Ť Es de competencia local, dicen funcionarios
PGR: no hay elementos para atraer el caso de De Tavira
Ť Descartan acusaciones del ex director de Almoloya contra los Salinas como indicios Ť No hay trato especial a la averiguación: PJEH
José Galán y Carlos Camacho, corresponsal Ť La Procuraduría General de la República no tiene intención de atraer a su fuero las investigaciones acerca del asesinato de Juan Pablo de Tavira, ex director de la Policía Judicial Federal y del penal de Almoloya de Juárez, porque considera que no hay elementos para que ello suceda.
En Pachuca, la Procuraduría de Justicia de Hidalgo, encargada de las indagatorias, informó que no hay un trato especial al homicidio; se le da la misma importancia que a otras.
Los fiscales especiales antidrogas, Mariano Herrán Salvatti, y contra la delincuencia organizada, José Trinidad Larrieta, coincidieron en que a pesar de que el ex funcionario federal había advertido sobre las amenazas de muerte en su contra, en parte debido a sus declaraciones en las que vinculaba a los hermanos Carlos y Raúl Salinas en los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, no existen datos o evidencias que permitan considerar la posibilidad de que se ejercite acción penal federal por el homicidio.
En tanto, el vocero de la PJEH, Oscar de la Vega, dijo que esperan el informe detallado de la Dirección de Servicios Periciales para tratar de fortalecer o abrir nuevas líneas de investigación. Pero, en concreto, "estamos igual que cuando se inició la averiguación", dijo al reconocer que no hay pistas del homicida.
Por su parte, Juan Manuel Camacho Bertrán, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), en donde ocurrió el crimen, dijo que las autoridades judiciales "devolvieron" las instalaciones del Centro de Extensión Universitaria, cerradas desde la noche del crimen; ayer las actividades de ese lugar "volvieron a la normalidad".
La asistente del ex funcionario relata los detalles del homicidio
En una entrevista concedida a un diario local minutos después del homicidio, Alejandra Sánchez Gallegos, de 22 años, auxiliar de De Tavira, a quien acompañaba la noche que lo asesinaron, sostuvo que "Juan Pablo tenía muchos enemigos". Comentó que la forma en que lo asesinaron "fue espantosa, horrible".
"Estábamos a punto de empezar a cenar cuando el asesino llegó, disparándole directamente y no le dio tiempo de nada". Recordó que desde el primero de los cuatro impactos que recibió, cayó al suelo herido de muerte y después sólo se escucharon más detonaciones.
La única testigo presencial del hecho dijo que tenía años de conocer al criminólogo. "Trabajé para su hermano (no dijo cuál) en un despacho jurídico en la ciudad de México y, recientemente, me pidió venir a apoyarlo aquí en la UAEH''.