DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Ilegal, 59% de programas usados en México: BSA
Por piratería, fabricantes de software pierden 550 mdd
Ť En el último año, la merma al fisco fue de 262 millones de dólares
Ť Se crearían 28 mil empleos si bajara a 25% su utilización, señala
José Galán Ť La fabricación, distribución y venta de programas de cómputo ilegales provocó en el último año pérdidas por 550 millones de dólares a los fabricantes en el país, así como una merma en impuestos de alrededor de 262 millones de dólares, afirma David Shaw, director general en México de la firma Business Software Alliance, BSA, empresa internacional integrada por los principales desarrolladores de programas de cómputo en el mundo.
En Latinoamérica, según cifras de BSA, en 1998, 62 por ciento de los paquetes de aplicaciones y programas para computadoras instalados en empresas, sobre todo medianas y pequeñas, eran copias ilegales, y los fabricantes y desarrolladores de éstos sostienen que la piratería es el único tema relevante a largo plazo con que se deberá enfrentar esa industria.
En el área, se considera que en México el nivel de piratería alcanza 59 por ciento de todos los programas instalados y aplicados en computadoras, mientras que el nivel más bajo lo tiene Chile, con 53 por ciento. Los mayores estándares los ocupan El Salvador y Bolivia, con 87 por ciento; Guatemala y Paraguay, con 85, y Republicana Dominicana y Ecuador, con 73.
El valor de la venta de las copias ilegales instaladas en las empresas de Latinoamérica, agregó David Shaw, alcanzó 10 mil 450 millones de dólares, sin incluir las pérdidas por imitación de programas de sistemas operativos, de contabilidad u otros de software.
El experto en sistemas de computación consideró que si se logra reducir a 25 por ciento el nivel de piratería de todos los programas instalados en México, se generarían 27 mil 800 empleos más y se recuperarían los impuestos que el Estado ha dejado de percibir por la competencia de las falsificaciones.
Sostiene que por las características de los productos, no es Tepito, sino la Plaza de la Computación y sus alrededores, donde está en auge el comercio ilegal de programas ilegales. De acuerdo con sus estadísticas, de cada 10 programas instalados en el país, seis son ilegales.
"En todos los países del mundo existe la piratería de programas y juegos para computadora", advierte. "Esa no es una situación privativa de México. Pero lo cierto es que a menor nivel de desarrollo económico, mayor es el alcance de las falsificaciones. Estados Unidos y Canadá tienen los menores rangos de piratería, con 25 por ciento de todos los programas. Pero es un problema mundial. Y ahora, una de las zonas donde está en auge es en Europa oriental. Pero también la hay en España y, sobre todo, en Italia".
BSA es una firma constituida por empresas de computación de la talla de Adobe, Autodesk, Corel, Macromedia, Microsoft, Network, Associates y Symantek, principalmente, y propugna no sólo por el combate a la piratería, sino por la introducción en los códigos penales de leyes más rígidas y castigos más severos para la protección de la propiedad industrial y de los derechos de autor.
David Shaw informó que en el combate a la piratería en México, se decretó una tregua en marzo y abril con el fin de que los usuarios de programas se regularizaran, y durante ese periodo no hubo acción legal, a través de convenios firmados con las diversas cámaras de la cúpula comercial e industrial, y actualmente se encuentran, dice, "en una campaña de vacunación, que empezó el 9 de octubre, y que se prolongará hasta el 15 de diciembre".
Se trata de una tarea para que los empresarios y usuarios participen en la revisión de sus sistemas de cómputo y, en caso de encontrarse irregulares, tendrán un plazo de 60 días para ponerse en orden, y se les otorgará un certificado de inmunidad contra la piratería por seis meses porque, afirma, "las empresas resienten con fuerza la actividad ilegal, porque sus costos son muy bajos y prácticamente gratis. Por cada peso que reciben los desarrolladores, invierten 30 por ciento en investigación, para que luego llegue un pirata que vende los mismos programas a menos de 1000 por ciento de su precio".
Por ejemplo, un programa como Adobe, diseñado para la industria de las artes gráficas, cuesta legalmente entre 4 mil y 5 mil dólares, "y uno va a República de El Salvador o a la Plaza de la Computación y lo adquiere en 50 pesos. Ese es un duro golpe a la industria.
"Si la piratería persiste y sigue creciendo no va a haber para quien trabajar", comentó el experto, quien ha intervenido ya varias empresas que presentaron serias irregularidades en sus sistemas de cómputo, como Electrónica Clarion, firma japonesa dedicada a la fabricación de equipos de sonido y bocinas, donde encontraron que había 270 computadoras, todas con programas ilegales y sin las licencias requeridas.
"Pero hay otras empresas que estaban, por decirlo así, ilegales a medias, como las librerías Gandhi y los Laboratorios Grisi. Y seguimos buscando. No somos bien recibidos, es cierto, pero es necesario terminar con el uso ilegal de software o la industria se acabará, y más de 30 mil personas quedarían sin empleos directos", añade.