SABADO 25 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Rindió su último informe al frente del CNCA
Propiciar el florecimiento de la cultura, deber del Estado: Tovar
Mónica Mateos Ť Ante la presencia de casi todos sus colaboradores y algunos intelectuales, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Rafael Tovar y de Teresa, presentó su último informe de labores el jueves en el Palacio de Bellas Artes, a manera de despedida oficial del cargo que ha ocupado durante más de un sexenio.
Su discurso fue un apretado recuento de lo realizado los últimos cinco años -cuyos detalles se incluyen en Memoria 1995-2000, dos tomos de más de 300 páginas cada uno-; la publicación será un ''punto de referencia para las acciones de los próximos años" que deberá valorar el gobierno entrante, explicó.
El titular del CNCA desde 1992 recalcó que ''la función esencial del Estado en el ámbito cultural no es producir o crear cultura, sino garantizar las condiciones necesarias para su florecimiento". En este sentido, defendió ''el derecho de todos los mexicanos a participar en la definición y la ejecución de la política cultural", así como ''la transparencia en el diálogo y un vínculo más sano" entre el Estado y los creadores para ''que prevalezca la naturaleza del acto creativo: libertad de pensamiento y expresión, independencia crítica, capacidad de diálogo y apertura a la diversidad.
''Me da gusto entregar una institución consolidada y fuerte. Corresponderá al próximo gobierno valorar si la estrategia general con la que funcionó el Consejo será el mecanismo que deberá seguir. Creo que la cultura es más rica que los principios y las coyunturas."
El historiador Enrique Florescano, el poeta Eduardo Lizalde, los coreógrafos Gladiola Orozco y Michael Descombey y el creador escénico José Solé, fueron algunos de los invitados especiales a ese acto protocolario. Tovar insistió en que el CNCA ''logró cumplir" con las funciones esenciales para las que fue creado: ''Dar unidad" a la política cultural del Estado, ''explorar nuevas formas de llevarla a la práctica y ensanchar sus alcances sociales."
Los abrazos y aplausos entre los funcionarios no se hicieron esperar en cuanto el presidente del CNCA concluyó su discurso; la mayoría sonrientes, sin atreverse a aventurar pronósticos acerca del nombre del nuevo responsable de la política cultural del país, más bien ''confiados" en que ''el cambio no será drástico" y las cosas seguirán ''marchando", señalaron algunos de ellos.