya cuentan con su laboratorio de investigación de materiales.

De entre los principales avances, destaca que en el campo de la salud se estudia la utilización de mellita -estrella de mar que es arrojada a las playas a manera de desecho- para aplicarla como recubrimiento dental e incluso con mayores investigaciones, de protección ósea en miembros descalcificados. Con esto, se reduciría 40 por ciento el costo de tratamientos a enfermedades dentales -que padece un 90 por ciento de la población mexicana-, ya que la pasta utilizada actualmente tiene un costo de 50 dólares y con el avance se reduciría a 20 dólares.

Con 15 años de estudios sobre el por qué el hígado se hace cirrótico, investigadores de la UNAM, a través de un modelo experimental para desarrollar ratas con cirrosis -lo que les valió en 1997 el Premio Glaxo Welcome y un año antes el Canifarma--, delinearon posibles mecanismos de cura con una sustancia llamada adenosina, utilizada en algunos padecimientos del corazón, a fin de alcanzar una cura, la que esperan se concrete en dos años. Por lo pronto, ya sostienen pláticas con firmas farmacéuticas.