Ediciones Era cumple 40 años. El festejo central consiste en la publicación de cinco libros de sus autores capitales. Ofrecemos a nuestros lectores un adelanto de dos de ellos, en vísperas de su lanzamiento formal, como parte la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que será inaugurada mañana. Salvador Novo. Lo marginal en el centro, del cual publicamos hoy un fragmento, es el nuevo libro de Carlos Monsiváis, en tanto Sergio Pitol nos transporta en El viaje ?de donde extraemos una brevísima estación? a nuevas delicias literarias.
¿Hasta dónde llega el hombre de respetabilidad? ¿En qué momento ''el tránsfuga de las buenas costumbres" se harta de tanto hostigamiento? El 21 de diciembre de 1949 Novo refiere su fallido ingreso a la respetabilidad o como se le quiera decir a buscar el apaciguamiento de la maledicencia. Novo cita al Tenorio de Zorrilla para explicarse:
Comenzó por una apuesta,
siguió por un devaneo,
engendró luego un deseo
y hoy me quema el corazón.
Lo inesperado: un heterodoxo convicto y confeso quiere habilitar su clóset como altar. Novo se interesa por una de sus alumnas (Beatriz Aguirre); negado para el secreto, da a conocer su infatuación, y una amiga lo reconviene por su timidez: ''Eres un estúpido; no se hace así. Mañana mismo voy yo a mandarle en tu nombre las mejores orquídeas; y luego la invitarás a cenar al Versalles, y harás disponer una mesa preciosa con flores y una cena finísima; y luego la invitarás al teatro, y a pasear, y poco a poco. ¡Pero a quién se le ocurre hacerle como lo has hecho! ¡Qué bruto eres!".
Inspirado, Novo prosigue con la novela de su vida. El personaje se ha enamorado de una mujer, y lo cree sinceramente, sin recordar a Freud y los deseos pansexuales de toda criatura del instinto. Su efecto súbito, lo admite, es por lo menos desconcertante, pero no lo puede impedir, como no evita enterar de su llamada telefónica al motivo de su debut hetero: ''He estado pensando en ti todos estos días, a todas horas. Te has convertido en realidad en una idea fija. Sueño contigo, y he resuelto en consecuencia hablarte de un asunto que involucra tu destino y el mío. Piénsalo de aquí a mañana, y mañana por la tarde te espero en mi oficina". Que se juzgue sorprendente su acción, no lo altera. Tampoco lo intimidan su notoria orientación sexual, la diferencia de edades (entonces muy tomada en cuenta), la posibilidad de que el episodio se considere una risible ''cortina de humo". Nada lo conmueve, porque al escribir el episodio en su ''Diario", ya todo se ha frustrado. Y no resiste la tentación de contar el suceso.
Novo no exige la correspondencia frenética a una pasión moderada. ''Iba a exponer desnuda, pero honestamente, mi deseo de la compañía de una muchacha cuya belleza estaba a la vista de todos, pero cuyas virtudes yo sólo sentía h aber comprendido y valorizado". Tampoco le pide que renuncie a la actuación: ''lo sensato sería que cada cual conservara o prosiguiera sus actividades actuales hasta el momento en que sintiera que ellas habían sido superadas por un interés mejor, y las abdicara voluntariamente".
La sinceridad ?y el aforismo se construye y se destruye solo? es con frecuencia una forma de astucia. Novo informa de su fracaso cuando éste se ha vuelto un chisme regocijante, no alega ardor erótico, sólo evaluación de virtudes, y propone que él y ella juzguen si se quieren retirar de su trabajo para consolidar la pareja. La oferta se transcribe después de la negativa, pero aún a tiempo de incluirla en la novela por entregas, y Novo es objetivo al transmitir el pasmo de la cortejada: ''Nunca le di a entender semejante sentimiento. Me respetaba y me admiraba como maestro. No comprendía. Y no había pensado en casarse. Y sólo lo haría cuando estuviera muy enamorada. Y claro que no lo estaba de mí. Y que lo peor es que lo estaba de un joven".
El autobiógrafo se aferra a la serenidad madura, entiende y respeta ''la repulsa de mi intención anacrónica", acepta carecer de otras alternativas y ya no piensa en procurárselas. Pero el periodista Carlos Denegri ha publicado la noticia, señalando la iglesia donde sucederá la boda. Y lo que procede es disolver el pequeño escándalo, acudir a la discreción y, típicamente, llamar al silencio desde la revista donde cuenta su affaire fallido. Novo da por terminado el episodio, propio del gran relato cómico que traza voluntaria e involuntariamente: ''No he vuelto a saber de ella en todos estos días. No me siento con derecho a procurarla. Entiendo las palabras al pie de la letra, y las suyas y su situación fueron bastante claras".
Fragmento del libro de Carlos Monsiváis, Salvador Novo. Lo marginal en el centro, Ediciones Era, 2000