DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE DE 2000
Arizona, la ley de los rancheros
Cuatro días con los cazamexicanos
"Rechazamos de manera absoluta el concepto de los
derechos de grupo.
En vez de esto reconocemos que los
únicos derechos son los derechos de los individuos como fueron
otorgados a cada uno de nosotros por Dios", dice Ranch Rescue, grupo
formado por rancheros y voluntarios que se dedica a detener a los
"transgresores criminales" en el sur de Estados Unidos. Aquí
presentamos la crónica de cuatro días con ellos, durante
la Operación Cuervo realizada el mes pasado. En la primavera
del año próximo, el grupo ya tiene prevista su
Operación Aguila
Cochise, Arizona. Su fama es tan grande
como pequeño su poder de convocatoria. Apenas 15 personas
responden al llamado de Roger Barnett, dueño de un rancho en el
condado de Cochise, en Arizona, y héroe a los ojos de los
estadunidenses que creen en la "amenaza morena" que cruza la frontera
México-Estados Unidos.
Hoy es el primer día de la Operación Cuervo -que del 22 al 25 de octubre llevan a cabo los rancheros antiinmigrantes del sur de Arizona- y Roger Barnett se muestra muy serio. Ni mira ni habla con los visitantes, pese a que ha concedido decenas de entrevistas de prensa, radio y televisión. Esta vez se dedica a quitarse y ponerse su gorra con el emblema de la poderosa Asociación Nacional del Rifle. Montado en su camioneta, Barnett mira nerviosamente en todas direcciones. De pronto detiene el vehículo y dirige sus binoculares hacia el sur, en la busca de "transgresores criminales".
Jack Fotte, de Dallas, Texas, lo imita entusiasmado.
Pero no ven nada.
De hecho, durante cuatro días ninguno de los rancheros ni de los 15 "voluntarios" antiinmigrantes avista ningún grupo de ilegales. Un día, el visitante alcanza a divisar, también con binoculares, un grupo como de 15 personas que "podrían ser" migrantes ilegales. Se los comenta a los rancheros y voluntarios, pero nadie le hace caso.
Esta realidad no impide que en su página de Internet (www.ranchrescue.com) los rancheros afirmen: "En promedio el señor Barnett ve entre 50 y 100 inmigrantes ilegales cruzando por su propiedad cada día".
Ahí también se presume que en tres años Barnett ha entregado a más de 2 mil "invasores criminales" a las autoridades de su país y que siempre trae una arma consigo ("tan solo una herramienta más de trabajo"), para defenderse en caso de que los "intrusos criminales se tornen violentos".
Esta vez, sin embargo, Jack se queda con las ganas. No hay "ilegales" a la vista.
Ya será en otra ocasión. Porque Jack volverá aquí y mantendrá viva la página de Internet de los rancheros, a través de la cual, dice, ha recibido amenazas de muerte. Es por esa razón, añade, que siempre anda armado.
* * *
La propiedad de Barnett está situada al este del pueblo de Douglas, cerca de la frontera con Sonora. Desde 1999 Barnett empezó a detener migrantes en su rancho para entregarlos a la Patrulla Fronteriza, e invitó a otros rancheros a tomar la ley en sus manos.
"Ellos no tienen hambre cuando cruzan. La gente de Etiopía está hambrienta. Jamás he visto un migrante flaco. Tienen ropa nueva, jeans Jordache, tenis Nike", dijo Barnett a nuestra colaboradora Naomi Adelson en mayo pasado, en un reportaje que documentó los casos de varios mexicanos heridos por los rancheros armados.
Naomi le preguntó si no temía ser procesado, ya que el gobierno mexicano consideraba ilegales las detenciones: "No. La única cosa que he hecho es expresarme. Tengo el derecho de detenerlos bajo la Ley de Allanamiento, aun con una arma", fue su respuesta.
*Políticamente incorrectos
"Definitivamente no somos políticamente correctos en ninguna de las acepciones del término. Porque serlo solamente sirve a las agendas ambientalistas y socialistas", dicen los antiinmigrantes.
En los días de la Operación Cuervo, su convicción es reforzada al encontrar restos de comida, latas vacías de atún, botes de plástico con agua y algunas prendas de vestir, es decir, las huellas del paso de los indocumentados mexicanos por estas tierras.
También encuentran algunas cercas con los alambres rotos y postes tirados en el suelo. Reparar esas cercas -dañadas por las "hordas de transgresores criminales"- es uno de los objetivos explícitos de la Operación Cuervo.
Los migrantes, se quejan los rancheros, "cortan cercas, dañan las tuberías, se roban vehículos y ganado, se meten en las casas y asaltan a los rancheros".
Una de las casas "invadidas", dicen, fue la de la señora Theresa Murray, de 82 años, quien en la reciente campaña electoral recibió una visita ilustre. "Vive en una prisión de máxima seguridad dentro de su propia casa", describió el candidato ultraderechista a la presidencia de Estados Unidos Pat Buchanan.
