DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Disputa con otros grupos 466 mdd por anuncios
Megafusión Radiópolis-Acir, por el predominio publicitario
Ť Controlaría 21% de la audiencia capitalina; ésta representa la
mitad del mercado nacional Ť Temor de otros concesionarios
Rosa Elvira Vargas Ť La fusión de los grupos Televisa Radio y Acir creará un poderoso conglomerado de 208 emisoras -entre propias y afiliadas- con el objetivo explícito de obtener la mayor porción del pastel publicitario en ese medio.
Las frecuencias radiales facturaron 466 millones de dólares el año pasado, lo que constituye un monto nada desdeñable para los concesionarios, no obstante que hace ya mucho tiempo han perdido todo parámetro de competencia con la televisión, la cual captó mil 518 millones de dólares en el mismo lapso.
Aunque el anuncio de Emilio Azcárraga Jean -accionista mayoritario de Televisa Radio- y Francisco Ibarra -concesionario del Grupo Acir- de inmediato hizo surgir la posible generación de un oligopolio, la disputa por la audiencia y por la captación de más anunciantes impele a los nuevos socios a correr el riesgo de un eventual veto por la Comisión Federal de Competencia, la instancia encargada de autorizar la fusión.
Una sola visión de la vida
El investigador en medios de comunicación Ernesto Villanueva afirma que Acir-Radiópolis -como se denominaría al nuevo grupo- se perfila como un fenómeno de ''posición dominante del mercado'', lo que implica una peligrosa tendencia a uniformar una sola visión de la vida y de los hechos noticiosos.
Los protagonistas de la alianza argumentan en su descargo que sólo están siendo consecuentes con la tendencia mundial de compactar grupos radiofónicos.
La penetración que todavía mantiene la radio sobre todo en los sectores económicamente más débiles, pero al fin y al cabo consumidores, explica en mucho la naturaleza del eminente negocio en una operación que llevó a Azcárraga Jean a desembolsar 101 millones de dólares en la transacción.
Pero Villanueva, catedrático de la Universidad Iberoamericana, analiza el caso desde otro ángulo: ''Si aceptamos que la agenda de los medios es independiente e incluso marca la agenda de los ciudadanos -aunque debería ser al revés-, al darse esta concentración también se congregará en un punto el poder ideológico y el poder de orientación social''.
Esto, precisa, ''tiene una afectación al derecho a la información del público, porque sus posibilidades de tener acceso a información veraz serán cada vez más limitadas al tener sólo una, dos o tres opciones'''. Según él, el hecho de que haya un legítimo interés particular no necesariamente significa que aquel sea compatible con el interés público.
Televisa informó el 18 de septiembre que esa empresa adquirió las acciones que representan el 27.82 por ciento del capital del Grupo Acir y que en la operación está incluida, además, la compañía estadunidense Clear Channel Comunications Inc., (CCC) para conformar, entre los tres, el Grupo Acir-Radiópolis.
El tercer asociado, CCC, maneja radio, televisión y anuncios exteriores en 36 países. Cuenta con mil 96 estaciones radiofónicas y 19 de televisión en Estados Unidos, y posee participación accionaria en más de 240 emisoras de radio en otros países. Opera además más de 750 mil espacios publicitarios incluyendo anuncios exteriores, mobiliario urbano y paneles de tránsito.
Si se aprueba la fusión que se dio a conocer cuando la XEW, emisora pilar en el emporio de Televisa, cumplió su 70 aniversario, sólo Radiorama, otra cadena, quedará con más estaciones en el país (214).
Los empresarios asociados estiman que en términos de audiencia, en el Distrito Federal el nuevo Grupo Acir-Radiópolis se haría de 21 por ciento del auditorio.
Permanecerían sin embargo muy lejos aún de su más cercano competidor, Radio Centro, que capta 36 por ciento de los escuchas capitalinos. Este grupo tiene en todo el territorio nacional 108 emisoras. En tercer lugar quedaría Radio Fórmula, con 15 por ciento de la audiencia y 77 estaciones.
Antonio Ibarra, empresario de Acir y futuro director general de la nueva alianza radiofónica, asegura que la intención de la nueva empresa es ''buscar un crecimiento y llevar la radio mexicana fuera del país, básicamente a las partes hispanas de Estados Unidos y Centro y Sudamérica''.
