VIERNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Recuerdan a Ernest Lluch, ex ministro asesinado
Marchan en silencio casi 900 mil catalanes en repudio a ETA
Ť El único manifiesto leído durante la concentración en el centro de Barcelona pidió a Aznar e Ibarretxe diálogo con los violentos
Armando Tejeda, corresponsal, Madrid, 23 de noviembre Ť Cerca de un millón de personas recorrió hoy las calles de Barcelona en repudio al asesinato del ex ministro socialista de Salud, Ernest Lluch, perpetrado el pasado martes por dos presuntos militantes de la organización armada vasca ETA. La marcha fue encabezada por el presidente español, José María Aznar, el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y los presidentes autonómicos de Cataluña y el País Vasco, Jordi Pujol y Juan José Ibarretxe, respectivamente.
En San Sebastián, la sociedad también se movilizó contra la violencia de ETA y en favor del diálogo entre los partidos políticos para encauzar el proceso de paz en el histórico conflicto del País Vasco. Otras manifestaciones tuvieron lugar en Valencia y Santander.
En todos los ayuntamientos españoles se hizo un simbólico paro de labores de 15 minutos. Bajo el lema "Cataluña por la paz. ETA no", más de 900 mil personas, según el ayuntamiento de Barcelona, recorrieron en silencio el centro histórico de la ciudad, un silencio que se vio alterado por esporádicas exigencias de la implantación de la pena de muerte y la cadena perpetua en la legislación española.
"Lo digo en castellano"
La periodista catalana, Gemma Nierga, fue la encargada de dar lectura al único manifiesto de la marcha de protesta, en el que apuntó: "Estoy convencida de que Ernest, hasta con la persona que lo mató, habría intentado dialogar. Ustedes que pueden, dialoguen, por favor, y lo digo en castellano para que me entiendan todos", en lo que se interpretó como un llamado directo a Aznar e Ibarretxe.
El texto, firmado por sindicatos, partidos políticos, organizaciones sociales y organismos de defensa de los derechos humanos, inició con una condena expresa e inequívoca al asesinato de Lluch, que hace dos días fue asesinado de dos disparos en la cabeza en el estacionamiento de su domicilio, en una acción atribuida por la policía al comando que ETA tiene activo en Barcelona.
En el manifiesto se señaló que "los terroristas quieren coartar nuestra libertad. Pero no podrán porque nosotros hemos elegido la democracia y la capacidad de elegir y opinar como las formas de relación que libremente hemos otorgado". Tras recordar la trayectoria de Lluch en la lucha contra el franquismo y su militancia en el Partido Socialista Catalán, se proclamó que "hoy salimos a la calle para proclamar alto y claro que estamos del lado de la vida y que somos más, mejores y más fuertes que los que matan".
Ibarretxe afirmó luego de la marcha que Lluch "era un buen amigo, un gran amigo de los vascos y de las vascas, una persona que respetaba extraordinariamente a la sociedad vasca. Por eso, como lehendakari (gobernante vasco) estoy en Cataluña, para hacer el reconocimiento del conjunto de la sociedad vasca a la figura de Ernest".
Al mismo tiempo, en Donostia, miles de personas acudieron a la convocatoria de partidos nacionalistas y no nacionalistas y marcharon bajo la consigna de "Basta ya. ETA no", y se exigió unánimemente el final de la lucha armada de ETA.
La coalición abertzale Euskal Herritarrok -EH, antes Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA- emitió un comunicado en el que señala que "muestra su solidaridad a los familiares y amigos del ex ministro español Ernest Lluch", para posteriormente apuntar que "una vez más, nos encontramos ante una dura consecuencia del conflicto político que los Estados español y francés imponen al pueblo vasco". La izquierda separatista señala que "ya es hora de que el PP y el PSOE dejen a un lado el camino de las denuncias estériles y de que de una vez por todas permitan a Euskal Herria conformar libremente la democracia vasca, que sin lugar a dudas traerá consigo la solución al conflicto. Ya es hora de que aquellos que reivindican una paz sin contenidos dejen de distorsionar la solución del conflicto".
Cuba envió un mensaje de condolencias al Partido Obrero Socialista Español, en el que condenó el crimen de Luch, al señalar que La Habana condena "toda forma de terrorismo, venga de donde venga".