Ť Obra estelar en la reapertura oficial de la Unidad Artística y Cultural del Bosque
De monstruos y prodigios... recrea la gloria y la decadencia de los castrati
Ť Texto dramatúrgico de Jorge Kuri y dirección escénica de Claudio Valdés Kuri, en El Galeón
Ť Convergen disciplinas y lenguajes como la ópera, la danza barroca y el arte ecuestre
Carlos Paul Ť Los albores, la gloria y la decadencia de los castrati, esos ''monstruos-niños sagrados", cuyas voces fueron modeladas quirúrgicamente y que en el siglo XVIII personificaban la cúspide de la sublimación artística, es la recreación en De monstruos y prodigios, la historia de los castratis, de Jorge Kuri, con dirección escénica de Claudio Valdés Kuri, que hoy se estrena en el teatro El Galeón, y este domingo será el montaje estelar en la reapertura oficial de la Unidad Artística y Cultural del Bosque (UACB).
La obra, basada en textos del investigador Ambroise Paré, del siglo XVI, ''habla de un tiempo en que la belleza era el más alto valor y alcanzarla no tenía precio, y al mismo tiempo, muestra esos fenómenos artísticos y humanos en su contradicción interna, sus extravagancias, sus caprichos y sus ambiguas historias de amor".
Es un montaje, comenta Valdés Kuri, que ''de manera antisolemne refleja la lucha entre la belleza y la razón, y la vida sin reservas de esos cantantes que entregaron su vida en favor del arte".
Estos seres, ''en los que se une el monstruo y el ángel", llevaron una vida de extrema rigurosidad, eran ''intuitivos y a la vez tenían una amplia formación musical", ya que debían estudiar desde la madrugada y hasta el anochecer, contrapunto, armonía, solfeo y un instrumento musical.
''Eran dueños, a la vez, de la prestancia masculina y de una voz delicada y ágil, tierna y potente. De una indecible sensualidad que hacía estremecer a los hombres y pasmaba a las mujeres."
Para el montaje se convocó a Javier Medina, cuya ''peculiar" voz podrá ser conocida con este trabajo escénico. A los castrati, explica el cantante, ''no se les podía intervenir quirúrgicamente antes de los siete ni después de los 12 años". En su caso, aclara, su voz es consecuencia de una enfermedad que sufrió a los 11 años, la cual inhibió el desarrollo de su garganta. ''Por eso tengo la voz de un niño". Los castrados, dice, ''se convirtieron en una especie de mito musical, el único susceptible de comprobarse en la realidad".
Escenario con 40 toneladas de arena
La historia de los castrati es narrada por los siameses Jean Paré y Ambroise Paré ?personajes encarnados por Mario Iván Martínez y Hernán del Riego? que al principio ''tienen ideas muy paralelas, pero conforme avanza el tiempo, el pensamiento de uno de ellos se rezaga, mientras el otro se inclina por las creencias de la Revolución francesa". Tales cambios, ''se ven, por supuesto, reflejados en sus ideas, pero también en el vestuario de época".
Con sólo 40 toneladas de arena en el escenario, en la obra convergen distintas disciplinas y lenguajes, ópera, danza barroca y arte ecuestre con la participación del jinete de alta escuela Luis Fernando Villegas.
(De monstruos y prodigios. La historia de los castrati, con la Compañía Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, cuenta además con las actuaciones de Kaveh Parmas, Antonio Duque y Miguel Angel López. La dirección musical es de Magda Zalles, quien encabeza al grupo Ars Nova. El vestuario es de Mario Iván Martínez y la iluminación de Víctor Zapatero. Se escenifica ?luego de su estreno en España?, jueves y viernes, a las 20:30, sábados 19:00 y domingos 18:00 horas, en El Galeón, atrás del Auditorio Nacional.)