Admite sin embargo que mucho del interés en esta alianza se encuentra en el dominio ''del mercado publicitario''.
El empresario argumenta que en el Distrito Federal se concentra casi 50 por ciento del mercado publicitario, por lo que con esta fusión ''nos fortalecemos muy bien y empezamos a competir con grupos como Radio Centro, que maneja aquí 12 estaciones y que siempre había tenido una ventaja en este aspecto''.
Para acercarse aún más a lo que los radiodifusores entienden por ''negocio'' debe señalarse que en 1998 los grupos radiofónicos facturaron un total de 3 mil 791 millones 525 mil pesos. Los mayores porcentajes de ese monto -15 por ciento cada uno- fueron captados por Radio Centro, Radiorama y emisoras independientes de la provincia. En cada caso la captación publicitaria superó los 589 millones de pesos.
Ese año, el Grupo Acir captó 10.47 por ciento de la inversión publicitaria, con 397 millones, mientras que las emisoras de Radiópolis se hicieron apenas de 3.01 por ciento de ese pastel, con 114 millones de pesos, muy por debajo -según la revista Adcebra de abril de 1999- de Radio Fórmula (8.11 por ciento del total), MVS Radio (5.8 por ciento), Promosat (5.35 por ciento), Multimedios (5.01 por ciento) y Radio Mil (3.16 por ciento).
Antonio Ibarra concede que en la posibilidad de que la nueva agrupación radiofónica se haga de un porcentaje más alto del gasto publicitario radicaría la inconformidad por la fusión que han hecho algunos concesionarios, principalmente Radio Mil, de la familia Huesca.
Sin embargo, señala que ''la radio es un medio tan segmentado, que aunque yo pudiera controlar más estaciones de radio que otro grupo, éste puede tener un nicho que yo ni siquiera puedo manejar. La audiencia es muy dispersa y siempre se compite sólo entre estaciones. Esto es, formatos contra formatos, noticias contra noticias, pero no bloques de emisoras''.
Luego, ejemplifica: ''pensando como un anunciante, si mi objetivo es la gente popular, pues por más que me digan yo compraré en las estaciones que van a ese nivel de audiencia y no voy a comprar en las estaciones del nivel AB (referido al público de mayor poder adquisitivo), y existen estaciones de ese tipo en todos los grupos''.
Los concesionarios de la radio son muy poco afectos a ventilar públicamente sus diferendos internos. Sí son, en cambio, muy unidos, para defenderse ante cualquier iniciativa, así sea de mera discusión, que ellos consideren que ''atenta'' contra la libertad de expresión.
César Hernández, director general de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) accedió a comentar que fusiones como la acordada por Azcárraga e Ibarra, son congruentes con ''la tendencia mundial'' en el campo de la radiodifusión. Para ello, ilustra con operaciones similares que, por ejemplo, en Estados Unidos han implicado la agrupación, con un solo mando, de más de mil emisoras.
Pero también admite que el interés central en este tipo de transacciones ''es, sin lugar a dudas, comercial''.
Javier Pérez de Anda, empresario de Radiorama, no depone jamás esa actitud, hasta que llega un momento en que la presión para que opine sobre el asunto lo hace exclamar: ''lo único que puedo decirle es que el sol sale para todos''.
Y ante la insistencia, sólo añade: ''No voy a impugnar (la fusión). Haremos algo que ya se verá, pero eso no''.
Días después de esta conversación personal, trascendió en el mundo de la radio que Radiorama estaría preparando una operación similar con la familia Vargas, propietaria de Multivisión.
Rogerio Azcárraga, empresario de Radio Fórmula, apenas accede a comentar que la operación se inscribe en las pautas de la globalización.
Actitud muy distinta es la que presenta Antonio Ibarra. El encargado de promover la transacción accede presto al diálogo. Comenta que para el grupo Acir se trata ante todo de una operación estratégica y no de una subordinación a Televisa Radio, no obstante que Azcárraga tendrá la mayor parte de las acciones de la nueva empresa.
