JUEVES 23 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Recibe en visita carcelaria al juez tercero de distrito
Se queja Raúl Salinas de Gortari por irregularidades en su juicio
María del Socorro Castañeda, corresponsal, Almoloya de Juárez, Méx., 22 de noviembre Ť El juez tercero de distrito en materia penal federal con sede en Toluca, Leopoldo Cerón Tinajero, realizó una visita carcelaria a Raúl Salinas de Gortari, quien presentó un escrito de 105 páginas en el que expone "varias quejas" respecto a su situación como interno del penal estatal de Santiaguito.
Una de las inconformidades presentadas por el hermano del ex presidente mexicano se refiere a la visita carcelaria del juez, pues asegura que ésta la solicitó desde 1997, cuando el pleno del Consejo de la Judicatura aprobó ese tipo de diligencias.
El llamado hermano incómodo expresó su inconformidad porque a cuatro años y medio de que se le dictara el auto de formal prisión no ha conocido personalmente al juez a cargo de su proceso. Incluso, dijo, la visita carcelaria debió haberla realizado personalmente el juez de la causa.
De acuerdo con el acta de la diligencia, proporcionada a los medios de comunicación por el abogado defensor, Raúl Cárdenas Rioseco, Salinas de Gortari presentó formalmente una queja contra el juez cuarto de distrito en materia penal con sede en el Distrito Federal, Hans Eduardo López Muñoz, a quien acusó de dejarlo en "verdadero estado de indefensión", luego de que el 16 de abril de 1996, unas cuantas horas después de dictado el auto de formal prisión, declaró agotada la instrucción". Dijo que se le impidió conocer a fondo la acusación completa por enriquecimiento ilícito, y con ello, se le negó la oportunidad de ofrecer pruebas.
Reiteró su impugnación porque desde abril de 1996 hasta abril de 1999 estuvo interno en el penal federal de alta seguridad La Palma, ubicado en Almoloya de Juárez, lo que, señaló, es "incorrecto", porque entonces estaba aún en carácter de procesado y no de sentenciado, y "se recurrió a elaborar un supuesto estudio en criminología y siquiatría" que "fue firmado por dos gentes impreparadas que no me hicieron ningún estudio, y una de ellas, la criminóloga, jamás la conocí y además no contaba con un título profesional que la facultara para emitir un dictamen de perito en la materia".
Sostuvo que a partir de ese documento "falso" se violaron sus garantías, pues lo recluyeron en una celda que era "una verdadera perrera de piso de cemento", y además, en el penal federal no podía comunicarse en privado con su defensa, pues eran grabadas todas sus conversaciones, se le privaba de lápiz y papel y no podía ingresarse el expediente.
Señaló que a pesar de que sus protestas por el trato recibido en La Palma fueron presentadas ante la CNDH no procedieron, porque al ser trasladado al penal de Santiaguito el organismo consideró que se había resuelto el problema, lo cual, considera, "equivale a que si una mujer denuncia una violación, según la CNDH, terminado el acto sexual, ella no tiene de qué quejarse".
Otra de las inconformidades se refiere a que todas las audiencias que se han realizado, relativas al procedimiento que se le sigue por enriquecimiento ilícito, han sido efectuadas sólo con la presencia de los abogados y el Ministerio Público Federal, además de los custodios, lo que implica que dentro del penal se le está dando un trato especial que impide se cumpla con el carácter público de las audiencias que marca la Constitución.
Sin embargo, el hermano incómodo ratificó que aún confía en el Poder Judicial, "del cual sólo espero justicia".
En la diligencia estuvieron presentes, además del juez Cerón Tinajero, el abogado defensor, Raúl Cárdenas Rioseco, el oficial judicial Abel Figueroa Lavarado y el secretario, Sergio Morales Perea.