Ť Recibe hoy, con los otros galardonados, el Premio Nacional de Ciencias y Artes
Devorar el mundo de las letras es el rito de Margit Frenk
Ť Es triste ser la primera mujer reconocida en el rubro de Lingüística y literatura, asevera
Ť Escasez de materiales en las bibliotecas del país, ''talón de Aquiles'' en materia educativa
Miryam Audiffred Ť Hay nombres que están irremediablemente unidos a un largo listado de reconocimientos. Margit Frenk es uno de ellos. Y es que pronunciar estas dos palabras implica, por lo menos, hablar de una larga trayectoria académica y de distinciones como la beca John Simon Guggenheim, el nombramiento de Investigadora Nacional Emérita y el doctorado honoris causa de la Sorbonne Nouvelle de París. Hoy, un renglón más se escribirá en el historial de esta investigadora de 75 años y el escenario será el Palacio Nacional, sitio en el que recibirá el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el rubro de Lingüística y literatura.
Es la primera mujer que obtiene esta distinción desde que, en 1945, se instituyó el premio. Y no obstante, asegura tener sentimientos encontrados. ''Estoy contenta pero no orgullosa de recibir este reconocimiento ?dice con voz quebradiza?. Es triste ser la primera mujer que es galardonada en este rubro en tantísimos años y eso me parece injusto porque tengo la certeza de que hay excelentes escritoras. Creo que en México ha habido una inercia, por no llamarle prejuicio, que dificulta el reconocimiento del trabajo femenino".
Descifradora de misterios
Nacida en Alemania, pero naturalizada mexicana, esta lingüista de sonrisa cálida y brillantes ojos ha dedicado su vida a descifrar los misterios de la creación literaria. Su obra escrita es abundante y parece no tener fin porque trae la voracidad de la lectura y el trabajo en la sangre ?basta decir que es hija de la traductora Mariana Frenk-Westheim para imaginarlo con cabal medida? y ese es el motor que la motiva cada fin de semana para trasladarse a Morelos con su inseparable lap top y así devorar al mundo de las letras en una especie de rito individual.
Con una extraña afición por la literatura del Siglo de Oro y la poesía medieval, la autora de textos como Cancionero de galanes y otros rarísimos cancionerillos góticos y Entre la voz y el silencio (La lectura en tiempos de Cervantes) se muestra esperanzada de que este premio ''signifique, por fin, que se va a prestar más atención a los lingüistas''.
''Llevo varios años protestando por la falta de reconocimiento a esta labor que me parece indispensable. Es más, he dicho en varias ocasiones que este premio debería ser dividido en dos porque sólo así sería posible reconocer de igual manera a escritores e investigadores."
Miembro de la Real Academia Española de la Lengua y de la Academia Mexicana, Frenk confiesa que la investigación literaria es como una puerta de acceso a nuevas dimensiones, escenarios que ?aclara? por desgracia aún no son comprendidos en el país.
''Sé que he decepcionado a muchos al decirles que no escribo poesía, novelas o cuentos porque en México escribir es sinónimo de creación y ésta no es la apreciación adecuada. Elaborar análisis o investigaciones literarias no es hacer literatura. Son dos disciplinas totalmente distintas, porque si un escritor hace literatura sobre la realidad, el investigador se encarga de escribir sobre esa literatura. El problema y la fascinación radican entonces en comprender que hay tantas maneras de acercarse a la literatura como formas de aprehender la realidad".
La lengua es de quien la hace suya
Residente en el DF desde 1930, Margit Frenk estudió la carrera de Letras españolas en la Universidad Nacional Autónoma de México y tiene el título de Master of Arts de la Universidad de Berkeley. Sabe lo que significa lograr un equilibrio entre dos lenguas ?alemán y español? y está segura de que ''la lengua es propiedad de quien la hace suya", de quien la habla, la lee, la glorifica, la escribe e incluso la destruye recreándola día tras día.
Es integrante de los consejos de redacción de publicaciones como Bulletin of Hispanic Studies y Journal of Hispanic Research, y disfruta de enseñar a las nuevas generaciones. En su larga trayectoria ha dedicado buena parte de su energía a impartir cátedras y, por eso, ha sido profesora invitada en las universidades de Heidelberg, Harvard, Hamburgo y la de California, en San Diego. También coordinó el Centro de Estudios Literarios de El Colegio de México entre 1972 y 1978 y dictó clases en esa institución de 1952 a 1980.
El contacto pasado y presente con estudiantes de distintas instituciones ?ha dirigido cerca de 20 tesis de doctorado, maestría y licenciatura? le da una clara idea del ''talón de Aquiles" del ámbito educativo nacional y éste es, en su opinión, ''la falta de recursos, es decir, la escasez de material en las bibliotecas del país. No me canso de decir que es frustrante acudir a ellas porque no se encuentra nada. Yo he tenido que dar explicaciones en el extranjero de los defectos bibliográficos de mis propios trabajos".
Sabe que la opción es Internet porque ya están en la red algunas bibliotecas de importancia, pero el problema es que aún le tiene ''miedo" a las computadoras. De hecho, sólo se anima a utilizar el procesador de textos.
Si bien no se ha aventurado a navegar por el ciberespacio, Margit Frenk tomó hace poco tiempo la decisión de hacer a un lado a sus autores acostumbrados para dejarse fascinar con las obras del Nobel portugués José Saramago y el peruano-español Mario Vargas Llosa. Acerca de este último menciona que por muchos años fue renuente a leerlo debido a que ''el señor ha sido un desastre en el aspecto político. Afortunadamente, tuve tiempo de descubrir que es un placer leerlo".
Sacudida de todo prejuicio, Frenk se dispone a aumentarle una línea a su impactante curriculum en compañía de Raúl Anguiano, Fernando Flores, Jorge Aceves, Ranulfo Romo, Francisco Alfonso Larqué, Joel Wilfrido y la Unión de Danzantes y Voladores de Papantla, los otros galardonados con el premio que entregará, por última vez, el presidente Ernesto Zedillo.