Es así, dice, ''porque el manejo del grupo lo va a tener la familia Ibarra y se manejará independientemente de Televisa. Por supuesto vamos a tratar de aprovechar todas las ventajas que nos ofrece Televisa como asociado, pero sin tener una línea de manejo''.
Esa prerrogativa, tener la conducción del conglomerado, persuadió a los propietarios de Acir para interesarse en la negociación: ''fue uno de los motivos por los que dijimos: 'eso está bien, nos gusta'', y con ello, añade Ibarra, ''el entendimiento fue muy rápido, muy tranquilo''.
Incluso, a la vista de cómo se cerró la negociación, él resume con llaneza: ''Yo creo que los dos teníamos el interés de hacer algo y los dos supimos guardar lo que necesitábamos para nosotros''
Para cerrar esta compra, Televisa adquirió sólo el 3 por ciento de las acciones en poder de los Ibarra y el resto lo compró a la operadora Inbursa, que las había adquirido de sus propietarios originales cuando estalló la crisis económica de 1995.
Una revisión somera de los raitings globales en esta capital tanto de Televisa Radio como de Acir da una amplia ventaja a las estaciones de la primera contra las que maneja la familia Ibarra.
Ante este planteamiento, Ibarra argumenta: ''nosotros, hablando del Distrito Federal, nos hemos enfocado mucho, por ejemplo, a audiencias de nivel AB con emisoras como Azul 89, lo que quiere decir que en el raiting global no suman tanto como otras; y en el caso de Televisa como la Ke Buena, que va hacia el escucha de nivel popular, esto hace más raiting''.
''Pero es lo mismo que hablaba de la segmentación, pues con toda seguridad a nosotros un cliente, un banco, por ejemplo, nos compra más que a la Ke Buena y un supermercado a ésta''.
Una entidad autónoma debería otorgar las concesiones: Villanueva
Esta operación lleva al investigador Villanueva a insistir en la necesidad de modificar, de entrada, los artículos 17 y 19 de la Ley de Radio y Televisión, relativos a la potestad que tiene el secretario de Comunicaciones y Transportes para otorgar las concesiones radiofónicas y propone que se encargue de éstas una entidad independiente y colegiada.
Para esto último, plantea, se requeriría establecer criterios que regan la entrega de una concesión, entre los que figurarían la presentación de un plan de negocios, un programa de contenidos, un compromiso para adoptar una programación mayoritariamente nacional sobre una extranjera, el deber de dar acceso a distintos grupos sociales, y un compromiso de tratamiento equitativo e imparcial a los sectores diferenciados de la sociedad.
Pero a Antonio Ibarra, ninguna de las preocupaciones del académico parecen estar en su ámbito de interés y mucho menos de preocupación porque, en todo caso, dice, los radiodifusores tendrían que unirse para, comercialmente, hacer contrapeso a la televisión, que se queda con la mitad del pastel publicitario.
En cambio, lamenta el empresario que se prepara para quedar al frente del poderoso grupo, ''aquí nos ves a todos los radiodifusores, muy amables y cordiales, pero cuando se trata de defender tarifas publicitarias, cada quien trata de quedarse con el anunciante. Si fijamos un tope, por ejemplo de mil en un precio, el cliente viene y te dice que tu competencia ya le bajó a 500 y entonces tú tienes que bajar más, a 400, por decir. Y así estamos todo el tiempo en lugar de mantener una actitud unitaria para hacer frente a la televisión''.
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Grupo Acir | |
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Programa/estación | Costo por minuto |
El Mañanero | $ 21,240 |
Los Protagonistas | 69,030 |
Detrás de la noticia | 90,000 |
Noticiero G. Ochoa | 75,000 |
Noticiero Loret de Mola | 60,000 |
Mix FM | 10,384 |
Televisa Radio | |
XEW | $17,500 |
XEQ | 17,500 |
Vox FM | 9,000 |
W Radical | 9,000 |
Ke Buena FM | 12,000 |
Ke Buena AM | 3,600 |
Radio Red | |
Noticiero Gtz. Vivó, | $67, 500 |
Red Vial, Metropolitano y demás | 18,750 |
Radio Centro Musical | |
Stereo 97.7 | $ 15,000 |
Radio Fórmula | |
Barra noticiosa | $63,000 |