DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť 16 aniversario de la explosión en San Juanico


Ixhuatepec reclama el retiro de empresas de hidrocarburos

Ť Habitantes exigen se cumpla el acuerdo de reubicar gaseras

Silvia Chávez González, corresponsal, Tlalnepantla, Mex., 18 de noviembre Ť Al cumplirse 16 años de la explosión de San Juan Ixhuatepec -San Juanico, como se le conoce al poblado que fue devastado por una conflagración en las instalaciones de Petróleos Mexicanos-, la posibilidad de un nuevo accidente es latente y habitantes del área de influencia de las instalaciones de la paraestatal y de seis gaseras exigen el cumplimiento de la reubicación de esta infraestructura de hidrocarburos.

En el aniversario luctuoso del percance ocurrido en esta región, ubicada al norte de la zona conurbada al Distrito Federal, la Unión Popular Ixhuatepec reclama nuevamente el retiro de empresas de almacenamiento y distribución de hidrocarburos, ubicados aquí, que conviven con la habitabilidad de más de 30 mil familias que residen en sus inmediaciones, "donde el olor a gas es persistente", reconoce el propio alcalde Rubén Mendoza Ayala.

A 16 años del accidente de San Juan Ixhuatepec, y tras la muerte de más de 500 personas y otro tanto de lesionados por quemaduras, para los habitantes del lugar -cuyos signos de progreso han sido el acondicionamiento de los parques El Cricri e Hidalgo, donde se ubicaron casas siniestradas, y acondicionamiento de vialidades- esta región aún es insegura para habitar y aún este día exigieron la salida de la infraestructura de alto riesgo.

Sin embargo, para personal de la paestatal "el riesgo de un nuevo accidente es ciento por ciento nulo", dice Gustavo Sánchez González, subgerente de Pemex. Explica que la cantidad de hidrocarburos que se almacenaba disminuyó en los últimos 16 años en más de 70 por ciento de combustible debido a que ahora éste se regula por medio de ductos de conducción y válvulas de carga y descarga.

Hasta 1984, y antes del accidente, en San Juan Ixhuatepec Pemex almacenaba hasta 500 mil barriles de gas licuado de petróleo (LP) y seis empresas gaseras tenían en almacén cantidades superiores a los seis millones de litros de este combustible al día. Actualmente, la paraestatal concentra menos de 30 por ciento de aquella cantidad y las gaseras menos de 600 mil litros de gas LP.

Sin embargo, el propio alcalde Rubén Mendoza Ayala asegura que los habitantes de esta región estarán seguros hasta que se cumpla con la reubicación de las dos instalaciones de Pemex y las empresas distribuidoras de gas doméstico, identificadas como Gasomático, Gas y Servicio, Velagas, Bellogas, Gas Metropolitano y Unigas.

Pero agrega que esta petición, que extenderá al nuevo gobierno federal, también parecería imposible por los elevados costos de su cierre y reubicación. Y es que personal de Pemex aseguró que en un área inferior a 60 hectáreas se ubica el centro de distribución de 40 por ciento de hidrocarburos que consumen habitantes del norte del Distrito Federal y área conurbada mexiquense.

En tanto, los habitantes que vivieron el accidente la madrugada de 1984 dicen que la existencia de las seis empresas distribuidoras de gas, de las dos instalaciones de Pemex y de más de 100 empresas no ha significado mejorar las condiciones de vida en la región.

Víctor González, líder de la Unión Popular Ixhuatepec, asegura que "sólo dos parques y la habilitación de vialidades para agilizar el traslado de cilindros de gas han promovido empresas gaseras y Pemex en los últimos 16 y luego del accidente del 19 de noviembre". Señala que en una lista de espera existen 200 pacientes que requieren de cirugía reconstructiva al presentar secuelas físicas del siniestro de ese año y hasta la fecha no los han atendido.

"Para los habitantes de esta región, el daño ocasionado por el accidente en Pemex no será reparado nunca y ahí están nuestros minusválidos y discapacitados a quienes Pemex no siguió pagando tratamientos médicos. Invirtió menos en ellos que en vialidades; en estas últimas gastó 25 millones de pesos", informa.