JUEVES 23 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Bendesky, Calva y Huerta reprueban la gestión


Pobres resultados obtuvo la política económica de Zedillo

Ť Hay una bomba de tiempo que puede provocar una crisis similar a la de 1994 Ť La inflación creció 215% en el sexenio

Antonio Castellanos Ť Frente a las ''cuentas alegres'' del secretario de Hacienda, José Angel Gurría, que hablan de un crecimiento sostenido en cinco años, de baja inflación y de buenas perspectivas, León Bendesky, José Luis Calva y Arturo Huerta, investigadores universitarios, coincidieron en afirmar ayer que los resultados de la política económica son bastante pobres. Hay una bomba de tiempo que puede estallar y desembocar en una crisis económica, indicó Calva.

La política del Banco de México es miope, recalcó Bendesky, y señaló que eso trae como resultado mayores tasas de interés que ningún empresario puede pagar. Para contradecir los buenos resultados del gobierno que termina, subrayó que la inflación acumulada de diciembre de 1980 a agosto del presente año es superior a 90 mil por ciento. En este sexenio el proceso inflacionario creció 215 por ciento, a pesar de la declinación que dicen las autoridades.

Los tres, por separado, reprobaron al gobierno del presidente Ernesto Zedillo en materia económica al responder a la convocatoria de la Facultad de Economía, y su director Guillermo Ramírez, para evaluar la evolución de la economía y su perspectiva hacia el próximo gobierno. Ninguno estuvo de acuerdo con lo que calificaron de cuentas alegres de Gurría.

En el aula América Latina de la Facultad de Economía, hicieron sus respectivos planteamientos. Arturo Huerta precisó que si la economía marchara bien, el sector privado no tendría problemas, pero el caso es que su deuda externa en 10 años ha crecido 10 veces. Pasó de 6 mil millones de dólares en 1990 a 65 mil millones de dólares. Su capacidad de endeudamiento se ha saturado.

Además, destacó que si el rumbo fuera bueno, la estrategia no se rectificaría. Las proyecciones del próximo gobierno se han disminuido y el PIB se reducirá a 4.5 por ciento. Se prevé además que disminuya el flujo de capitales externos y de ahí los constantes viajes del presidente electo, Vicente Fox, para buscar la llegada de nuevos capitales.

Se necesitan para el próximo año por lo menos 20 mil millones de dólares, para financiar el déficit en la cuenta corriente, y nadie está de acuerdo con la política contraccionista que aplicará el próximo régimen, precisó Huerta.

José Luis Calva habló de la caída del poder adquisitivo de los trabajadores y para dar una idea de ello, indicó que ahora tenemos salarios mínimos similares a los de 1946. Hay, sostuvo, una ''bomba de tiempo''. Estamos en la franja roja del peligro por la vulnerabilidad del sector exportador. Y expresó: ''Estamos en condiciones de desactivarla para no enfrentar una crisis similar a la de 1994 con una depreciación del peso, pero todo dependerá de lo que se haga en el primer trimestre del próximo gobierno''.

León Bendesky se refirió a la política fiscal que impulsó el secretario Gurría. ''Se trata de una trampa en la que nos ha metido Gurría para que no haya cambios profundos, no se les mueva el marco macroeconómico, y no haya mayor déficit público. Nadie puede decir que hay salud fiscal cuando tenemos 15 millones de contribuyentes potenciales y sólo 5 pagan impuestos''.

Manifestó que es necesario contar con más recursos fiscales, porque la visión que se tiene es de contadores chafas. Hay que incrementar los recursos fiscales a través del universalismo en el cobro de impuestos. Es decir, se tiene que decidir si se mantienen las exenciones fiscales. Es necesario, concluyó, lograr la eficiencia del sistema tributario.