JUEVES 23 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Gastronomía, el tema


Mala organización en el primer día de congreso en Puebla

Mariana Norandi, especial para La Jornada, Puebla, Pue. Ť Por segundo año consecutivo, se celebra en la ciudad de Puebla el congreso sobre patrimonio gastronómico y turismo cultural en América Latina y el Caribe.

Organizado en el Centro de Convenciones de la capital poblana, el acto fue inaugurado por representantes locales y federales de la industria turística, gastronómica y cultural, además de por Melquíades Morales Flores, gobernador de este estado.

Durante cuatro días, y dentro del segundo Festival Internacional de Puebla, este congreso tiene prevista una serie de conferencias, talleres y muestras gastronómicas que ilustran al participante sobre el rico y variado abanico gastronómico que existe a lo largo y ancho del continente americano. Pero una cosa son los objetivos y otra muy distinta los resultados.

Ayer, tras la larga presentación oficial, en la que la abstracta retórica política no abandonó la mesa de ponentes y en la que se llegó a la conclusión de que la economía mexicana evoluciona cada día mejor, se llevó a cabo -en el Callejón de los Pescaditos, ubicado en la zona exterior del Centro de Convenciones- la primera muestra gastronómica.

Faltó información sobre platillos

Más de mil personas se sentaron en diferentes mesas, mientras que menos de una decena de meseros comenzó a servir los diferentes platillos. Según los organizadores eran platillos representativos de las repúblicas de Cuba, Colombia y Perú, pero ahí no se sabía ni qué se estaba comiendo y mucho menos de qué parte del continente procedían las muestras. En tanto, una banda tradicional andina interpretaba temas del cono sur americano, los contados meseros desfilaban entre las mesas con los diferentes platillos. En la mesa de prensa nos pareció distinguir algo parecido a unas arepas peruanas, unas empanaditas, una crema de elote y un arroz con carne adobada. Eso nos parece, porque después de dos horas de estar esperando probar algo -aunque no supiéramos qué ni la procedencia- nunca llegó nada, sólo, e irónicamente, el postre, algo parecido a las primeras arepas pero con chocolate.

En el congreso no había quien diera una explicación sobre lo que sucedería en el. Todo eran idas y venidas, gente para arriba y para abajo, muchas edecanes, mucha gente "importante", pero nadie atendía las necesidades de información o hablaba de los horarios de las degustaciones.

Para realizar este congreso, organizado por la Secretaría de Turismo, Conaculta, Unesco, gobierno del estado de Puebla, Cámara de Restaurantes (Canirac), el Consejo de Promoción Turística, entre otros, hicieron falta 5 millones de pesos, "una cifra mínima respecto del beneficio que genera" según el presidente nacional de la Canirac, Andrés Olivella.

El resultado, por el momento, es una gran desorganización. Tal vez genere recursos económicos, pero el conocimiento gastronómico quedaría flotando.