MIERCOLES 22 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Panorama promisorio entre partidos, legisladores y autoridades, afirma


"Muy factible", lograr acercamientos hacia la reforma política para el DF: Ortiz Pinchetti

Ť Uno de los retos, no contaminar el tema con otros asuntos, dice el próximo secretario de Gobierno

Ť La Asamblea debe tomar además la bandera de la Constitución que necesita la ciudad

Raúl Llanos Samaniego Ť En el marco de la reforma política para el Distrito Federal, el PRI tendrá que jugar la "baraja democrática", y el PAN deberá evitar la tentación de cobijarse en el poder presidencial de Vicente Fox, afirmó el próximo secretario de Gobierno de esta ciudad, José Agustín Ortiz Pinchetti, quien dejó en claro que el partido que no colabore para el bienestar político, no sólo de la capital sino de todo el país, tendrá la única suerte de perder las elecciones futuras.

En entrevista con La Jornada, el segundo hombre de importancia política en esta ciudad para el sexenio 2000-2006 confió en que una vez que Fox y Andrés Manuel López Obrador asuman sus cargos, primero y 5 de diciembre, respectivamente, será muy factible iniciar acercamientos entre los partidos políticos, legisladores federales y locales y autoridades para concretar la reforma política.

Agregó que ayudará mucho en esta tarea el que llegue al gobierno federal gente comprometida con el avance democrático, como Santiago Creel --"que está en la antesala de la Secretaría de Gobernación"--, Adolfo Aguilar Zinzer, Jorge G. Castañeda, a quienes se sumarían Amalia García, dirigente nacional del PRD; María de los Angeles Moreno, coordinadora del PRI en la Asamblea Legislativa, y el senador Demetrio Sodi, quienes son parte de esa generación que desde años atrás ha estado comprometida con el tema democrático, y entre quienes estaría ya allanado el camino para la ansiada reforma política.

"En las primeras exploraciones que hemos hecho con PRI, PAN y PRD vemos un panorama promisorio; vemos una gran flexibilidad tanto en el PRI como en el PAN y un actitud abierta de parte del PRD; habiendo estos elementos y la cooperación de los partidos pequeños, creo que hoy están dadas las condiciones, como nunca, para la transición política de esta ciudad", puntualizó.

No obstante, Ortiz Pinchetti también habló de los retos que enfrentará este proceso, y dijo que uno de ellos será evitar los errores que se cometieron antes de 1997: "Simplemente no contaminar de otros asuntos la reforma; podríamos pelearnos por mil cosas más, pero podríamos evitar que otra vez se volviera a exponer el tema al golpeteo que busque desprestigiar la iniciativa.

"Creo que esta iniciativa no debe ser asumida sólo por el jefe de Gobierno de esta ciudad; él tiene simpatía por esta idea, pero serán todos los partidos, será la Asamblea Legislativa, la que tome la bandera de la reforma y de la Constitución que necesita el Distrito Federal".

Otro posible obstáculo, dijo, sería caer en una "actitud adversarial", en la "enfermedad infantil de la democracia", que es la proclividad a la politiquería, a la intriga, al golpe bajo; "esas actitudes de resistencia son lo peor que hay". Pero frente a ello, consideró, está una sociedad, una clase política que está madurando rápidamente.

Entonces, puntualizó el próximo secretario de Gobierno, lo mejor que pudiera suceder es que se abriera una negociación donde se logre alcanzar los principales acuerdos entre lo más representativo de cada partido, después llevarlos a la Asamblea Legislativa, que tendría todas las facultades para proponer al Congreso de la Unión la modificación de las leyes federales y de la Constitución.

Y a manera de colofón, José Agustín Ortiz Pinchetti subrayó que "una de las condiciones para terminar la transición democrática es el acuerdo de los partidos en lo fundamental. Si destrabamos este tema habrá ventajas y beneficios para todos los partidos políticos involucrados: para el PRI, para el PAN y para el PRD, además para los dos gobiernos, el federal y el local, y estaremos demostrando a la nación que nos podemos poner de acuerdo en cosas importantes, y que no es imposible llegar a los entendimientos básicos para que el gobierno democrático pueda operar".