Ť Se mantuvo ajeno a toda clase de totalitarismos
Fromm interactuaba con el mundo por medio del amor
Ť Culminó encuentro con que se celebró un siglo de su natalicio
Ť México, tierra fértil para el desarrollo de su labor sicoanalítica
Miryam Audiffred Ť Para Erich Fromm, México fue una tierra fértil para el conocimiento y la experimentación, el lugar propicio para el desarrollo del trabajo sicoanalítico que le apasionó toda su vida.
Este judío alemán nacionalizado estadunidense residió dos décadas en Cuernavaca, Morelos. En México realizó diversos trabajos de campo, uno de ellos con 800 campesinos, con el afán de demostrar la vinculación entre las condiciones socioeconómicas y las caracterobiológicas.
Autor de El miedo a la libertad y El arte de amar, el "humanista anticonformista" --como lo describe el filósofo Fernando Savater-- fue recordado el viernes en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles por algunos de sus colegas, alumnos y seguidores que participaron en la segunda y última sesión del encuentro Cien Años del Natalicio de Erich Fromm.
Momento propicio para la discusión y el análisis, el encuentro permitió al especialista Mauricio Cortina señalar que las "críticas severas" de Fromm a sus pacientes no siempre estaban balanceadas.
"Mientras en Estados Unidos sus pacientes se sentían juzgados por él, en México sucedía todo lo contrario. Le gustaba la candidez de este pueblo y que no estuviera tan marcado el ámbito mercantil; por eso los mexicanos vieron el lado más humano y cálido de él. Creo que lo veíamos como maestro y lo idealizábamos".
Creador de textos como El lenguaje olvidado y Psicoanálisis y budismo zen, Fromm se consideraba un "hombre premoderno". Se sentía ajeno a la realidad moderna burguesa. De ahí que existan muchos estudiosos que lo señalen como una figura clave de la restringida nómina de quienes nunca tomaron partido por ninguna clase de los totalitarismos.
"Fue psicoanalista, fue marxista, se enfrentó con las armas de la crítica teórica a los nazis, a los estalinistas y al modelo acumulativo y depredador que algunos han bautizado como american way of life", ha escrito Savater.
Pero este hombre hambriento de conocimiento también encontró un punto de partida en "algunos aspectos esenciales" del pensamiento de Sigmund Freud, aseguró el médico Carlos Sierra, quien en la reunión sostuvo que, en opinión de Fromm, el hombre renuncia a mucho de sí mismo para conseguir la adaptación social.
Y esa renuncia procede, de acuerdo con el sicoanalista homenajeado, del temor de enfrentarse a la soledad y de la existencia de patrones arraigados en la sociedad, aspectos con los que sostuvo una premisa sociológica: "el hombre como ser primariamente social".
Profeta o analista, Erich Fromm se dejó ver el pasado viernes como un agudo crítico de la mercantilización. Los participantes en esta reunión --organizada por el Seminario de Sociopsicoanálisis, AC, la Sociedad Internacional Erich Fromm y la Federación Internacional de Sociedades Psicoanalíticas-- retomaron planteamientos como la noción de "inconsciente social", así como una de las mayores denuncias del alemán: "el mercado moderno oferta objetos y personalidades".
Coincidieron en que la mejor forma de honrar al autor de Etica y psicoanálisis es manteniendo una actitud de confrontación. Por eso, aunque señalaron que el legado de Erich Fromm "está vivo" también comentaron que aún es necesario analizar sus contradicciones.
Hay quienes han ignorado su pensamiento porque aseguran que este "hijo del siglo" es propiedad de predicadores y semicultos. No obstante, lo cierto es que al reivindicar el amor a sí mismo como factor inseparable del verdadero amor al prójimo, Fromm quiso ser patrimonio de todos. Al fin y al cabo el amor era para él una forma de interactuar con el mundo.