MARTES 21 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Exigen a Secofi anular permisos adicionales
Perjudica a porcicultores que se rebasen cupos de importación
Ť La autoridad ha consentido que se engañe al consumidor, dicen
Ť Piden investigar el contenido sanitario de la carne de ave
Angélica Enciso Ť El gobierno federal ha apoyado a dos empacadoras de carne, Abastos Cuautitlán y Promotora Porcícola, en detrimento de los porcicultores y del erario nacional. Cerca de 220 mil toneladas de la producción mexicana fueron desplazadas del mercado, y a partir de 1994 se dejaron de percibir cada año alrededor de 500 millones de pesos por concepto de arancel.
Las importaciones por arriba de los cupos fijados en el Tratado de Libre Comercio (TLC) se rebasaron a partir de que entró en vigor el acuerdo. Para el año pasado sólo estaba autorizado el ingreso de 63 mil toneladas libres de impuestos, pero entraron 218 mil toneladas de desechos de pavo, lo que representó un sobrecupo de 242 por ciento, informó Carlos Ramayo Navarrete, presidente del Consejo Mexicano de Porcicultura.
Explicó que esa situación ha provocado que los pequeños y medianos porcicultores gradualmente hayan perdido su posición en el mercado, ya que no pueden competir con los precios de las grandes empresas que utilizan como sustitutos de carne de cerdo los desechos de ave de Estados Unidos, y que tradicionalmente han sido utilizados para la elaboración de alimentos para mascotas.
Frente a esta situación, los productores de carne de cerdo exigieron a la Secretaría de Comercio la nulidad de acuerdos en la asignación de cupos y de autorizaciones adicionales a lo establecido en el TLC debido a que han contravenido el acuerdo.
Bajo el actual esquema, la industria de carnes frías puede acceder al mercado de importación con el pago de aranceles establecidos, pero obviamente le resulta benéfico no hacerlo. El manejo de cupos, agregó Ramayo Navarrete, lo debe hacer la industria a lo largo del año, y en caso de necesitar más materia prima se deben pagar impuestos; de esta forma se asegura el ''posicionamiento de los porcicultores nacionales al poder compensar con el arancel las grandes asimetrías del campo mexicano respecto al de Estados Unidos''.
El consumidor debe conocer el contenido de los embutidos, tanto de saborizantes y conservadores como de harinas, y no debería ser engañado ''como hasta ahora ha consentido la autoridad responsable''. El contenido sanitario de la carne de ave debe ser investigado, ya que hay abuso de antibióticos y de granos genéticamente modificados, señaló.
En una carta enviada al subsecretario de Comercio Interior, Israel Gutiérrez, la organización señaló que con el fin de llegar a un entendimiento entre las organizaciones de porcicultores y el Consejo Nacional de Empacadores que demandó cupos adicionales en trozos y despojos de ave, los productores flexibilizaron su posición. Sin embargo, la industria se radicaliza y su único objetivo es continuar comprando sin pagar impuestos, con el argumento de que habrá desabasto para elaborar embutidos.
Frente a esa situación, indicó la organización de porcicultores, se determinó promover ante la Secofi un ejercicio jurídico que diera sustento para garantizar lo que los acuerdos establecen: los montos asignados tienen vigencia de seis meses y deben administrarse; la Secofi debe corregir la concentración en la asignación a un mínimo de empresas que han desplazado a la pequeña y mediana industria y creado un mercado distorsionado; las importaciones adicionales a los cupos deben pagar el arancel preestablecido.