DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Tijuana, BC
Torturan y matan a la esposa de un narco y a un locutor
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 25 de noviembre Ť Alejandro Eduardo Morales Torres, comentarista de una estación de radio comercial local, fue asesinado y localizado muerto con señales de tortura en la cajuela de un automóvil abandonado junto con el cuerpo de la esposa de un narcotraficante.
La subprocuraduría de Justicia en Tijuana informó que Morales Torres, de 36 años de edad y quien contaba con una amplia y reconocida trayectoria en los medios de comunicación de Tijuana, presenta golpes contusos y lesiones por arma punzocortante, mientras que la mujer, Lina Rosas Literas Ochoa, de 28 años, presenta lesiones en la cabeza.
Ambos fueron localizados el viernes en el vehículo Grand Marquis blanco propiedad de Morales Torres, el cual fue levantado por una grúa en una calle del fraccionamiento El Lago y trasladado a un corralón, ya que se encontraba abandonado, indicó Raúl Gutiérrez, portavoz de la Procuraduría de Justicia del Estado.
Familiares de los occisos habían reportado su desaparición el miércoles en el Centro de Atención para Personas Extraviadas y Ausentes, ya que desde el lunes 20 de noviembre no se habían comunicado, indicó a su vez el subprocurador de Justicia Francisco Javier Cossío Gutiérrez.
Todo indica que andaban juntos, dice el subprocurador de Justicia
"Inicialmente todo indicaba que andaban juntos, se sabe por declaraciones de familiares de ambos que estaban casados cada uno por separado... que desaparecieron juntos en razón de que el vehículo de la mujer se encontró en el departamento de él, pero no estaba el auto del hombre".
Por las características del crimen, continuó el subprocurador, se trataría de un crimen pasional y se descarta que esté ligado al narcotráfico a pesar de que Literas Ochoa era esposa de Emilio Valdés Mainero, quien se encuentra preso en una cárcel federal de Indiana, Estados Unidos, donde purga una condena de 30 años por narcotráfico.
Asimismo, enfrenta un proceso de extradición solicitado por el gobierno federal mexicano acusado de haber participado -junto con Alfredo Hodoyán Palacios (preso en el penal de alta seguridad Las Palmas, del Estado de México) y otros presuntos miembros del cártel de los Arellano Félix- en el asesinato del ex delegado de la Procuraduría General de la República en Baja California, Ernesto Ibarra Santés, en septiembre de 1996.
"Se sabe que ninguna de las dos personas asesinadas estaban involucradas en actividades ilícitas", indica un comunicado oficial y agrega que la Unidad Orgánica de Homicidios del estado continúa las investigaciones a fin de determinar a los responsables y el móvil de los hechos.