El otro objetivo de la Operación Cuervo es colocar letreros al borde de los caminos: "Política de libre comercio, drogas entran, miles de millones salen"; "Cocaína de México para los niños en tu hogar estadunidense", se lee en ellos.
*El mundo según los rancheros
Algunas muestras del ideario de los rancheros:
*Rechazamos de manera absoluta el concepto de los derechos de grupo. En vez de esto reconocemos que los únicos derechos son los derechos de los individuos como fueron otorgados a cada uno de nosotros por Dios.
*Nos oponemos al socialismo en todas sus formas.
*Como voluntarios apoyamos a los rancheros y propietarios en donde sea que sus derechos sean amenazados por la ineptitud gubernamental o las agendas socialistas y ambientalistas.
*Los transgresores criminales no tienen absolutamente ningún respeto por los derechos de propiedad privada de sus víctimas.
*Los voluntarios
El segundo día por la tarde Roger Barnet y Jack Foote hacen un recorrido. Ambos van armados con rifles automáticos, llevan radios para comunicarse y binoculares.
Nunca aparece por ahí alguna autoridad.
Los 15 voluntarios hacen su trabajo, luego de haber instalado su campamento en el rancho de 8 mil 900 hectáreas de Barnett.
Para llegar ahí tuvieron que aceptar varias reglas. La número 8 es clara: se exonera a Ranch Rescue y a los dueños de las propiedades en donde me encuentre, de toda responsabilidad si resulto herido o muerto.
Los voluntarios, llegados de diferentes lugares de Estados Unidos, coinciden en algo: todos tienen anécdotas sobre las "fechorías" de los migrantes, a quienes invariablemente llaman criminales.
Steve vino desde Carolina del Norte. Está aquí para ayudar a los rancheros y declara ufano: "No somos racistas", dice. Y para probarlo dice que la empresa para la que trabaja tiene una filial en Monterrey, México.
También hay una pareja de ancianos, que son quienes más padecen el frío. Ellos viajan con cuatro perros viejos.
Barnett no manifiesta mucho interés por relacionarse con sus visitantes. Su esposa, en cambio, es amable, y conversa con todos, aunque sin involucrarse demasiado. Habla de sus caballos y también se sorprende: "Nunca había visto una computadora portátil".
Allen, quien dice haber combatido en Vietnam y vive en Louisiana, porta un revólver calibre 38. La primera bala es de salva y las siguientes expansivas.
-ƑEstán cazando inmigrantes?
-Yo no, no estoy aquí cazando gente.
-ƑY su arma?
-Siempre la cargo para mi protección.
Y remata en relación con los migrantes: "No estoy en contra de nadie que está intentando ser mejor".
Al siguiente día, sin su arma, Allen repara cercas.
Pero el líder los voluntarios es sin duda Jack Fotte. El organiza todo, se entusiasma con los mapas y también habla: "Estados Unidos es un lugar único en el mundo. Antes de que naciera este país la gente vivía siempre bajo la dictadura de otros. Aquí crearon el sistema para que cada hombre sea su propio rey".
Jack cree firmemente que la invasión de la propiedad privada es el camino al comunismo y porque el gobierno, corrompido igual que el aparato judicial, "no hace nada".
-ƑCuándo vas a parar?
-ƑCuándo voy a parar de vivir, de defender mi propiedad, de exigir mis derechos? Lo que más me irrita es que la gente dice que atentamos contra su dignidad. ƑPor qué, cómo? Si quieren respeto tienen que ganárselo; si no quieren aprender tienes que enseñarles.
*La otra cara
A fines de 1999, mientras arreciaban las críticas por las acciones de los rancheros, ciudadanos de Arizona integraron la fundación Rancho Feliz para desarrollar el programa Vecinos Dignos sin Fronteras, en Agua Prieta, Sonora. Entre sus actividades está la construcción, con apoyo gubernamental, de 49 casas, y dar alimentos en un comedor público a unos 400 niños por día. También están construyendo un pequeño edificio para que ciudadanos estadunidenses ofrezcan diversos cursos y talleres a la población sonorense de escasos recursos.
* * *
En Douglas, Arizona, el cónsul Miguel Escobar, insiste en que el gobierno mexicano "ha dejado perfectamente claro su repudio" a acciones como las de los rancheros e informa que han registrado 28 casos de particulares armados que han "arrestado" a indocumentados desde abril de 1999. Todos los incidentes, sigue el cónsul, son graves pues implican la violación de los derechos de nuestros compatriotas y entrañan el peligro de un "desbordamiento de la violencia".
* * *
Jack pide que se le tome una última foto, con su propia cámara. Antes, entra a su tienda y sale transformado: radio, pertrechos, pistola escuadra calibre 45 al cinto y un rifle AK-47 en las manos.
* * *
En la página de los rancheros hay una nueva invitación: la cita es en Kinney, Texas, en la primavera del año 2001. Ahí se llevará adelante la Operación Aguila. Los "transgresores criminales" tendrán que preocuparse por algo más que la Migra.* (Masiosare, con información de Miguel Salguero)